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De: cubanet201 (Mensaje original) |
Enviado: 15/09/2016 15:33 |
Dan prueba que el opositor
Guillermo Fariñas es agente de la Seguridad del Estado
“CUBA PRIMERO”
Por Zoé Valdés | DLM Supe de la existencia de Guillermo Fariñas en el año 2006, leyendo la web española ‘Periodista Digital’, en un artículo que hablaba de su huelga de hambre (la que tocó por la libreta en aquel entonces), en la que el huelguista reclamaba al régimen el derecho a que los ciudadanos cubanos pudieran acceder a Internet. En los comentarios muy pocos lo apoyaban, una buena cantidad lo insultaba y hasta lo criticaban duramente porque en lugar de exigir premisas más importantes se limitaba a lo de la conexión a internet, lo que en muchas otras partes del mundo, por las razones que fueren, tampoco puede ser posible. En uno de los comentarios lo amenazaban de muerte. Me pareció demasiado violento y escribí al correo de ‘Periodista Digital’ para que, en ese post específicamente moderaran los comentarios y no permitieran amenazas de semejante envergadura a un hombre indefenso. Para mi asombro el artículo fue retirado. Luego supe que decidieron hacerlo porque su contenido generaba tal cantidad de comentarios odiosos en contra de los cubanos, juzgados todos a través de la huelga de este señor y de sus reclamos, que prefirieron borrarlo. Pensé: No es bueno, esto no es bueno.
En febrero del 2010 falleció por una huelga de hambre en una cárcel castrista el opositor Orlando Zapata Tamayo. Yo me encontraba en Florencia y recibí una llamada del Director de Informativos de France 3, señor Michel Reinette, quien quería unas declaraciones mías y de paso avisarme de que en breve me llamaría otro periodista de la cadena. Pero no fue el periodista quien me llamó, sino el propio Michel Reinette para comentarme, muy asombrado, que otro disidente se había puesto en huelga de hambre. Todavía ningún medio de prensa se había hecho eco de esa nueva huelga, la que no fue anunciada hasta el día siguiente.
Reinette, como buen profesional, opinó que esa huelga que ahora se anunciaba caía en mal momento, pues sin duda alguna opacaría el tremendo efecto de la muerte de Zapata Tamayo. Los medios del mundo entero enfocarían al segundo huelguista y la noticia del fallecimiento pasaría a un plano inferior.
No hubo intenciones de su parte de, como dicen los franceses, “ponerme la pulga en la oreja”. Pero me la puso. ¿Cómo era posible que un medio televisivo francés estuviera al tanto de la huelga de un disidente antes que el propio disidente la proclamara? Y claro, tuvo razón. Tal como va la velocidad de las comunicaciones hoy en día, un acontecimiento reemplazaría al anterior, mucho más importante que el que se avecinaba.
Así fue, de inmediato la huelga de Guillermo Fariñas tomó proporciones increíbles y acaparó las noticias. La muerte de Orlando Zapata Tamayo pasó a un plano secundario, como referencia hacia aquel que podría ser el próximo muerto: Guillermo Fariñas. Que como todos sabemos no murió.
En mayo del 2010 organicé con la Alcaldía de París un homenaje a las Damas de Blanco, justo en el momento en el que se había agudizado la represión en su contra. Antes de poner manos a la obra llamé por teléfono a Laura Pollán y ella, como líder del movimiento, me dio su aprobación. El homenaje se puso en marcha y se realizó durante dos días, con gran cobertura de la prensa francesa y apoyo de las organizaciones internacionales defensoras de los DDHH. Allí estuvieron personalidades de la cultura cubana en el exilio, como la pintora Gina Pellón, y figuras relevantes de la cultura francesa.
A raíz de este homenaje, conseguí reunirme con las máximas autoridades de la Alcaldía. En uno de esos encuentros se me pidió que diera el nombre de un disidente cubano pues la Alcaldía había pensado colocar su foto durante un año a tamaño gigante en la fachada del imponente edificio, como habían hecho y hacen anualmente con disidentes de todas partes del mundo, por ejemplo como se hizo con la disidente birmana Aung San Suu Kye y el soldado israelí Gilad Shalit.
No dudé ni un segundo y di el nombre de las Damas de Blanco. Llevaba en mi bolso una postal de hacía un cierto tiempo donde ellas aparecían en fila, caminando con sus gladiolos por la 5ta Avenida habanera. Encabezaban la manifestación Laura Pollán, Berta Soler, y Gloria Amaya en silla de ruedas. Mostré la foto proponiendo que podía ser la que iría en la fachada.
