El Armagedón chavista y el padre del Socialismo del Siglo XXI
Muchos oficiales de las fuerzas armadas cubanas tienen una interrogante sobre la actitud sumisa ante Fidel Castro del general venezolano Vladimir Padrino, según el autor de este artículo.
El ministro de las fuerzas armadas venezolanas, general Vladimir Padrino, postrado ante Fidel Castro.
Siguiendo los trascendentales acontecimientos políticos que han tenido lugar en Venezuela y la contundente y demoledora respuesta que el pueblo venezolano le ha dado al desgobierno chavista por haber sumido a la nación en la crisis económica, política y moral más espantosa que recuerda Latinoamérica, han surgido muchas interrogantes en la oficialidad de las FAR, por la actitud de algunos altos jefes militares venezolanos actualmente en funciones.
Venezuela acaba de dar un ejemplo al mundo de como la voluntad popular manifestada en las urnas puede llegar a salvar el país de la bancarrota y el desastre. En un régimen totalitario como el que tenemos en Cuba no ha habido jamás esa oportunidad y vemos con tristeza como el país se nos cae a pedazos sin ninguna luz al final del túnel.
El día en que la nueva Asamblea Nacional de Venezuela tomaba posesión de sus cargos por voluntad de la inmensa mayoría de ese pueblo, y comenzó a hacer cumplir lo establecido en la Constitución del país retirando los cuadros del presidente Nicolás Maduro y el fallecido Hugo Chávez del hemiciclo legislativo, no se hizo esperar la intromisión del ministro de las Fuerzas Armadas, general Vladimir Padrino, y dos días después, el 7 de enero, se emite un comunicado oficial totalmente político en franca violación de los artículos 328 y 330 de la Constitución de la República, organizando un acto en desagravio a la figura del expresidente Hugo Chávez y del presidente Nicolás Maduro.
Ocho días más tarde. el 15 de enero, el presidente Nicolás Maduro comparece ante la Asamblea Nacional para pronunciar, como establece la Constitución, el discurso de Memoria y Cuenta, en que se hace balance del año transcurrido. Desafortunadamente nada se escuchó sobre el tema de la inseguridad. No habló de las muertes violentas registradas durante todo el año, ni dio ninguna cifra de criminalidad durante el período 2015, a pesar de que el Observatorio Venezolano de Violencia registró 27.875 asesinatos en el país, la segunda cifra más alta del mundo. Tampoco mencionó a los policías muertos. En octubre de 2015 ya se contabilizaban 252 funcionarios uniformados asesinados.
Omitió Maduro la terrible situación de escasez, colas y desabastecimiento que confrontan los venezolanos. Brilló por su ausencia la caótica situación de la salud, las epidemias, enfermedades y condiciones deplorables de los hospitales. Dejó completamente fuera de su discurso todo lo relacionado con la rentabilidad o buen funcionamiento de las decenas de empresas e industrias expropiadas en años anteriores, que se hunden por falta de inversiones y terribles gestiones administrativas, siendo una de las causas principales del descalabro económico.
Ni una palabra dedicó Maduro a la corrupción desmedida y a todos los conflictos laborales que ahogan la productividad de los trabajadores. Y por supuesto no hubo una referencia a la situación de sus familiares presos en Estados Unidos acusados de tráfico de drogas.
Concluida la intervención de Nicolás Maduro, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, pronunció un brillante discurso de respuesta poniendo sobre la mesa las cuestiones más candentes que confronta la nación para superar la crisis.
De ellas, me referiré solamente a la que corresponde al esclarecimiento que les hace a los jefes de las Fuerzas Armadas sobre la obligación que tienen de cumplir lo establecido en los artículos 328 y 330 de la Constitución de la República.
