UN POCO MÁS SOBRE LA CLARIA
La claria, también es conocida como pez gato.(En Cuba ha sido bautizada también como pez diablo). Su nombre deriva del griego chlaros, que significa vivo, animado, dada la capacidad de estos peces de permanecer vivos fuera del agua durante largo tiempo. Existen diferentes especies dentro del género, entre las que se destacan Clarias macrocephalus y Clarias gariepinus, ambas introducidas en Cuba desde Malasia y Tailandia. Por cruzamiento de estas especies se ha obtenido un híbrido con una elevada tasa de crecimiento y excelente carne.
Es un pez color negro opaco, puede pesar hasta 60 kilogramos y medir más de un metro de largo. Tiene una larga aleta dorsal, ojos opacos y saltones y cuatro pares de bigotes en la boca. Puede reptar tres días fuera del agua agitando vigorosamente su cola en busca de comida. Como cualquier animal, cuando vive fuera de las granjas de cultivo o de los embalses donde tiene garantizada su dieta, puede buscar otras alternativas de alimentación y en este caso, valiéndose de sus aletas pectorales puede desplazarse sobre tierra buscando mejores condiciones en otro lugar.
Su cuerpo es cilíndrico, macizo y sin escamas, delgado en el vientre y comprimido lateralmente. Es un predador, con la desventaja de que es casi ciego pero detecta a sus presas por el olfato y los bigotes y es un cazador nocturno, por lo que prefiere localizar su alimento cerca del fondo.
Tiene una enorme capacidad de soportar condiciones ambientales extremas. Resiste ayunos prolongados, puede vivir en aguas con niveles de oxígeno prácticamente cero, porque tienen un órgano respiratorio adicional (una modificación del arco branquial que consigue crear una cámara de aire) que les permite hundirse en el barro húmedo y sobrevivir durante meses a sequías extremas.
Es una especie que tolera como pocas, concentraciones de miles de ejemplares por metro cúbico de agua.
Algunas especies de este género, tienen una gran importancia comercial como proveedores de carne. Probablemente debido a esos intereses económicos y para ser usadas como fuente de alimentación, han sido especie introducidas en Estados Unidos (Florida), Indonesia, Hong Kong, China, Gran Bretaña, Papúa Nueva Guinea, Guam, Taiwán, Tailandia y Cuba, produciendo impactos negativos en los ecosistemas locales.
Estos efectos son distintos según el ecosistema afectado, pero en general consisten en la depredación de las especies locales, ya sean peces, anfibios e incluso aves siendo una amenaza ya que se comen las tilapias, las tencas, un pollo, una ranita o cualquier animal, cualquier cosa que se mueva fuera del control de los humanos e incluso se comen unas a otras.
En Florida se ha documentado la invasión de los estanques de acuicultura por estos animales para alimentarse de los peces criados en ellos. Debido a la introducción en otros países, han llegado a ser uno de los géneros de peces gato de distribución más amplia.
Esta especie está incluida en la lista de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo que hizo la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Pero no todo va a ser malo. La Claria se explota comercialmente en más de 30 países y en muchos de ellos fue introducida con esa intención. La producción mundial está alrededor de las 260.000 toneladas, con una fuerte tendencia al crecimiento y países como Nigeria, Malasia, Hungría, Tailandia, Indonesia u Holanda tienen importantes producciones de la mencionada especie. El pez, en condiciones de cultivo, es capaz de ganar 10 gramos de peso por día cuando sobrepasa cierta talla, pues tiene la capacidad de convertir el alimento que se le suministra, en peso corporal. Esta característica, junto a otras, lo hace una especie ideal para garantizar crecientes niveles de producción en los cultivos. Su carne, firme y agradable al paladar, con un 18% de proteínas, se compara favorablemente con la de cualquier otro pez tanto de mar como de agua dulce.
En Cuba fue introducida en el país en 1999. La reproducción, crecimiento, alimentación con pienso industrial o subproductos de la industria procesadora, y la cosecha de clarias del Ministerio de la Industria Pesquera, se realiza fundamentalmente en estanques de granjas dedicadas al cultivo de esta especie, entre los que se encuentran la Empresa de Preparación Acuícola Mampostón, en La Habana, también en Villa Clara y en las provincias orientales, donde se destaca la Estación de Alevinaje de Paso Malo, en Granma. Su cría en estanques registra altos volúmenes de captura y bajo costo.
