Jerusalén celebra el Orgullo LGTB más multitudinario de su
historia un año después del asesinato de la joven de 16 años Shira Banki
Jerusalén acogió el más exitoso Orgullo LGTB de su historia
Un recorrido blindado y 2.000 policías desplegados consiguieron este jueves que la manifestación del orgullo gay en Jerusalén transcurriera sin incidentes.
Este año todo estaba pensado para que la homofobia no se adueñase de la jornada como en la edición pasada, cuando un extremista ultrareligioso judío,Yishai Shlissel, sesgó la vida de una joven israelí, Shira Banki, que murió apuñalada. Por eso esta vez el recorrido estaba acotado y los participantes tuvieron que pasar un estricto control de seguridad tras el que se les entregaba una pulsera con la se les permitía el acceso a la marcha.
Unas 25.000 personas se han manifestado en favor de la igualdad por las calles de la histórica ciudad, bajo fuertes medidas de seguridad. Su alcalde, Nir Barkat, declinó su asistencia para no “ofender” a los ultraortodoxos. Según ha explicado el primer edil, “al día siguiente del Orgullo necesitamos convivir. Soy un gran creyente de la tolerancia”. La gran participación en el Orgullo de Jerusalén se justifica por el asesinato de la joven Shira Banki en la edición del año pasado, la reciente prohibición del recorrido del Orgullo LGTB de Beerseba (que llevó a su cancelación) y que los activistas quieren mostrar su determinación frente a los extremistas.
30 sospechosos han sido detenidos, en previsión de que pudieran atacar a los manifestantes o provocar algún tipo de altercado violento. Este es solo uno de los datos que evidencia el gran despliegue de seguridad que ha tenido este año el Orgullo LGTB de Jerusalén. Gran parte del centro se ha cortado al tráfico rodado, se han establecido cordones de seguridad en todo el recorrido y todos los asistentes han tenido que pasar por dos controles previos. Y es que, después de que el Orgullo LGTB de Jerusalén fuera noticia internacional el año pasado, ahora las autoridades han querido dar otra imagen al mundo.
Curiosas, cuanto menos, las declaraciones de su alcalde, Nir Barkat, para excusar su ausencia: “soy un aliado para conseguir el objetivo de una mayor tolerancia, pero no todos los medios llevan a ese objetivo”. Según alega el primer edil “por ejemplo, sé que muchas personas se ofenden con el Orgullo. No es un medio para lograr el objetivo”. Un tono pretendidamente santurrón que esconde un mensaje de incomprensión de lo que representa el Orgullo LGTB (un discurso que, por cierto, en España no nos es en absoluto ajeno).
Homenaje a Shira Banki en el primer aniversario de su asesinato
La muerte de Shira hizo muchos decidiesen participar este año como homenaje a una joven que murió por solidarizarse con el movimiento LGTB. La convocatoria reunió a 25.000 personas procedentes de todo Israel, según los datos de la policía del distrito de Jerusalén. Entre ellas, no se encontraba el alcalde de la ciudad, Nir Barkat, que el día anterior anunció su ausencia para “no herir los sentimientos de los religiosos”, dijo.
Los padres de Shira, desde el lugar donde su hija fue asesinada –que se convirtió en lugar de homenaje donde muchos depositaron flores– hicieron un llamamiento a la unidad y a la tolerancia. “Para nosotros es demasiado tarde… Moderación y tolerancia significa abrir los propios ojos para mirar a los demás”, les dijo el padre, Uri Banki a los presentes.
Si la muerte de Shira fue el catalizador para que muchos llegasen a Jerusalén a manifestarse contra la homofobia, en el otro lado de la moneda, las declaraciones del rabino Yigal Levinstein calificando a los gays de “depravados” surtieron el mismo efecto. El rabino, al que no se le permite arengar en las bases del ejército ni a los militares hasta que pida perdón y se retracte de sus palabras, cosechó el apoyo de otros 300 rabinos que firmaron una carta pública de apoyo. La mayoría de ellos pertenecen al movimiento nacionalista religioso, un grupo que, además, está vinculado al desarrollo de asentamientos en Cisjordania.
