La acelerada revolución sexual que experimenta China
La lucha legal de los homosexuales en China: Un paso cada día
¿Está vivendo China una revolución sexual sin precedentes?
El desarrollo económico y la apertura al exterior han ayudado a la sociedad china a tener una postura hacia el sexo similar a la de Occidente, aunque choca con un Gobierno que mantiene leyes rayanas al puritanismo que, según los expertos, tendrán que caer pronto si quieren adaptarse a la realidad.
El gigante asiático, que durante siglos mantuvo una postura muy cerrada hacia el sexo -que se acentuó todavía más con la llegada del maoísmo-, vive desde los años 70 una “lenta revolución sexual”, en palabras de la sexóloga china Li Yinhe, la más célebre defensora en su país de reformas que acompañen a esa liberación.
China sufre un gran contraste entre la visión del ciudadano de a pie, que en 30 años ha pasado a ver el sexo con naturalidad, y unas leyes que continúan prohibiendo la pornografía y el sexo en grupo, o persiguen a la prostitución buscando humillar públicamente a quienes la ejercen.
Esto rechina en un país donde se habla de sexo con cada vez mayor apertura, la pornografía se consume con normalidad o el sexo premarital, que hace 30 años era practicado por sólo un 15 por ciento de la población, ahora se da entre más del 71 por ciento.
En las dos últimas décadas se produjo un cambio revolucionario en la mente y el comportamiento de la población china hacia el sexo, un proceso cuidadosamente observado, y a veces alentado, por la primera mujer sexóloga del país, Li Yinhe.
"Según una encuesta que hice en 1989, el 15,5 % de la población tuvo sexo antes del matrimonio", dice Li Yinhe. "Pero en la encuesta que hice hace dos años, esta cifra aumentó hasta el 71 %".
Y ese es tan sólo uno de los fugaces cambios que Li registró durante su carrera.
Ella misma utiliza la palabra "revolución", y es fácil entender por qué.
Actos "vandálicos"
Hasta 1997, tener relaciones sexuales antes del matrimonio era ilegal y podía ser procesado como "vandalismo".
Lo mismo sucedía con la pornografía, la prostitución y las fiestas de swingers (intercambio de pareja).
En 1996, el propietario de una casa de baños fue condenado a muerte por organizar prostitución, dijo Li en una conferencia en la Institución Brookings, en Wahsington, EE.UU., el año pasado.
Pero ahora se practica ampliamente. Y el mayor castigo, según Li, es que te cierren el negocio.
De igual manera, quienes publicaban pornografía también podían ser sentenciados a muerte en la década de 1980, así como quienes organizaban fiestas sexuales.
Ahora, el castigo por la publicación de pornografía es menos draconiano, y las fiestas de intercambio de pareja, aunque continúan siendo ilegales, son bastante habituales.
"Nadie informa sobre estas fiestas, así que (las autoridades) no se dan cuenta", dice Li.
Escribiendo sobre lo prohibido
Siendo una joven socióloga, Li pasó much tiempo en la década de 1980 estudiando en Pittsburg, EE.UU.
Cuando volvió a China, se encontró con un país que todavía vivía en el clima puritano establecido por el líder comunista Mao Zedong.
En los primeros años de gobierno comunista, escribir sobre amor era considerado burgués.
Comenzó a ser posible a finales de la década de 1950, dice Li, pero escribir sobre sexo estuvo prohibido hasta los años 80, e incluso entonces tan sólo los autores podían llegar tan lejos.
El libro de Li, "La Subcultura de la Homosexualidad", publicado en 1998, sólo podían comprarlo aquellos que tuvieran cartas de invitación de sus empleados u ocuparan puestos de responsabilidad.
Y la postura oficial frente a su libro "La Subcultura del Sadomasoquismo", publicado casi al mismo tiempo, era aún más extrema.
"Me dijeron que quemara todas las copias. Pero para entonces ya habían sido vendidos 60.000 ejemplares. Así que la notificación de quema se quedó sin resolver", dice Li.
