Almodóvar y el trasfondo lésbico de 'Julieta'
Historias de amor desesperado, separaciones forzosas, reencuentros,
culpa, miedo y remordimientos en la mejor tradición del realizador de “Todo sobre mi madre”.
Con “Julieta” Pedro Almodóvar vuelve al cine con mayúsculas. Aunque también se deja en el tintentero uno de los puntos que más lo diferencian del resto de directores españoles: ese humor incisivo y surrealista a favor de un tono serio que acaba haciendo de su “Julieta” un melodrama agobiante salvado por la pericia narrativa de su director y guionista, la solvencia de un reparto cuidadosamente elegido -encabezado por una espléndida Emma Suárez- y su equipo habitual.
Estamos ante otra historia de secretos y medias verdades, con alusiones y claves sobre una España que no desaparece lastrada por instituciones que impiden la realización de algunas personas, a lo que se añaden nuevas y viejas relaciones de pareja o dentro de núcleos familiares enrarecidos.
Con una hermosa y entristecida partitura de Alberto Iglesias, Julieta nos devuelve al mejor Almodóvar, que narra con pulso firme, manejando decorados, elipsis, guiños culturales y esas puyas al catolicismo que, no obstante, impregnan de una manera “bizarra” toda su obra. Historias de amor desesperado, separaciones forzosas, reencuentros, culpa, miedo y remordimientos en la mejor tradición del realizador de “Todo sobre mi madre”.
Tal vez haya cierto esquematismo en la definición de algunos secundarios (como esa Rossy de Palma desagradable pero que no acaba de resultar divertida en su obtuso papel de “ama de llaves” fisgona) y en esta ocasión, a pesar de lo evocador de la forma, el realizador intente contar demasiado dejando muchos cabos sueltos en una historia menos rocambolesca y disparatada, pero igualmente compleja, estilizada y trágica que otras suyas.
Pero, si hasta en el Almodóvar más negro (“Hable con ella”, “La mala educación”, “La piel que habito”) encontrábamos un saludable sentido del humor surrealista, en esta refinada y visualmente cautivadora “Julieta” (todo un recital interpretativo con un guión que hace equilibrios) echamos de menos ese humor buñuelesco, esa garra cañí e irreverente que lo distingue de otros grandes directores de su generación. Opta por la metáfora en lugar de la paradoja. Por evocar o deconstruir el mito en vez de derribarlo.
A pesar de esa frialdad y seriedad que estropean parte de Julieta, se trata de una de sus grandes películas porque logra que el espectador nuevamente se sienta parte de una historia de amor y dolor que, en su exceso encuentra su equilibrio, en sus referencias ocultas sus verdades más ácidas, en su pequeñez su grandeza y en sus referencias al drama literario su capacidad de trascenderlo hacia algo más.
Un nuevo viraje en la carrera de un maestro que, no obstante, parece, en esta ocasión, empeñarse demasiado en que “lo tomemos muy en serio”, tras la brillante gamberrada marica de “Los amantes pasajeros”.
Basada en varios relatos de Alice Munro, Julieta es un filme, de transfondo lésbico, cuya complejidad y capas de lectura, como la de otros suyos, pide un segundo y atento visionado.
"Julieta", el peor estreno de Almodóvar en España de la última década
Almodóvar se vio obligado a suspender la semana pasada parte de la promoción de Julieta debido a la revelación de los papeles de Panamá, que incluían su nombre y el de su hermano Agustín
El último filme de Pedro Almodóvar, Julieta, recaudó 683.000 dólares en los tres primeros días en cartelera en España, según datos provisionales de Rentrak, lo que la sitúa como el peor resultado del director español en más de una década.
Su anterior trabajo, Los amantes pasajeros (2013) cosechó 1,9 millones de euros en los tres primeros días, si bien hay que tener en cuenta que se trataba de una comedia, un género que siempre tiene más tirón en taquilla.
Los abrazos rotos (2009) amasó en el mismo periodo 912.000 euros; Volver (2006), uno de sus mayores éxitos -en total obtuvo más de 10 millones de euros- , recaudó en su debut 1,8 millones de euros; y La mala educación (2004), 1,2 millones de euros.
Almodóvar se vio obligado a suspender la semana pasada parte de la promoción de Julieta debido a la revelación de los papeles de Panamá, que incluían su nombre y el de su hermano Agustín como gestores de una sociedad opaca en un paraíso fiscal a principios de la década de los 90.
Julieta solo se ha estrenado por el momento en España y medios especializados apuntan a que estará incluida en la programación del próximo Festival de Cannes, que este jueves hace públicas las películas de su 69 edición.