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| De: SOY LIBRE (Mensaje original) |
Enviado: 15/02/2016 16:35 |
El Papa Francisco y Cirilo I, Patriarca de la
Iglesia ortodoxa, aliados contra el matrimonio homosexual
DIOS LOS CRIA Y EL DIABLO LOS AJUNTAS.. TAL PARA CUÁL..
Ragap - El Papa Francisco y el patriarca ortodoxo de Moscú, Cirilo I, se dieron este sábado un histórico abrazo en la sala presidencial del aeropuerto José Martí de La Habana, en el primer encuentro entre un pontífice romano y un patriarca ruso tras más de mil años de escisión. Durante la reunión, los dos líderes aprovecharon la oportunidad para denunciar lo que preocupa a ambas iglesias: El matrimonio del mismo sexo, la pobreza y la guerra. En una declaración conjunta que consta de 30 puntos, los líderes católico y ortodoxo se han mostrado "preocupados por la crisis de la familia en muchos países siendo el centro natural de la vida humana y la sociedad". El documento define que "la familia se basa en el matrimonio, un acto de amor gratuito y fiel entre un hombre y una mujer". Nada positivo se podía esperar teniendo en cuenta que el patriarca ruso condenó en 2013 el avance de la igualdad del matrimonio en Occidente llamándolo un síntoma del ‘apocalipsis’ y el Papa Francisco cargó esta semana contra las uniones civiles del mismo sexo en el debate que el Senado italiano esta desarrollando para su legalización.
El Papa y el Patriarca ruso han expresado, 'Lamentamos que otras formas de convivencia se han colocado en el mismo nivel que esta unión, mientras que el concepto, consagrada en la tradición bíblica, de la paternidad y maternidad como la vocación distinta del hombre y de la mujer en el matrimonio está siendo expulsado de la conciencia pública'.
La Iglesia ortodoxa rusa ha sido un apoyo clave a la Ley contra la propaganda gay de Rusia, y el Patriarca Cirilo I mantiene opinión de la Iglesia que la homosexualidad es un pecado, aunque ha advertido que no se puede castigar a la gente por su sexualidad. Mientras, el Papa Francisco ha mantenido un doble discurso con respecto a la homosexualidad. En su libro ‘El Nombre de Dios es Misericordia’ explicó su frase: “¿Quién soy yo para juzgar a un gay?” pero desde que se inició el debate el Senado de Italia para legalizar las uniones para parejas del mismo sexo, el Santo Padre ha vuelto a su conservador discurso y así se lo ha hecho saber a los legisladores italianos: "No puede haber ninguna confusión entre la familia que Dios quiere y cualquier otro tipo de unión: La familia, fundada en el matrimonio indisoluble que une y permite la procreación, es parte del sueño de Dios y de su Iglesia para la salvación de la humanidad", ha dicho el Sumo Pontífice.
La declaración del Papa Francisco y Cirilo I tiene amplio alcance de importancia para los católicos y los seguidores de la Iglesia ortodoxa. Un acercamiento en el que se condena la guerra en el Oriente Medio y la persecución de los cristianos.
Ambos líderes cargan contra la secularización de la sociedad expresando que los cristianos se enfrentan a la "discriminación pura y simple y a una sociedad secular a menudo muy agresiva" e instan a Europa a "mantenerse fieles a sus raíces cristianas" y piden a los cristianos europeos “defender abiertamente su fe”.
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Ese mismo Francisco
Diario de Cuba - El papa abandonó México sin reunirse con ninguno de los sobrevivientes de abusos sexuales del clero católico. Familiares de casi medio centenar de niños indígenas de Oaxaca cuyos ataques sexuales por parte de un sacerdote están documentados por el Foro Oaxaqueño de la Niñez, le rogaron ser recibidos. Lo pidió también un grupo de víctimas de parecidos episodios en San Luis Potosí. Nada, no los vio.
En octubre del pasado año, el papa otorgó indulgencia plenaria a la Congregación de los Legionarios de Cristo, fundada por el sacerdote mexicano y connotado pederasta Marcial Maciel. La congregación había atravesado por investigaciones internas y petición de perdón a las víctimas, pero pocos esperaban que el papa se inclinara tan a su favor.
Todas las giras mexicanas de sus antecesores Juan Pablo II y Benedicto XVI fueron organizadas por la Congregación de los Legionarios de Cristo, una de las más ricas y poderosas de la Iglesia Católica. Ya antes de que el papa emprendiera su viaje con escala habanera, el Vaticano había descartado cualquier reunión suya con las víctimas de los depredadores sexuales del clero. Condenó en sus discursos el narcotráfico, el tráfico de personas, la corrupción y la violencia, pero no tuvo una palabra para esas víctimas y esos hechos.
Los cubanos reconocemos perfectamente a ese papa: es el mismo que se negó a recibir a las Damas de Blanco, el que no ha tenido ni una palabra de condena para las circunstancias en que vive la gente en la Isla. Es ese mismo Francisco olvidadizo de las víctimas que reserva sus indulgencias para los violadores.
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