Baños turcos y poca cerveza
Las medidas de ahorro energético han empezado a pegar en los cubanos de a pie
Roberto Jesús Quiñones Haces | Guantánamo, Cuba | Cubanet
La nueva situación de la economía cubana y las medidas adoptadas por el gobierno fueron informadas a la población el pasado jueves 7 de julio por el Ministro de Economía Marino Murillo Jorge. A ellas se refirió también el presidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, general de ejército Raúl Castro Ruz, en su discurso de clausura del VII Período Ordinario de Sesiones de la Octava Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.
Provocadas por limitaciones financieras consecuencia de la disminución de ingresos en las exportaciones y debido al incumplimiento del suministro de petróleo por parte de la República Bolivariana de Venezuela, las medidas están dirigidas al sector estatal y tratan de que la población no sufra su impacto, según trascendió en las sesiones de trabajo de los diputados.
Pero se ha conocido que ya han sido eliminados viajes del servicio público de ómnibus en la provincia, sobre todo en los municipios Imías, San Antonio del Sur y El Salvador. En este último municipio, según referencias de dos personas que viven en ese lugar, trabajan en Guantánamo y nos pidieron que preserváramos sus nombres, ya se han producido algunos cortes de electricidad, justificados debido a arreglos en las redes.
Llegaron los baños turcos a Guantánamo
Las medidas comenzaron a aplicarse en Guantánamo desde el pasado 1 de julio y aunque se ha afirmado que no perjudicarán a la población es imposible que eso no ocurra, porque, ¿acaso quienes trabajan con el sector estatal o realizan trámites en él no son personas?
El pasado jueves 7 de julio y el sábado 9 pudimos verificar el malestar que tales medidas provocan en trabajadores y personas que acuden a los bancos, tiendas y otros establecimientos.
El Banco de Crédito y Comercio de la calle Calixto García esquina a Carretera era a las diez de la mañana un verdadero baño turco. Fuimos para realizar una simple operación bancaria y salimos sudando la gota gorda. Los cajeros trabajaban manteniendo un abanico en movimiento constante pues se trata de una instalación construida para ser ventilada con aire acondicionado. Esto mismo ocurría en el banco ubicado en Calixto García esquina a Emilio Giro, que también mantenía su puerta principal abierta, única fuente de ventilación.
Al frente, la librería Asdrúbal López presentaba un panorama idéntico. Con paredes de mampostería y grandes ventanas de cristal, permanecer en ella en estas condiciones es insoportable. Encima se encuentran las oficinas del Centro Provincial del Libro y la Literatura, cuyos trabajadores, además de no poder usar el aire acondicionado, deben apagar las luces durante algún tiempo, lo que convierte en verdaderas grutas a los locales a los que no llega la luz solar.
La misma situación existía en las oficinas de Cubana de Aviación en la calle Pedro A. Pérez entre Carretera y Emilio Giro y en el Correo principal de la ciudad, frente al parque Martí, aunque para ser justos, los baños turcos llegaron a esta instalación hace varios años pues aunque fue concebida para que se le instalaran equipos de aire acondicionado central nunca se cumplió lo establecido en el proyecto.
Una canícula con muy poca cerveza
El déficit de cerveza en las tiendas recaudadoras de divisas son notorios. En la Feria El Guararey, situada en el noroeste de la ciudad de Guantánamo, no hay cervezas Cristal ni Bucanero, sólo cervezas Sol, Claro y Brahma, que son de importación pero no gozan de igual preferencia que las nacionales mencionadas precedentemente.
La cerveza Cacique, que vale veinte pesos y es la mejor que se vende en esa moneda, hace rato que no se oferta con asiduidad en el bar restaurante de dicho lugar, donde únicamente se estaba vendiendo este sábado 9 de julio cerveza Hatuey, que vale diez pesos y es de mala calidad. Tampoco hay cerveza Mayabe, que cuesta 18 pesos.
En los establecimientos situados en el centro de la ciudad se oferta una mayor variedad de cervezas, pero casi todas de importación y a precios exageradamente altos.
En medio de la carestía, la cerveza Presidente, producida en República Dominicana, ha sido importada en grandes cantidades y ha desplazado en la preferencia de los tomadores que pueden comprarla a casi todas las de importación. Desconozco cuánto vale en República Dominicana, aquí cuesta 1.00 CUC, lo mismo que las mejores cervezas nacionales.
Cuando regresaba a mi casa vi cómo descargaban en el bulevar guantanamero un camión lleno de estas cervezas y pensé: “¡Qué ironía! ¡Tanta abundancia de ‘presidentes’ cuando lo que más necesitamos y queremos los cubanos es poder elegir libremente a uno!”