No bien solté el nombre de las Damas de Blanco uno de los subtenientes del Alcalde socialista (aunque muy anticastrista) saltó e hizo otra proposición. El nombre de Guillermo Fariñas salió entonces a relucir, avalado por la huelga que había iniciado con la muerte de Orlando Zapata Tamayo.
Argumenté que me parecía más coherente que fueran las mujeres cubanas, homenajeadas por ellos recientemente, y en aquel momento brutalmente reprimidas, las que recibieran el reconocimiento de la ciudad de París al impactante mensaje que enviaban ellas al pueblo de Cuba y al mundo marchando pacíficamente por las calles habaneras.
El subteniente siguió empecinado en Fariñas. Por mera curiosidad pregunté por qué una huelga de hambre era para él más importante que la constancia de estas mujeres, madres, hijas y hermanas de los presos políticos. Turbado respondió que él de Guillermo Fariñas no sabía mucho, pero que con él se había seguido el procedimiento corriente con cada uno de los disidentes a los que la Alcaldía homenajeaba: Habían llamado a la Embajada de Cuba en París y al preguntar por el disidente que ellos creían meritaba ser reconocido como tal por la Alcaldía, la persona que lo atendió dio el nombre de Guillermo Fariñas. El segundo aval de Fariñas provenía entonces de la Embajada de Cuba en París.
Con los ojos como platos le expliqué al subteniente que una información proveniente de la Embajada castrista para mi no tenía un valor sustancial. Todo lo contrario. Sobre todo porque lo que en otras embajadas podía ser una información que debía ser tomada en cuenta, dada la importancia y celebridad internacional de los disidentes y la diversidad de tendencias políticas de sus diplomáticos y empleados, en el caso de Cuba podía ser totalmente manipulador ya que todos los que allí trabajaban respondían a un único partido político, el comunista, y recibían órdenes directas del régimen. El subteniente oyó mis argumentos, pero al final reiteró que ellos elegían a aquel opositor que fuera reconocido como tal por su propio gobierno. Quedaron en averiguar más. Pasado un corto tiempo me llamaron de la Alcaldía para informarme que un disidente de otro país había sido ya elegido, y que pensarían en Cuba para otro momento.
Tras aquella reunión llegué a casa y busqué en la computadora información sobre Guillermo Fariñas. Me encontré con su pasado militar, el que ya muchos de nosotros conocemos, y que curiosamente no aparece en su actual biografía publicada en Wikipedia.
Para no cometer imprudencias, pedí información sobre el huelguista a varios opositores de dentro y fuera de la isla. Uno de ellos, miembro del MCL, me explicó que el MCL no confiaba en Guillermo Fariñas, pues en el momento en que fue lanzado el Proyecto Varela el “Coco” había entregado cientos de firmas falsas en un sobre. Dentro del sobre, la persona que recibió las firmas descubrió otro papel muy comprometedor donde Fariñas había redactado un Informe detallado sobre la Oposición dirigido a un Oficial de la Seguridad del Estado. La persona del MCL sigue en activo y prefiere no dar su nombre. Carlos Payá Sardiñas confirma este hecho en su muro de Facebook, que yo he etiquetado debajo.
Estos datos los he guardado durante todo este tiempo por razones obvias. Prefería evitar cualquier imprudencia o indiscreción en relación a cada uno de los protagonistas de esta historia y mantener correctas relaciones con aquellas personas que sin ser cubanas han sido y espero sigan siendo muy solidarias con la libertad de Cuba en la Alcaldía de París.
Sin embargo, desde la invitación de Raúl Castro por la Alcaldesa Anne Hidalgo (por la que voté y a la que apoyé dado que ella había sido muy solidaria con la causa cubana en el pasado) nunca más he aceptado ninguna invitación de la Alcaldía de París.
La actual situación en relación a Cuba y el 'show' montado por una cierta disidencia, que lo único que consigue es desviar la atención hacia ellos de forma individual de lo más importante, que es Cuba, me obliga a publicar estos hechos. Y como diría Agustín Tamargo: “Cuba primero”.
