Chris Mosier el atleta trans que ha cambiado el deporte para siempre
Hablamos con Chris Mosier, el primer atleta transexual que participará en un Campeonato del Mundo sin necesidad de operarse.
Su lucha ha conseguido que el COI cambie la normativa para permitirle competir
“En algún lugar ahí fuera, un joven está empezando en el deporte y podrá competir en el futuro con su verdadero yo”. Esta es la reflexión de Chris Mosier, el primer atleta transexual de la historia que participará en un Campeonato del Mundo, tras conocer la decisión que el Comité Olímpico Internacional (COI) hizo pública hace apenas unos días. Un cambio en la regla normativa que había permanecido inalterable desde el comienzo de las Olimpiadas modernas de Atenas en 1896, permitirá a los atletas transgénero competir sin la necesidad de someterse a una cirugía de reasignación genital. Una decisión impulsada por el activismo de este norteamericano.
Los días de Chris Mosier comienzan muy temprano, sobre las cinco de la mañana. Un par de horas después, Chris ya habrá corrido más de 32 kilómetros y estará cerca de sumergirse en su, tan necesario como violento, baño de hielo diario. Entrenamiento que terminará por completar con una sesión nocturna, llevando su físico al límite. Pero ahora sabe que valdrá para algo. La angustiosa espera del duatleta (carrera-bici-carrera), cuyos históricos méritos deportivos no eran ápice para legitimar su participación en el Campeonato del Mundo que se celebrará en nuestro país en junio, ha terminado. Gracias a su lucha, los atletas transexuales podrán competir en Juegos Olímpicos y Campeonatos del Mundo sin tener que pasar por el quirófano (únicamente se controlará el nivel de testosterona en las mujeres para equiparar sus condiciones a las de sus compañeras). “Estoy muy emocionado, en muchos aspectos es un sueño hecho realidad. Hay algo muy especial en representar a mi país. Estoy deseando estar ahí con mis compañeros y disfrutar de la experiencia, también por lo que representa para otros atletas trans, sobre todo por la gente joven”, declara a S Moda.
Pese a que su emoción pueda ser achacable a la de cualquier deportista, él está lejos de ser uno más. Su marca, 1:02:45:48, que le otorgó el séptimo puesto de los ocho disponibles para formar parte del equipo norteamericano, lo convirtió en el primer atleta transexual en conseguirlo. Pero los obstáculos deportivos no fueron nada comparados con los burocráticos. Él mismo asegura que la mayor traba para su transición ha sido la búsqueda de todas las normativas que rigen el deporte en su país (diferentes en cada uno de los 50 estados) para saber si eran inclusivas. Es decir, si podía correr o no. Por eso decidió crear
Transathlete.com, una web donde encontrar de manera fácil y rápida las diferentes leyes que rigen cada deporte.
Nacido en Chicago hace 35 años, desde muy pequeño tuvo la sensación de que algo no encajaba del todo bien en él, de que “no era la típica niña pequeña”. Pero fue después de graduarse en la universidad cuando aceptó su verdadera identidad, comenzando en 2010 a tomar testosterona para su transición médica. Gracias al apoyo incondicional de su familia, el atleta decidió dejar de ser un número uno en la categoría femenina para empezar de cero en la masculina. “La transición no fue muy dura. Siempre disfruté compitiendo contra hombres. Y como nunca me he identificado como una mujer, no me he sentido adherido a los deportes femeninos. Solo quería jugar”, apunta.
Mosier se muestra confiado de la reacción positiva de otros deportistas ante la noticia del COI. “Como en todo, habrá gente a la que le desagrade, pero los expertos y los doctores están de acuerdo en que este cambio en la ley es positivo y justo”. Por lo que a sus compañeros respecta, reconoce haber vivido años atrás momentos complicados con otras atletas que cuestionaban si estaba capacitado para tomar la línea de salida junto a ellas. Situación que mejoró tras su paso a la categoría masculina. “Me ha dado experiencias muy positivas. Hombres a los que he vencido en carreras me han contactado después para felicitarme y expresarme su apoyo”.
Él es todo un referente para su colectivo, reconocido como miembro del Salón de la Fama del National Gay and Lesbian Sports. Para la ESPN –el medio de comunicación deportivo de referencia en América–, Chris Mosier representa “la definición de un atleta”. Pero además, es coach profesional y director ejecutivo de GO! Athletes, la mayor plataforma mundial de integración de los LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) en la comunidad deportiva. También es foco del odio de colectivos homófobos, que recientemente le han dedicado un vídeo de más de 10 minutos declarando el aborrecimiento a su figura y lo que representa. Pero Chris prefiere no responder y seguir compartiendo su historia por los institutos y universidades norteamericanas, inspirando a jóvenes que decidieron dejar el deporte al entrar en el proceso de transición hormonal. “Un chico trans me mandó una foto por Instagram de él vestido con su equipación. Me contó que después de escucharme decidió buscar un entrenador privado y prepararse todo el verano para poder entrar en el equipo masculino en su último año de instituto. Fue alucinante”.
Pero para él, la lucha activista aún no ha acabado. “La siguiente gran cuestión deportiva es esa gente que se siente incómoda identificándose como hombre o mujer. Buscar una vía para incluirlos de forma segura y justa es el siguiente asunto que necesitaremos atajar”. Mientras tanto, Mosier continúa entrenando para el Campeonato del Mundo de duatlón este junio en Avilés. Corriendo más rápido. Pedaleando más fuerte. Sus marcas actuales están lejos de posicionarle como uno de los favoritos para conseguir la victoria, pero sus rivales no deberían fiarse de los números. Porque si no han logrado hacerlo ni unas leyes de hace más de 120 años, ¿quién será capaz de parar a Chris Mosier?