Cuba se suma a la lista de los países consumidores de estos peces que no son un descubrimiento de los investigadores cubanos. Cuando apareció el primer ejemplar en la isla, ya se explotaba comercialmente en más de 30 países y en muchos de ellos fue introducido como es el caso de Cuba. La producción mundial está alrededor de las 260 000 toneladas, con una fuerte tendencia al crecimiento sobre todo en países como Nigeria, Malasia, Hungría, Tailandia e Indonesia
Existen evidencias de que después de haber sido introducida en Cuba, las grandes lluvias que durante los años 2001 y 2002 provocaron los ciclones Michelle, Isidoro y Lili, propiciaron su dispersión.
No puede desconocerse, efectivamente, el peligro potencial que esta especie puede representar para la biodiversidad y los especialistas en la materia trabajan compilando la información necesaria para llegar a conclusiones científicas sobre el tema.
La producción de pienso a nivel mundial es hoy un quebradero de cabeza para las industrias pecuarias en el mundo. El componente proteico en el pienso para aves, cerdos, ganado mayor o peces alcanza precios astronómicos y la harina de pescado (con mucho, la de mejores propiedades entre todas las harinas dedicadas a la alimentación animal), remontó en diciembre de 2007 los 1000 USD/ton (CPAM, dic 2007).
La claria tiene la característica de aceptar como alimento una masa proteica molida y enriquecida con mieles, que se obtiene de los subproductos de su propio proceso industrial. Esta dieta, combinada con pienso, garantiza su rápido crecimiento en los estanques de cría y permite reducir los costos y sustituir importaciones de pienso y de pescado.
El Ministerio de la Industria Pesquera solo explota y comercializa las clarias que produce en sus granjas de cultivo a lo largo del país y el capturado en los embalses, junto al resto de las especies de agua dulce. Toda esa cosecha se beneficia industrialmente en plantas procesadoras en forma de filetes, siguiendo las normas sanitarias que el país establece para este tipo de producción.
El Ministerio ha establecido un control en su captura y manejo, para evitar daño al equilibro biológico, mediante su cría intensiva en estanques cerrados y bajo estrictos controles de seguridad biológica, donde los ejemplares son alimentados con pienso y desechos de la pesca.
Se conocen muchos casos de encuentros cercanos del hombre con esta especie viviendo fuera del agua y en las condiciones más extremas de supervivencias y para nada higiénicos. Según datos del Centro Nacional de Areas Protegidas, las clarias amenazan potencialmente en el medio natural a 242 especies de la Fauna cubana, de las cuales 75 son endémicas, 29 raras o locales y 25 introducidas.
Una de las zonas de mayor peligro es la Ciénaga de Zapata, reserva natural cubana, donde se han capturado clarias con jicoteas y cocodrilos pequeños en su estómago. Las clarias han demostrado ser tan voraces como invasivas. Al parecer los problemas comenzaron cuando los primeros ejemplares en cautiverio escaparon de las pocetas y llegaron a ríos, lagunas y presas, así como a criaderos particulares.
Algunas personas trataron de adaptarlo a sus peceras como una especie exótica ornamental. Las clarias más comunes miden entre 50 y 60 centímetros, con una aleta dorsal muy larga y ocho hilos de bigote sobre una boca de gran capacidad devoradora.
En Matanzas se reportó un caso de un hombre que se quejaba de un persistente atasco en las tuberías de su casa y cuando pasó una cinta metálica por los tubos de desagüe, se encontró al causante del problema: un pez negruzco de cerca de tres libras que lo miraba chorreando lodo.
Otros los han pescado incluso en alcantarillas en plena calle. Se dice que se come lo mismo los huevos de los nidos o muerde animales mucho más grande que ellos.
En el río Almendares de La Habana pueden alcanzar un tamaño increíble en su estadonatural ya que se alimentan de todo aquello que encuentren a su paso y se encontraron dos ejemplares que pesaban más que una persona, y se necesitaban dos hombres para sostener una de ellas. Este río presentaba condiciones que favorecían su desmesurado crecimiento porque son especies que se adaptan con enorme facilidad a su entorno y en este caso encontraron todo lo que necesitaban para su desarrollo y crecimiento.
Los servicios informativos de la televisión oficial las pusieron en pantalla. Fue durante el primer informativo de la mañana en Telerebelde. En Matanzas, los vecinos pescan clarias en las alcantarillas. Una secuencia mostraba a los peces reptando por el borde de las aceras. En una alcantarilla, algunos vecinos entusiastas removieron la tapa y pescaban en el mejor estilo esquimal.