La testosterona puede mejorar
tu desempeño sexual pero no tu vitalidad
David Bostick, de 71 años, vive en Pittsburgh y es uno de los participantes en el estudio sobre el impacto de la testosterona en gel
Por Gina Kolata
Desde hace tiempo, más de un millón de hombres ha depositado la esperanza del rejuvenecimiento, la energía y el aumento de la libido en geles de testosterona. Pero no existía un estudio bien fundamentado que examinara si ese tipo de terapias ofrece algún beneficio real para hombres sanos con bajos niveles de testosterona.
La New England Journal of Medicine publicó los primeros resultados de una investigación que trata de responder a esa pregunta. A pesar de que los beneficios son escasos, especialmente en el desempeño sexual, el estudio ha sido un hito, dijo el Dr. Eric S. Orwoll, profesor de medicina en la Oregon Health and Science University, pues es la primera fuente de información fiable de los efectos de la testosterona sobre algunos de los problemas que supuestamente trata.
Hay doctores que esperan que estos resultados, si bien modestos, puedan aportar algo de sensatez a la manía por la testosterona. El Dr. Sundeep Khosla, decano del Mayo Clinic College of Medicine, dijo:
“Francamente han abusado mucho de ella”. Los hombres, seducidos por la publicidad, piden el medicamento; incluso, el Dr. Khosla afirmó haber escuchado de doctores que lo recetan sin medir antes los niveles de testosterona del paciente para comprobar que estuvieran bajos.
“Yo espero que el estudio tenga como consecuencia una actitud más conservadora. Se está recetando mucho y no parece que surta un gran efecto para el hombre promedio”, comentó el Dr. Orwoll.
En el estudio, dirigido por Perelman School of Medicine de la Universidad de Pensilvania, y patrocinado por National Institute of Health y AbbVie, fabricante del gel de testosterona AndroGel, participaron 790 hombres, de 65 años en adelante que, para su edad, tenían niveles bajos de esta hormona.
Los niveles de testosterona normalmente disminuyen con la edad y los hombres del estudio presentaban índices bajos de la hormona: menos de 275 nanogramos por decilitro de sangre. Algunos dijeron haber perdido su apetito sexual, otros que caminaban más despacio y otros que estaban desanimados, como si hubieran perdido su impulso vital. De manera aleatoria, durante un año, se les suministró un placebo a unos y AndroGel a otros.
Como se esperaba, los que usaron el medicamento salieron con niveles de testosterona considerablemente más altos, como los de hombres de entre 19 y 40 años. Pero los científicos querían saber si se sentían o actuaban diferente.
Los participantes con una disminución en su capacidad sexual señalaban un aumento moderado de su apetito y habilidad sexual, aunque para las erecciones un medicamento como Viagra o Cialis es más eficaz, según estos científicos. Los que señalaron síntomas de depresión también sintieron una leve mejora en su humor. Pero el gel no tuvo ningún efecto visible en hombres que se quejaban de menor vitalidad o en los que caminaban más lento.
El estudio solo buscaba efectos a corto plazo y la muestra era demasiada pequeña como para resolver esa vieja duda sobre los geles de testosterona: si usarlos aumenta el riesgo de problemas cardiacos, cáncer de próstata y otras enfermedades, de acuerdo con el Dr. Richard J. Hodes, director del National Institute on Aging de Estados Unidos.
Hace unos 15 años y preocupado por el creciente número de hombres que usaban geles de testosterona, el Dr. Hodes, junto con administradores del Department of Veteran Affairs, sugirió hacer una prueba clínica a gran escala que involucrara a miles de hombres y durara muchos años para saber de manera concluyente cuáles eran los riesgos y beneficios del tratamiento de testosterona.
Su plan encontró cierta oposición por los riesgos que implicaba para los participantes, no solo de cáncer sino, como supieron después, de problemas cardiacos y pruebas de antígeno prostático (PSA) —los exámenes de sangre para detectar el cáncer de próstata—. La testosterona aumenta los niveles de PSA, y a los hombres con niveles altos generalmente se les hacen biopsias de próstata para ver si hay cáncer. Pero en las pruebas clínicas amplias, los científicos no saben a quién se da el medicamento y a quién el placebo, así que miles de hombres tratados con testosterona tendrían que hacerse biopsias solo por los niveles de PSA elevados a raíz del gel y no de un cáncer.
Un grupo de expertos aconsejó al Dr. Hodes que comenzara con un estudio en el que se investigara si la testosterona tiene efectos positivos en hombres mayores sanos con niveles bajos de la hormona. Si no hay beneficio, ¿para qué hacer una prueba?
El resultado es este nuevo estudio. Los geles de testosterona usados por los participantes no son tan potentes como las dosis altísimas de testosterona y otras hormonas parecidas que los atletas y fisicoculturistas se inyectan para aumentar músculo y mejorar su desempeño.
Quienes se quedan sin testosterona debido a enfermedades serias usan la hormona como tratamiento; según los científicos es una práctica que no se pone en duda.
Pero persisten los miedos por los posibles riesgos. El verano pasado, la Food and Drug Administration anunció que había pedido a los fabricantes de geles de testosterona que llevaran a cabo una prueba clínica con una muestra amplia para evaluar si el uso del medicamento conlleva riesgos para el corazón. Las compañías la están diseñando, dijo Moyry Smulevitz, portavoz de AbbVie.