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General: El presidente Barack Obama debe promover la democracia en su visita a Cuba
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 20/02/2016 15:49
El PRESIDENTE BARACK OBAMA
DEBE PROMOVER LA DEMOCRACIA EN SU VISITA A CUBA
  
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Barack Obama goza de mucha popularidad en Cuba y se
espera que su visita en marzo incida en la transformación de la isla.

 The New York Times - El año pasado, en una visita a África, el Presidente Barack Obama habló con emoción sobre la importancia de que hubiera límites claros para los periodos presidenciales. Argumentó que “nadie debería ser presidente vitalicio”. Su gobierno ha guardado el mayor silencio sobre este asunto en América Latina, donde un puñado de líderes se han convertido en déspotas no muy proclives a compartir o abandonar el poder.
  
El próximo mes, cuando se convierta en el primer presidente estadounidense que visita Cuba en 88 años, Obama tendrá la oportunidad de subrayar esa idea en un lugar donde puede tener más peso. Ya que es un presidente estadounidense increíblemente popular en Cuba, se espera que su mensaje sobre tradiciones democráticas, liderazgo y poder tenga una gran resonancia.
  
Obama debería impulsar a Raúl Castro, el presidente de Cuba que ha prometido dimitir en 2018, a que siente las bases para una transición en la que todos los cubanos participen con voz y voto. Debería incitar a los cubanos a que comiencen a discutir sus diferencias de manera constructiva, para acabar con la represión a quienes critican el régimen.
 
También debería mencionar que los líderes cubanos podrían estar haciendo mucho más para revitalizar la economía de la isla, algo que podría detener el flujo de personas que buscan encontrar mejor vida en otra parte. Asimismo debería decir a los cubanos que se merecen algo mejor que líderes elegidos por el Partido Comunista, pues ellos no rinden cuentas al pueblo.
 
La pequeña facción del Congreso de Estados Unidos que sigue optando por una política de castigo contra Cuba ha obstaculizado con terquedad los esfuerzos para revocar el embargo. Estos críticos sostienen que la visita de Obama a Cuba se interpretará como la validación de un régimen opresivo. Esto es una visión de corto alcance.
 
Estados Unidos se ha afanado durante décadas en provocar un cambio de régimen en Cuba por medio de una serie de estrategias fallidas que incluyen el uso de fuerza. Esas políticas fracasaron y les dieron a los líderes cubanos el pretexto para dirigir el país como un estado policiaco.
 
Obama, y cada vez más políticos estadounidenses, han logrado percatarse de que Estados Unidos no está lo suficientemente preparado para dictar cómo deben gobernar los líderes de otras naciones; también reconocen que su gobierno es más eficaz cuando dirige con el ejemplo y defiende a los que luchan pacíficamente por la igualdad y la autodeterminación.
 
Es poco probable que el viaje de Obama desate reformas inesperadas en Cuba, pero tiene el potencial de lograr más de lo que ha logrado cualquiera de sus predecesores para plantar las semillas de un cambio transformador.
 
Fuente Editorial The New York Times


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Respuesta  Mensaje 2 de 2 en el tema 
De: cubanodelmundo Enviado: 22/02/2016 14:41
El desafío de Obama en Cuba
 
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Obama debería reunirse por separado con líderes opositores durante su visita a la isla
     Por Andrés Oppenheimer
Todavía es demasiado pronto para emitir un juicio sobre la decisión del presidente Barack Obama de visitar a Cuba. Sin embargo, se puede decir lo siguiente: a menos que Obama lleve a cabo una reunión separada con opositores pacíficos en la isla, su visita no hará mucho más que legitimar la dictadura más larga de la historia reciente del continente.
 
Obama podría darnos una agradable sorpresa y demostrar que los aspirantes presidenciales republicanos que automáticamente criticaron su viaje del 21 al 22 de marzo a Cuba están equivocados. Podría demostrarles a los escépticos que el contacto directo con Cuba es más eficaz para promover la causa de las libertades universales en las isla que tratar de aislar y castigar a ese país.
 
Pero a juzgar por las primeras declaraciones de la Casa Blanca, no parece que Obama tendrá una reunión por separado con líderes opositores. El Asesor Adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, dijo a la prensa que el Presidente se reunirá con el presidente Gen. Raúl Castro y con “miembros de la sociedad civil, incluyendo aquellos que sin duda se oponen a las políticas del gobierno cubano”.
 
Traducción: eso sería una sala llena de gente, incluyendo muchos partidarios del gobierno, donde un puñado de disidentes se perdería entre la multitud.
 
Una reunión de ese tipo entre Obama y la “sociedad civil” de Cuba sería una farsa. Permitiría a los medios oficiales de Cuba –los únicos que están permitidos– mostrar la reunión como un encuentro del presidente estadounidense con representantes de todos los sectores de la sociedad, incluyendo “intelectuales” asalariados del gobierno, que serían los únicos que saldrían en la foto.
 
Claro que la Casa Blanca podría aprovechar la ocasión para tomar una foto de Obama con algunos disidentes en la sala, para consumo interno en Estados Unidos. Pero eso no sería ningún avance, sería más de lo mismo.
 
En Cuba, por casi 60 años, el clan Castro ha aducido que no existe una oposición política en la isla, y que quienes exigen sus legítimos derechos universales son mercenarios extranjeros. Es por eso que el régimen de Castro exige a los dignatarios visitantes que no se reúnan con líderes opositores, o que sus encuentros sean disfrazados como reuniones más amplias con la “sociedad civil”.
 
Ansiosos de que Obama pase a la historia como el presidente que restauró las relaciones con Cuba, así como Richard Nixon lo hizo con China, los funcionarios de Estados Unidos argumentan que Washington mantiene relaciones normales con muchas dictaduras, como las de China, Vietnam y Arabia Saudita. ¿Por qué habría que tratar a Cuba de manera diferente?, preguntan.
 
Lo cierto es que hay una gran razón: a diferencia de China, Cuba está en el continente americano, y está sujeta a diversos tratados regionales –incluyendo los estatutos de la Organización de Estados Americanos, anteriores a la revolución cubana, y la Declaración de Viña del Mar de 1996– que exigen a todos los países de la región respetar la democracia representativa y la libertad de prensa.
 
Además, una visita de Obama a Cuba sin avances en derechos humanos estaría rompiendo la tradición bipartidista estadounidense desde mediados de los años 1970 de defender los derechos humanos y la democracia en el continente americano.
 
Esta política bipartidista ha sido seguida por todos los presidentes desde 1976, cuando el ex presidente Jimmy Carter decidió acabar con la era vergonzosa en que Estados Unidos apoyaba a los dictadores de Centro y Sudamérica.
 
Mi opinión: Obama tiene razón al decir que el aislamiento de Cuba no ha funcionado y que es hora de probar algo nuevo.
 
Pero si sigue dándole a Cuba todo lo que exige la dictadura de los hermanos Castro, sin empujar los límites de la censura y la represión gubernamental celebrando una reunión por separado con líderes opositores, como hace cualquier presidente cuando visita cualquier país civilizado, estaría rompiendo con la política bipartidista estadounidense de apoyo a la democracia y los derechos humanos en América Latina.
 
Aún peor, estaría sentando un precedente para que Estados Unidos vuelva a los días oscuros en que toleraba o apoyaba a los dictadores latinoamericanos . Yo tengo la esperanza de que Obama no cometa ese error.
                    Andrés Oppenheimer
No se pierdan el programa ‘Oppenheimer presenta’, domingos, 9 p.m. en CNN en Español.
 
 
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