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Europa, Fariñas y por dónde le entra el agua al Coco
Por casi dos meses el opositor brindó esperanza y simpleza para aquellos
que se creen cualquier cosa con tal de que les digan que es contra “los Castro”
El funcionario parpadeó. Se agarró firmemente al teléfono mientras contemplaba la apacible mañana en Estrasburgo. Era la tercera llamada en apenas cinco minutos, llegaban desde Miami; ya tenía dos en espera y un cuarto bombillito comenzaba a titilar. Todas preguntaban lo mismo; todas solicitando una reacción para la prensa. “Es sobre la Enmienda Fariñas, por favor, díganos algo… ¡ah!, y también sobre el nombramiento de Guillermo como Asesor por el Parlamento Europeo en Derechos Humanos para Cuba. Sí, para Cuba. Esto es muy importante… ¡Viva Cuba Libre!… ¡El Coco le ganó la partida a Fidel Castro!”, escuchó el funcionario desde el fondo de la conversación en Miami. La exclamación lo sorprendió. ¿Habrá habido otra revolución en Cuba durante esa madrugada? Pero en ese caso, ¿por qué habrían derrocado a Fidel en vez de a Raúl Castro? En otras oficinas del Parlamento Europeo, otros funcionarios igualmente se agarraban al teléfono. Y todos se preguntarían quién era “el Coco”; qué cosa la Enmienda Fariñas y qué sería un Asesor por el Parlamento Europeo en Derechos Humanos para Cuba. Mientras, se les encendía otro bombillito en el teléfono. “¡No se alarmen!” ––vociferaba un funcionario itinerante que les iba aclarando la cuestión–– “…son los cubanos de Miami preguntando por uno de nuestros premios Sájarov. Todos están muy contentos porque sienten que le han ganado otra batalla a Fidel Castro. No les lleven la contraria”.
Lo de arriba es una sátira. Pero lleva algo de verdad: este lunes varios medios de prensa publicaron dos noticias, que nunca confirmaron y eran falsas: ni había Enmienda Fariñas ni nombramiento de “asesor” en Estrasburgo. La única verdad es que Fariñas abandonaba su huelga de hambre y sed sin que el Gobierno cubano accediera a sus demandas. Entre los medios más avergonzados debieron de quedar Radio Martí y NTN 24, una especie de Fox News latinoamericana. Ambos entraron en picada y sin escala en el paroxismo informativo anticastrista. NTN 24 incluso dijo que el senador Marco Rubio llevaría la Enmienda Fariñas al Capitolio americano. Qué sainete.
Pero lo cierto es que Fariñas canceló su huelga número ¿25? sin que Raúl Castro cumpliera lo que le exigió y también sin morirse en ese caso, como había prometido. La aparición en escena del Parlamento Europeo en este culebrón dietético político al que hemos estado ––y seguiremos estando –– sometidos, es poco menos que genial. Felicitemos desde aquí al Coco si tuvo que ver con esa aparición, o si no al que desde Miami o Cuba se la inventó.
Pero vayamos al grano. Nadie vive 54 días sin tomar agua. Es irrebatible. Aunque no hay que llegar a una afirmación tan radical como la de Zoé Valdés, quien decretó que el estupendo circo de Fariñas había sido toda “una falsedad, una mentira”. No Zoé, no hay porqué ser tan tajante. Fue un sainete magnífico. Nos mantuvo entretenidos por casi dos meses, brindó titulares a la prensa, tema de debate a los foristas en los diarios digitales (lo de CUBAENCUENTRO no ha tenido nombre) y en general, esperanzas y simpleza para aquellos que se creen cualquier cosa con tal de que les digan que es contra “los Castro” y entonces lo defienden como leones porque lo disfrutan como enanos.
Cuantos entierros de Fidel Castro celebrados, cuantas veces se ha tumbado al comunismo, cuantas invasiones desde los Everglades, cuantos políticos americanos prometieron libertad desde el Versailles. Así han florecido muchos capítulos del mismo reality show puesto en escena, y lo del Coco no es más que otro episodio. ¿La vamos a coger con él? En este mundo nuestro ya no importa tanto la verdad como la verosimilitud, la apariencia de lo cierto. Y Fariñas se aprendió bien la lección. Desde chiquito ya debió parecer que estaba en huelga. Y entonces ¿qué iba a hacer cuando fuera grande? ¿Renunciar a esa jugosa picaresca española que cuando llega al trópico se convierte a menudo en esperpento? ¡No, vive Dios! Y señores, de verdad, ¿cuánto importa en realidad que al Coco le entrara su agüita con la misma discreción que en las palmeras? El espectáculo debe continuar. Esperemos al próximo capítulo. Que viva la lucha de Guillermo Fariñas por la patria, aunque no tenga mucha… ¿dignidad?
Jorge Dávila Miguel, cubano, comentarista político y columnista de CNN en Español.
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