Su traducción de un libro sobre la bisexualidad fue rechazada por los editores chinos, y tuvo que ir más allá de la China continental y de Hong Kong, hasta dar con alguien que publicara su propio estudio sobre la polisexualidad.
Pero el partido comunista comenzó, cada vez más, a contemplar la sexualidad como un asunto privado, y Li obtuvo una libertad relativa en su investigación académica y en sus publicaciones.
"Li Yinhe se define como una académica de vanguardia que está introduciendo los estándares internacionales sobre la sexualidad. Y por eso sus colegas la toleran, así como el público en general y el propio gobierno", dice Haiqing Yu, coautor del libro "Sexo en China".
Repercusiones de la política de hijo único
Uno de los primeros impulsos que fomentaron el cambio en las actitudes hacia el sexo, según Li, fue la política de hijo único del Partido Comunista, que se aplicó entre 1979 y 2015.
"La política de hijo único permitía a la gente tener tan sólo uno o dos hijos. Así que, a menos que dejaran de tener sexo después (de tener hijos), cambiaba el propósito de las relaciones sexuales", dice Li.
"Tener sexo por placer también quedaba justificado".
"La gente está experimentando un cambio revolucionario en su mente y en su comportamiento, y mi investigación es una de las primeras que habla sobre esa lucha", asegura.
"Cuando di una conferencia en Tianjin (al noreste de China), asistieron más de 1.000 personas. Creo que el deseo reprimido en los corazones de la gente ha salido hacia afuera".
El tabú de la homosexualidad
Acusada por un bloguero de ser una lesbiana reprimida, Li respondió en diciembre de 2014 con una publicación en su blog en la que hablaba de su relación, desde hace 18 años, con un hombre transgénero.
Para su sorpresa, la reacción fue mayoritariamente positiva y la pareja fue fotografiada para la portada de People Weekly, una popular revista.
"Creo que encuentran la transexualidad más aceptable que la homosexualidad", dice Li.
"¿Por qué? Porque un transexual se define como un heterosexual atrapado en un cuerpo equivocado. Pero la verdadera señal de tolerancia social es la actitud de la sociedad hacia la homosexualidad", explica la sexóloga.
La homosexualidad no fue eliminada de la lista oficial de enfermedades mentales en China hasta el año 2001 y los derechos de los gays todavía son limitados.
El matrimonio entre personas del mismo sexo no es legal, no hay protección contra la discriminación de las personas homosexuales en el lugar de trabajo, y un documental con cámara oculta publicado el año pasado reveló que los médicos todavía ofrecen terapias de electrochoque para "curar" la homosexualidad (aunque un tribunal de Pekín se pronunció recientemente en contra de esta práctica).
Pero Li cree que los derechos de los gays también evolucionarán gradualmente.
Los hombres y mujeres homosexuales solían ser invisibles en la sociedad china, asegura, pero han salido a la superficie en los últimos años.
Un artículo positivo en el China Daily sobre la marcha del orgullo gay en Shanghái en 2011 fue un punto de inflexión, junto a otros medios oficiales que siguieron el ejemplo de ese periódico y comenzaron a mencionar a la comunidad LGTB (lesbiana, gay, bisexual y transgénero), dice Li.
Su obra "Addiction" (adicción), un drama sobre cuatro adolescentes homosexuales, tuvo gran éxito en iQiyi, la plataforma audiovisual en Internet por excelencia en China, hasta que fue eliminada hace algunos días sin explicación alguna, generando millones de mensajes de indignación en el sitio de microblogging Weibo.
La propia Lu envió varias propuestas al Parlamento chino pidiendo la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, algo que cree que pasará algún día, aunque es difícil predecir cuándo.
"La homosexualidad será más aceptada", dice.
"Focault (el filósofo francés) dijo una vez que no existe sociedad en el mundo donde el sexo sea absolutamente libre. Siempre hay restricciones. Pero yo creo que cuanta mayor libertad sexual ofrece una sociedad, más feliz es la gente".
La lucha legal de los homosexuales en China: Un paso cada día
En China la discriminación está prohibida por ley y la homosexualidad dejó de estar penada en 1997, pero aún quedan muchos pasos por dar sobre todo en materia de derechos sociales y por eso los principales activistas LGTB chinos ya han empezado a recurrir a la justicia.