Una década después de acuchillar a tres asistentes durante el Orgullo LGTB de 2005 en Jerusalén, y un mes después de salir de la cárcel donde cumplió parte de su condena por aquellos hechos, el perturbado ultraortodoxo Yishai Shlissel acuchilló el año pasado a varios participantes, repitiendo la misma agresión por la que fue recluido. Solo unos días más tarde, dosmanzanas recogía el tristísimofallecimiento de Shira Banki, la chica de 16 años que resultó más gravemente herida. En su memoria se dedicó el cambio de nombre de la céntrica plaza de Zion por el de “Tolerancia”.
En el mismo lugar donde Banki fue fatalmente atacada, los participantes del Orgullo LGTB de este año han colocado flores y mensajes para rendirle tributo. En una foto de la víctima alguien ha escrito: “es mejor enseñar el bien que condenar el mal”. Los manifestantes ondearon banderas israelíes, banderas arcoíris y banderas arcoíris con la estrella blanca de David cosida en el centro.
Hace dos años apenas unas 500 personas salieron a las calles de Jerusalén para reivindicar los derechos de la comunidad LGTB y ayer la participación se cifró en unas 25.000. Un crecimiento que responde a la denuncia social contra el asesinato de la joven Banki y que, además, supone un toque de atención al doble discurso de Benjamin Netanyahu y su Gobierno. Asimismo, la visibilización del activismo es una representación de unidad frente al extremismo religioso, la intolerancia y la violencia motivada por el odio a la diversidad.
Apoyo institucional en Tel Aviv, cancelación en Beerseba
Tras la exitosa celebración del Orgullo LGTB de Tel Aviv del pasado mes de junio, con alrededor de 200.000 asistentes, la organización The Aguda denunciaba que “finalmente comprendimos la hipocresía de este Gobierno y este primer ministro, que habla en inglés en el extranjero acerca de la libertad de la que gozan los homosexuales en Israel, pero nunca pronuncia esas palabras en hebreo cuando llega a casa”. La advertencia surtía efecto y el Ministerio de Economía se comprometió a destinar la misma cantidad invertida en marketing y publicidad internacional del Orgullo a políticas y proyectos desarrollados por las entidades que trabajan por los derechos de la comunidad LGTB a lo largo de los próximos 3 años.
Pero la semana pasada informábamos de que los organizadores del primer Orgullo LGTB de Beerseba lo cancelaban, al conocer la noticia de la prohibición del Tribunal Supremo israelí de celebrarlo en el centro de la ciudad. No se aceptó un recorrido alternativo porque el objetivo “es que sea visto por la sociedad”. Un grupo de valientes activistas decidió salir a las calles de todos modos y el resultado fue la arbitraria detención de varias personas por “reunión ilegal”.
Homofobia presente
Este jueves, los dos bandos se enfrentaron cara a cara en Jerusalén. Pero a los homófobos religiosos seguidores de Levinstein también se sumaron los extremistas de Lehava, la organización de ultraderecha israelí contraria a la asimilación de los árabe israelíes y una de las principales difusoras del odio a los homosexuales. Sus acólitos, vestidos con las tradicionales camisetas negras y su emblema en amarillo, fueron uno de los principales objetivos de la policía. Muchos de ellos fueron cacheados, a pesar de encontrarse fuera del recorrido de la marcha, y algunos se encuentran entre los arrestados.
Totalmente distinta fue la tensión de este tipo de eventos en Jerusalén con el ambiente tranquilo y festivo vivido este año durante marcha de Tel Aviv. Y es que aunque Tel Aviv ha puesto en el mapa LGTB a Israel como uno de los destinos favoritos de la comunidad de gays y lesbianas a nivel mundial, lo cierto es que la tolerancia que existe en la ciudad costera israelí, es más bien una excepción.
La semana pasada pasada en Bersheba, al sur de Israel, la comunidad LGTB tuvo que cancelar la marcha del orgullo después de la negativa del ayuntamiento a autorizar el desfile por el centro de la localidad y de que la Corte Suprema israelí respaldara la decisión del alcalde por razones de seguridad.
Shira Banki en el primer aniversario de su asesinato y asesino perturbado ultraortodoxo Yishai Shlissel