Casi concluido el discurso del presidente de la Asamblea Nacional, la arrogancia del general Vladimir Padrino lo lleva a escribir en su cuenta de twitter mensajes cantinflescos para justificar su continua intromisión en las decisiones políticas que le corresponden a los órganos de poder democráticamente elegidos por el pueblo venezolano, veamos:
1. La FANB es una institución esencialmente profesional y sin militancia política. No dice la CRBV que es APOLÍTICA y NO DELIBERANTE. 7:39 PM - 7:39 PM - 15/01/2016
Más adelante agrega “Es propicio recordar que hace 16 años fue derogado por el pueblo venezolano, convocado como poder constituyente originario, el adefesio discriminatorio entre civiles y militares. Este tema, quizás ignorado por muchos, fue ampliamente debatido en la Asamblea Nacional Constituyente: Los principios de seguridad de la nación obligan en la formación militar a deliberar sobre las políticas del Estado”, Más adelante continuó escribiendo: “Por lo tanto, los términos apolítico y no deliberante para la FANB quedó en el pasado, se fue con la Constitución de 1961. Es historia”.
No queda más remedio que poner el texto integro de los artículos 328 y 330 de la constitución de la república a ver si el general aprende de una vez cuáles son sus obligaciones y derechos.
Capítulo III
De la Fuerza Armada Nacional
Artículo 328
La Fuerza Armada Nacional constituye una institución esencialmente profesional, sin militancia política,organizada por el Estado para garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico, mediante la defensa militar, la cooperación en el mantenimiento del orden interno y la participación activa en el desarrollo nacional, de acuerdo con esta Constitución y la ley. En el cumplimiento de sus funciones, está al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna.
Artículo 330
Los o las integrantes de la Fuerza Armada Nacional en situación de actividad tienen derecho al sufragio de conformidad con la ley, sin que les esté permitido optar a cargo de elección popular, ni participar en actos de propaganda, militancia o proselitismo político.
Si todavía no son suficientes estas evidencias quizás las propias palabras del Libertador Simón Bolívar, si es que el general las conoce, puedan ayudarlo a entender el significado de lo que expuso el presidente de la Asamblea Nacional el día 15 de enero:
“Un soldado feliz no adquiere ningún derecho para mandar a su patria. No es el árbitro de las leyes ni del gobierno”. Es defensor de su libertad”. Simón Bolívar.
Pero queda una interrogante más que muchos oficiales cubanos me han pedido que les aclare transmitiéndosela al general Padrino. Se trata de su visita a Cuba donde aparece en una foto postrado ante Fidel Castro. La imagen se ha vuelto viral por las redes sociales por el mensaje subliminal que envía. Da la impresión de un Fidel Castro convertido en el Papa del Socialismo del siglo XXI recibiendo a un obispo que también profesa la misma religión política.
Los oficiales cubanos que tienen esta interrogante me lo transmiten por vías no oficiales, ya que como el general Padrino López debe conocer perfectamente, en Cuba las fuerzas armadas son rehenes del Partido Comunista y tienen establecido en sus reglamentos que la oficialidad está obligada a ser militante de dicho partido. Quedando prohibido por el ordeno décimo tercero de la Orden Número uno del Comandante en Jefe toda relación con familiares o amigos que no tengan vínculos con la Revolución.
Yo tengo mi opinión personal de este histórico encuentro y de esta foto pero no quiero influir en mis compañeros de las FAR con ningún tipo de especulación para que sean los propios militares de las FAN de Venezuela quienes aclaren el entramado de esta escena.
Los oficiales cubanos mejor intencionados consideran que fue Fidel Castro el que lo mandó a buscar, para pedirle perdón por todos los oficiales y soldados venezolanos que murieron a manos de los contingentes de militares cubanos que envió durante sus invasiones a Venezuela a finales de los años sesenta del siglo pasado. Como el general Padrino López era un niño de 5 años de edad cuando esto sucedió, quizá nadie le ha hecho conocer esos tristes episodios. Como tampoco debe conocer que el general Arnaldo Ochoa, héroe de la República de Cuba que estuvo al frente de aquellas invasiones, fue fusilado por Fidel Castro para encubrir sus vinculaciones con el narcotráfico.
Otros consideran que no, que fue el propio general Padrino López quien fue a ver a Castro para recibir el anillo de obispo y la “bendición Papal” del padre del Socialismo del Siglo XXI.
Cualquiera que sean las razones de ese tierno encuentro, será en definitiva el pueblo venezolano quien exija una respuesta a semejante muestra de sumisión.