Las urnas impiden a
Evo Morales ser reelegido presidente de Bolivia
La negativa a modificar la Constitución para la ampliación a
un cuarto mandato se impondría por el momento con el 56% de los votos
Por Baldwin Montero / ABCCon el 72,5% de votos contados, el Tribunal Supremo Electoral anunció que el No se impone con 56,5%, mientras que la opción por el Sí llegó al 43,2%.. Según estos datos, publicadas por el organismo en su página web, el «Sí» habría recabado el 34,54% de las papeletas. Hasta el momento, el «Sí» ha logrado 425.026 votos, por los 805.616 del «No». El «No» se opone a que el presidente del país americano, Evo Morales, pueda reformar la Constitución para abordar un cuarto mandato. De confirmarse, se trataría de la primera derrota política de Evo Morales, en el poder desde 2006. La participación ha sido del 87,33%.
Los resultados provisionales han desatado festejos en las principales ciudadades capitales, donde los líderes de la oposición y activistas en favor del «No» han anunciado el inicio de un nuevo tiempo político sin Morales en la Presidencia. En Santa Cruz, al este del país, el gobernador Rubén Costas ha celebrado los datos con un acto en las calles, donde ha afirmado que el resultado muestra que la población ha optado por la alternancia y respeto a la Constitución. En La Paz, la capital política del país, el excandidato a la Presidencia y jefe de Unidad Nacional, Samuel Doria Medina, ha señalado que se trata de una victoria contra la concentración del poder. «Hoy se ha sepultado el proyecto de convertir al país en proyecto de un solo partido, en convertir a nuestro Estado en autoritario. Ésta es la victoria de la ciudadanía sobre el poder. Ésta es la victoria del pueblo sobre el abuso», ha afirmado.
En esa misma línea se han pronunciado el expresidente Jorge Quiroga Ramírez y el alcalde de Cochabamba, José María Leyes. El exaliado de Morales y ahora gobernador de la Paz, Félix Patzi, ha considerado que el resultado de la votación permite retormar el rumbo de la democracia. «Estábamos en camino hacia la tiranía», ha advertido. Morales, conductor de autodefinida revolución socialista comunitaria en Bolivia, gobierna el país desde hace una década y cumple su tercer mandato en 2019. Para este domingo había proyectado una victoria del «Sí» con el 70% de los votos, alentado por los exitosos resultados electorales que obtuvo desde que en 2005 ganó su primera elección presidencial con el 53,72%. En la última, hace un año y tres meses, ganó con el 61,3%.
Los resultados revelaron las encuestas durante la noche del domingo fueron completamente distintos a su predicción, pero pese a ello el oficialismo interpretó que no hubo una derrota, sino un «empate técnico» que se resolverá con el resultado de la votación en el área rural, donde el oficialismo tiene amplio respaldo. Esta vez no fue Morales quien salió a evaluar la jornada electoral en nombre del oficialismo, fue el vicepresidente Álvaro García Linera. «Estamos ante un clarísimo empate electoral técnico… Es altamente probable que esas cifras de modifiquen de una manera drástica», ha afirmado, para luego explicar que ello ocurriría a medida que lleguen los resultados oficiales de la zona rural.
García Linera ha indicado que los festejos de la oposición se han precipitado. «Considero que el festejo forzado que están haciendo algunos funcionarios públicos de algunas alcaldías y gobernaciones es innecesario, y no vaya a ser que su festejo forzado se convierta en llanto», ha advertido. De acuerdo a los resultados electorales, el «No» ha ganado en seis de los nueve departamentos del país (Chuquisaca, Potosí, Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija) mientras que el respaldo a la reforma constitucional ha conseguido apoyo en tres (La Paz, Cochabamba y Oruro).
Su fallida apuesta recuerda a la de Hugo Chávez en 2007, cuando en pleno auge económico de Venezuela, con el barril de petróleo por encima de los 100 dólares, perdió el referéndum para modificar la Constitución por un escaso margen. Después de la victoria de Mauricio Macri en Argentina, la derrota del chavismo en las elecciones parlamentarias de diciembre y la decisión de Rafael Correa de no concurrir a las presidenciales de Ecuador en 2017, Morales se ha convertido en el último bastión de la izquierda latinoamericana, un título que pretende luchar hasta el último voto.
La jornada electoral se registró en el marco de ”absoluta normalidad“, según la presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Katia Uriona, exceptuando un ”caso aislado“ en Santa Cruz, donde unos electores molestos por los retrasos quemaron urnas electorales vacías.