FLORES PARA ORLANDO
Hoy cumple una semana del cruel ataque al club gay Pulse en Orlando, Florida a manos de Omar Mateen, un hombre homofóbo,
vinculado al ISIS, ciertamente algo desequilibrado y del que se sospecha que tenía tendencias homosexuales, al ser un asiduo del ambiente.
Martín Guevara Duarte -- Misceláneas de CubaAl cabo de una masacre criminal, no hay nada peor que los asesinos, pero inmediatamente después están los manipuladores para sacar tajada de los asesinatos, como pasó a la hora siguiente de los 49 asesinatos y los 53 heridos en el club nocturno Pulse, en Orlando, Florida, cuando los extremistas amantes de la jauría de la guerra, dijeron que el atentado lo había organizado Daesh, con pistas más tibias que la hermana del peroné.
Hoy se sabe que el criminal sanguinario, llamó al 911 dando vivas a Hezbolá y a Daesh, nada que ver, un pastiche de efluvios etílicos, como si tras un asesinato alguien declarase que lo hizo en nombre de Barrabás y del malo de Popeye.
A cada hora que pasa se va aclarando que era, primero que nada lo que ya se sabía: un violento homófobo, y luego en suma, lo que son la mayoría de los homófobos: un homosexual reprimido.
Aunque no tan reprimido, porque fue varias veces a ese mismo club, salía de allí beodo con frecuencia, y tenía en su terminal móvil una aplicación de citas gays.
En cuanto surgió la declaración de Daesh diciendo que se lo atribuían como se atribuyen todo lo que daña a Occidente, curiosamente, un público que jamás le creería una palabra a ningún musulmán ni siquiera moderado, en esta ocasión le creyeron con la velocidad de un rayo y a pies puntilla y sin revisar nada de los hechos, y por supuesto sin esperar las investigaciones del FBI.
Y lo más curioso es que este público tan crédulo frente a los divagues etílicos del asesino, no hayan reparado con carácter critico, ni siquiera tengan una opinión para el hecho de que el arma que acabó con la vida de esas pobres personas, y dejó heridas a tantas otras, la compró de venta corriente dos semanas antes, en una tienda de La Florida.
Más allá de que el Estado Islámico estén felices de atribuirse y de exaltar a este reprimido asesino amante de las armas de guerra y de las trancas de medianoche, más allá de que el extremismo islámico es un peligro permanente y una amenaza concreta, produce un profundo rechazo y desazón la prisa para intentar dos cosas, una, crear un ambiente propicio al odio al musulmán para fortalecer la posición xenófoba del candidato Trump a la vez que atacar al Presidente Obama por una presunta tibieza con los inmigrantes en general y los desdendencia árabe en particular.
Y la segunda, lanzar un globo sonda para auscultar el ambiente en favor de alguna nueva incursión o bombardeo que resulte atractivo para la industria armamentista.
Y es que el tema no trata de Republicanos vs. Demócratas, ya son numerosos los epublicanos de relevancia que han entrado en conflicto con Trump por sus actitudes alejadas de la éticas democrática y civilizada, desde el propio Jeff Bush que debió llamarle la atención y pedirle que se disculpase con su esposa de origen latinoamericano por sus declaraciones ofensivas con los inmigrantes, así como Mitt Romney Ted Cruz, Lindsey Graham, John McCain lo apoyó de mala gana criticando su actitud contra los inmigrantes, Marco Rubio, Lisa Bower, Eli Rubinstein, el propio presidente de la Cámara de Representantes Ryan rechazó la islamofobia del magnate. No se trata de republicanos, sino de Trump y el deseo de revivir una época dorada del imaginario colectivo sumado a la posibilidad de intentarlo con absoluta carencia de reflexión y sentido común.
Estados Unidos no es sólo el guardian de Estados Unidos, es junto a Francia el mayor valedor del mundo civilizado, el ejemplo de progreso y el garante del mundo libre.
Hechos como el sucedido en Orlando reafirman la fé y la convicción de los democrátas en que las sociedades civilizadas que día a día construímos, ante este dolor y esta afrenta, deben saber crecer en humanismo, en reflexión, en civismo, frente a la amenaza del oscurantismo.
*FBI pide a la exmujer de Omar Mateen que no revele la posible homosexualidad del atacante
La exmujer de Omar Mateen, el responsable de haber perpetrado una matanza que se cobró la vida de 49 personas en Orlando, afirma que tanto ella como su familia creían que el hombre era gay.
Sitora Yusufiy, la exesposa de Omar Mateen, el hombre que cometió en un club gay de Orlando el tiroteo masivo más letal en la historia de Estados Unidos, ha concedido una entrevista al canal brasileño SBR en la que afirmó que el FBI le solicitó que no hable con los medios de comunicación sobre la probable homosexualidad de Mateen.
Yusufiy, inmigrante de Uzbekistán, y su actual novio Marco Días, afirmaron que después de que el asesino cometiera el ataque, agentes del FBI hablaron con ella y le pidieron que no revelara a los noticieros estadounidenses que tanto ella como su familia y otras personas creían que Omar Mateen tenía tendencias homosexuales.
Días atrás se informó de que el atacante había jurado lealtad a la organización terrorista Estado Islámico cuando cometió el ataque, por lo que enseguida fue señalado como un terrorista islámico. Sin embargo, el hecho de que Mateen fuera homosexual indicaría que el ataque pudo haber tenido otro objetivo que el FBI intenta minimizar, destaca teleSUR.
El pasado domingo, Omar Mateen, entró en el club nocturno armado con un rifle de asalto militar y una pistola con los que perpetró la masacre que se cobró la vida de 49 personas.
El atacante, que también falleció, había utilizado en varias ocasiones un aplicación móvil de citas para homosexuales y había estado en varias ocasiones en ese mismo local.
Kevin West, un cliente habitual del club Pulse, ha contado que Mateen le había enviado mensajes de vez en cuando desde hace un año usando una aplicación para citas entre homosexuales llamada Jack'd, si bien nunca llegaron a quedar hasta que le vio el domingo entrando en el club antes de prepetrar la masacre.