Bolivia aprueba una ley de identidad de género.
Bandera Gay de Bolivia
Por dosmanzanasCon solo un día de diferencia, Cámara de Diputados y Senado de Bolivia han aprobado la ley que permitirá a las personas trans modificar legalmente su nombre, imagen y referencia al sexo en toda la documentación pública y privada vinculada a su identificación. Se trata de un importante avance en el reconocimiento de la realidad jurídica de las personas LGTB en un país cuya Constitución es una de las pocas del mundo que prohíbe explícitamente la discriminación por razón de orientación sexual o identidad de género, pero que en la práctica permanecía como uno de los más atrasados de América Latina en esta materia.
La ley, que se espera sea promulgada este mismo sábado, define la identidad de género como “la vivencia individual del género tal como cada persona la siente, la vive y la ejerce ante la sociedad, la cual puede corresponder o no al sexo asignado al momento del nacimiento. Incluye la vivencia personal del cuerpo que puede implicar la modificación de la apariencia corporal libremente elegida, por medios médicos, quirúrgicos o de otra índole”. En este sentido, las personas trans que deseen modificar sus datos podrán presentar ante el Servicio de Registro Cívico (SERECÍ) una serie de requisitos administrativos. El SERECÍ dispondrá de 15 días para emitir una resolución que autorice el cambio con el nuevo nombre propio y dato de sexo en la partida de nacimiento y la extensión de un nuevo certificado de nacimiento.
Cabe añadir que el apoyo o rechazo de la ley de identidad de género ha desbordado los límites partidarios. Miembros tanto del bloque oficialista como de la oposición han votado en conciencia, a favor y en contra. “Es solo una ley que permite devolverle la vida, la posibilidad de la felicidad a cientos de personas que sufren discriminación y violencia que llega hasta la muerte”, señaló la presidenta de la Cámara de Diputados, Gabriela Montaño. “Este no es debate moralista entre conservadores y progresistas, sino sobre el cumplimiento del Estado de aplicar los derechos humanos y poner en vigencia derechos universalmente reconocidos, no se trata de diferencias ideológicas, sino entre los que queremos materializar derechos y los pocos discriminadores presentes”, sostuvo por su parte la presidenta de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, Susana Rivero. “Tenemos la posibilidad histórica para avanzar en temas de legislación y consolidación de criterios de igualdad, dignidad y de derechos que hacen a la condición de seres humanos”, subrayó por su parte el diputado de la opositora Unidad Demócrata, Wilson Santamaría.
“En nuestras manos está hacer la vida más fácil a personas que estuvieron maltratadas, que son bolivianas, que pagan sus impuestos, que viven una realidad de discriminación injusta, dura”, señaló por su parte el diputado Manuel Canelas, de Movimiento Al Socialismo, y primer diputado abiertamente LGTB de la historia de Bolivia.
Una ley que no está a la vanguardia, pero que supone un avance importante
La aprobación del texto en la Cámara de Diputados fue recibida con muestras de visible alegría por un grupo de personas trans que siguieron el largo debate desde uno de los palcos del hemiciclo. No es para menos. Hasta ahora, la modificación del nombre y el sexo legal no estaba regulada en Bolivia, y el colectivo trans se enfrentaba a un calvario judicial para intentar ver reconocida oficialmente su identidad de género. Según explicó en su momento Rayza Torriani, presidenta de la Red Nacional de Personas Trans de Bolivia (Red TreBol), el proceso duraba hasta dos años y estaba “lleno de estigmatización y discriminación”. “Hay personas que lo consiguieron, pero pasaron toda una travesía de maltratos y burlas”, añadía.
Es cierto que el proyecto finalmente aprobado no se sitúa a la vanguardia de las legislaciones en materia de identidad de género. La modificación de los datos no podrá hacerse hasta la mayoría de edad e impone una serie de limitaciones, algunas de ellas importantes, como la carencia de vínculo matrimonial o la necesidad de un informe psicológico que acredite, no que la persona padece trastorno alguno, sino que conoce y asume voluntariamente las implicaciones de su decisión.
La nueva legislación boliviana es, en este sentido, parecida a la hoy vigente en España, que data de 2007. Legislaciones que quedan aún lejos de lo que puede considerarse una norma plenamente despatologizadora, al estilo de las que otros países de América Latina, como la vecina Argentina, han adoptado ya. Pero sin duda un paso de gigante respecto a la situación previa por el que felicitamos al activismo boliviano.
La ley, impulsada por el Gobierno y el partido del presidente Evo Morales, recibió votos a favor de las tres bancadas parlamentarias, aunque ninguno de los partidos la apoyó unánimemente.
El director de la asociación privada Capacitación y Derechos Ciudadanos, el abogado Martín Vidaurre, implicado en la elaboración de la norma, destacó a Efe que con la nueva ley se normaliza "un derecho humano que no estaba reconocido para el colectivo, el derecho a la personalidad y la identidad jurídica".
Vidaurre destacó que se trata de "una ley histórica" porque a partir del reconocimiento de la identidad de género estas personas "podrán ejercer todos los demás derechos humanos que les correspondan".
El abogado explicó la diferencia entre los dos sectores beneficiados con la norma.
Los transexuales son quienes han construido su género contrario al sexo asignado al nacer recurriendo a alguna intervención médica, mientras que los transgénero son las personas que cambian su identidad de género sin recurrir a transformaciones corporales.
"Existía una discriminación absoluta para estas personas porque su apariencia no coincidía con su identidad legal", explicó.
Se trata de una circunstancia que generaba problemas en instituciones públicas y privadas, agregó.
El abogado defendió una agenda de ampliación de derechos cuyos pasos sucesivos serían una norma que permita el derecho a formar una familia independientemente de la orientación e identidad sexual y tipificar los crímenes de odio por razones de identidad de género.
El único asambleísta abiertamente homosexual de Bolivia, el oficialista Manuel Canelas, sostuvo el jueves tras la aprobación de la norma en la Cámara de Diputados que la ley supone ampliar los derechos de algunos bolivianos sin quitar derechos a los demás.
"En nuestras manos está hacer la vida más fácil a personas que estuvieron maltratadas, que son bolivianas, que pagan sus impuestos, que viven una realidad de discriminación injusta, dura", agregó.
Por contra, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) rechazó en un comunicado la aprobación de la ley y criticó que "no ha merecido el debate público, el consenso necesario y la divulgación".
La Iglesia católica señala que es una norma que afecta al conjunto del país "porque afecta la dignidad del ser humano y el valor de las mujeres y los varones, y pone en tela de juicio" los principios del sistema de derechos humanos.
Al respecto, Vidaurre dijo que su organización no entra en discusiones "con ninguna iglesia porque consideramos que es un tema de derechos y no de religión".
Ante la ausencia del presidente Morales, que está de viaje en Cuba, se prevé que el vicepresidente Álvaro García Linera promulgue la ley este sábado en el Palacio de Gobierno.
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