Reflexiones de Obama:
“Lo que vi y escuché en Cuba se quedará conmigo para siempre"
El presidente de los Estados Unidos evoca los momentos más memorables de su reciente encuentro con el pueblo cubano.
El presidente Obama aplaude una carrera de los Rays de Tampa Bay durante el partido
de exhibición con Cuba en el Estadio Latinoamericano el 22 de marzo (Pete Souza, White House)
La Embajada de los Estados Unidos en Cuba compartió este viernes en su página de Facebook nuevas fotos y un post del presidente Barack Obama fechado el pasado 23 de marzo que la legación presenta así: “Lo que vi y escuché se quedará conmigo para siempre” – El Presidente Obama reflexiona sobre su viaje a Cuba.
A continuación una traducción al español del texto:
Han transcurrido casi 90 años desde que un presidente de los Estados Unidos visitara Cuba. Y en el último medio siglo, la noción de un presidente estadounidense en La Habana habría sido inimaginable.
Pero esta semana, gracias a que estamos trabajando para normalizar las relaciones con Cuba, yo pude cruzar el estrecho de la Florida y reunirme con el pueblo cubano, y escucharlo. Me hablaron de sus esperanzas y sus luchas, y conversamos acerca de lo que podemos hacer juntos para ayudar a los cubanos a mejorar sus vidas.
Lo que vi y escuché esta semana se quedará conmigo para siempre.
El presidente Obama y su hija Malia conversan con el chef
y propietario de la paladar "San Cristóbal", Carlos Cristóbal Marquez (White House)
No olvidaré la belleza de Cuba y el orgullo que los cubanos sienten por su cultura. En nuestra primera noche, Michelle, Malía, Sasha y yo caminamos por La Habana Vieja, donde cada edificio, pasaje y plaza parecen llenos del espíritu y la ilustre historia del pueblo cubano. Tuvimos una maravillosa cena en una de las paladares de La Habana, esos restaurantes a menudo operados por familias donde estadounidenses y cubanos pueden reunirse y charlar mientras saborean unos tostones.
Voy a recordar el espíritu innovador de los emprendedores cubanos, especialmente los cuentapropistas, que operan pequeños negocios propios como alquiler de casas particulares, salones de belleza, peluquerías y servicios de taxi. Estos hombres y mujeres, muchos de ellos jóvenes, son el rostro del pequeño pero creciente sector privado de Cuba, y yo tuve el orgullo de anunciar nuevas asociaciones para ayudarles a iniciar y desarrollar sus negocios. Eso incluye ayudar a más cubanos a conectarse a la Internet y la economía mundial.
Voy a recordar el coraje de los defensores cubanos de los derechos humanos que conocí, muchos de los cuales han sido hostigados, detenidos o encarcelados simplemente por defender la igualdad de derechos y la dignidad para cada cubano. Me hablaron de su labor en la promoción de las libertades de expresión, de reunión, de prensa y de religión, y les prometí que Estados Unidos seguirá defendiendo en Cuba los derechos humanos universales tal como lo hacemos en el todo el mundo.
Recordaré la pasión de los cubanos, sobre todo cuando se trata de nuestro amor compartido por el béisbol: la pelota. En el estadio de La Habana, el presidente Castro y yo presenciamos como los Rays de Tampa Bay se enfrentaban a la selección nacional de Cuba, en el primer partido (con un equipo) de béisbol profesional entre nuestros países en 17 años. Permítanme decirles que (ver a) decenas de miles de aficionados cubanos animando a su equipo ... es algo emocionante. Pero cuando todos nos pusimos de pie para (escuchar) nuestros himnos nacionales fue un momento inolvidable, que nos recordó la amistad y el respeto mutuo entre el pueblo estadounidense y el pueblo cubano.
"Más que todo voy a recordar a los cubanos que se congregaron en las calles, milla tras milla, para saludarnos"(Pero) quizás, más que todo, voy a recordar a los cubanos que se congregaron en las calles, milla tras milla, para saludarnos. Eran hombres, mujeres y niños, sonriendo, saludándonos con las manos, tomando fotos. Algunos incluso agitaban banderas americanas, otra escena que habría sido inimaginable no hace mucho . En los rostros de estos cubanos vi la esperanza de un futuro más luminoso.
El pueblo cubano está listo para una nueva relación entre nuestros dos países. La mayoría de los estadounidenses ─ incluyendo a muchos cubanoamericanos─ apoyan también nuestro nuevo enfoque. No va a ser fácil. El largo camino por delante nos depara avances y retrocesos. Pero los cubanos que conocí esta semana reafirmaron mi esperanza de que, juntos, podemos triunfar.
Traducción de Rolando Cartaya