Aunque la aceptación del colectivo ha dado notables pasos adelante -de hecho no se producen actos discriminatorios significativos ni delitos de odio-, no ha terminado de desaparecer ese clima de desconocimiento y prejuicio, especialmente a nivel familiar. Todavía existen en el país asiático clínicas que usan el electrochoque para “curar” la homosexualidad o libros que definen la atracción por el mismo sexo como una “desviación”, a pesar de que ya hace catorce años que la homosexualidad se eliminó oficialmente del registro de enfermedades mentales.
Esa no aceptación dentro del ámbito familiar se traduce en coacciones de padres a hijos para que se casen y tengan descendencia. Muchos acaban cediendo a la presión y casándose con personas que desconocen su verdadera orientación sexual mientras que otros optan por matrimonios de conveniencia entre gay y lesbiana.
El segundo informe sobre la comunidad LGBT del grupoWorkforLGBT, divulgado este mes y que sondeó a casi 19.000 personas, destaca que apenas el 6% de lesbianas han salido del armario. Entre los hombres, el porcentaje es del 3%. Para el 77% de gays y el 80% de lesbianas, la presión familiar es su principal preocupación.
“Las organizaciones pro derechos LGBT han comenzado recientemente a entender que las demandas judiciales y los cambios en la política son muy importantes. Muchas han empezado a recabar datos para demostrar esta discriminación y convencer a los abogados y al Gobierno”, explica otro activista.
Este año los tribunales han visto otros dos casos sobre derechos de los gays. La estudiante Chen Qiuyan conseguía esta semana llevar ante un tribunal al Ministerio de Educación tras descubrir que los libros de su Universidad siguen calificando la homosexualidad como un “desorden” patológico. Y el director Fan Popo ha presentado una demanda contra la súbita censura en Internet de su película Mama Rainbow, sobre las relaciones entre madres y sus hijos homosexuales.
“Quiero que me expliquen las razones para bloquearlo. Me dicen que mi vídeo es perjudicial para la sociedad. Pero se muestra todo este amor de estas madres ¿Qué daño puede hacer a la sociedad el amor maternal?”, declara Fan. La denuncia de la estudiante ha sido denegada y la del director está pendiente de sentencia.
De momento, los resultados de estas iniciativas aún parecen limitados. Las clínicas “correctoras” siguen existiendo y al menos un 10% de los psiquiatras, según el informe de WorkForLGBT, aún cree necesario el uso de terapia. Pasos más avanzados, como el matrimonio igualitario, parecen estar a años luz.
Pero poco a poco se van logrando más avances. Fan Popo recuerda que la asociación PFLAG (Padres, Familias y Amigos de Lesbianas y Gais) de China comenzó su primera reunión con solo cuatro familias. Hoy son más de mil. Y aunque Mama Rainbow se haya suprimido sin explicaciones, la censura sí ha cedido en otro caso. La coproducción francochina Seek McCartney, del director Wang Chao, cuyos personajes centrales son abiertamente gays, recibió en septiembre el visto bueno de las autoridades para su exhibición en cines.
Hombre le pide matrimonio a su novio en metro de China
Un momento romántico se vivió en medio de un festival de otoño en China. Los pasajeros del subterráneo de Pekín fueron testigos de la proposición de matrimonio de un hombre a su pareja gay, hecho que fue compartido en Facebook, convirtiéndose en viral.
Un testigo indicó que de pronto un hombre se arrodilló en el metro de China y sacó un reloj en una caja para pedirle que se case con él. “Aparentemente su novio estaba sorprendido, pero dijo sí feliz y se puso el reloj”, relató a CCTV News.
La pareja recibió los aplausos de los testigos de este inusual hecho romántico en un tren de China, y se convirtieron en tendencia en la red social Weibo.
CCTVNews compartió imágenes del pedido de matrimonio en su página deFacebook , consiguiendo más de 34.000 ‘likes’ y siendo compartida por cientos de miles de usuarios.