'EL PODER DE LA TESTOSTERONA'
Cada vez más hombres y mujeres están adoptando terapias que aumentan los niveles de esta hormona, para mejorar su vida sexual. Esto dicen los expertos sobre el tema. Para muchos, llegar a los 40 significa el principio del fin. Esa cifra marca el inicio de una etapa conocida como edad mediana, en la que varios cambios fisiológicos afectan el estado de ánimo y la calidad de vida. No solo aparecen las primeras canas y arrugas, sino que llegan los cambios hormonales: en los hombres se reduce la testosterona y en las mujeres los estrógenos. Esos procesos disminuyen el deseo sexual. La energía no es la misma de antes.
Para contrarrestar ese declive, muchos hombres y mujeres han adoptado un tratamiento que consiste en aplicar testosterona para que los niveles de esta hormona se normalicen, y así combatir ese proceso natural del organismo. Se les llama terapias de reemplazo de testosterona, y muchos se las aplican para mejorar su vida sexual, aumentar su energía, fortalecer los huesos y la masa muscular, e incluso bajar de peso.
Gracias a ese bombo publicitario, los geles, parches, píldoras e inyecciones de testosterona se han convertido en una poderosa industria global que solo en Estados Unidos genera al año 2.000 millones de dólares. Es muy común ver anuncios en los que hombres maduros muestran un estado físico muy superior al esperado en su avanzada edad. Uno de ellos es Jeffry Life, un médico que a sus 78 años luce un cuerpo envidiable gracias a este tipo de productos. “Muchos creen que mis fotos son retocadas digitalmente, pero soy yo tal y como soy”, dice Life. “Todos envejecemos, pero no tenemos por qué vernos o sentirnos viejos”.
La testosterona es una de las principales hormonas sexuales. Producida en los testículos les permite a los hombres tener barba, músculos fuertes y voz grave, así como producir esperma y funcionar sexualmente. Además es un factor determinante en la competitividad masculina. Sus niveles llegan al tope en la adolescencia y la primera edad adulta. A partir de los 30 empiezan a decaer a un ritmo de 1 por ciento cada año. Las mujeres también la producen en los ovarios y las glándulas suprarrenales, pero en menor cantidad. Ellas la necesitan para que sus músculos se desarrollen, para que funcionen sus órganos reproductivos y para el deseo sexual.
Normalmente, los médicos prescriben los suplementos a hombres con hipogonadismo, enfermedad que impide a entre el 2 y 7 por ciento de la población masculina producir suficiente testosterona. Según el urólogo Armando Dávila, estos tratamientos también ofrecen múltiples beneficios para los mayores de 60 años que quieren sentirse vigorosos y mejorar su desempeño sexual. “Entre los 50 y 60 deben hacerse exámenes para comprobar sus niveles de testosterona y de ser muy bajos aplicar el tratamiento. Se usa mucho actualmente”.
Un estudio reciente publicado en la revista New England Journal of Medicine demostró que los mayores de 65 años a los que les aplicaron testosterona reportaron mejor funcionamiento sexual. No solo aumentó su deseo, sino su actividad y su nivel de satisfacción. De igual manera disminuyó la disfunción eréctil, que afecta a un alto porcentaje de hombres a esta edad. “El mayor impacto se presenta en lo bien que se sienten. Muchos no solo reportaron una mejoría en su vida sexual sino también una sensación de mayor energía y vitalidad”, afirma el endocrinólogo Bradley Anawalt, coautor del estudio y profesor de medicina del Centro Médico de la Universidad de Washington en Seattle, Estados Unidos.
Pero no solo los hombres pueden beneficiarse de este tratamiento. Algunas mujeres en esta etapa prefieren evadir a su pareja o evitan conocer posibles prospectos porque no sienten ya un deseo sexual fuerte. La solución para ellas puede ser la testosterona, como quedó demostrado en un grupo de ensayos clínicos. Los expertos, como Nick Panay, del Colegio Real de Obstetricia y Ginecología, afirman que las mujeres que tienen baja libido, o han sido diagnosticadas con el trastorno de deseo sexual hipoactivo femenino (TDSH), pueden aplicarse testosterona en dosis moderadas para solucionar este problema. Panay sostiene que además dispara el nivel de energía y el estado de ánimo. “Pasan de estar agotadas todo el tiempo a correr maratones”, dice el experto.
A pesar de esas ventajas, la testosterona está aprobada como tratamiento solo para los hombres y por eso las dosis están hechas para ellos, por lo que deben ser recetadas por un especialista. Y aunque esos tratamientos se han vuelto muy populares, hay un fuerte debate en torno a su uso indiscriminado.“Aún hace falta mayor evidencia científica para demostrar que los beneficios superan los riesgos”, dijo Yadira Villalba, médica internista endocrinóloga y expresidenta de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo (ACE).
Entre los riesgos potenciales para los hombres está que se les agrande la próstata, que su tejido mamario crezca y que sufran trombosis venosa profunda. También los testículos pueden atrofiarse al aplicarla sin control. Las mujeres corren el riesgo de desarrollar cáncer de seno o cuello uterino, especialmente aquellas con antecedentes familiares de estas enfermedades. Los expertos señalan que aún no es claro si a largo plazo la testosterona pueda llegar a hacerlas más propensas a desarrollarlo. Y otros efectos menores, pero no por ello menos importantes. Villalba pudo observar a una ingeniera de estrato social alto que se implantó testosterona por medio de inyecciones para aumentar su deseo sexual, pero esto le provocó un aumento anormal del vello en el cuerpo.
La terapia con testosterona no es riesgosa en la medida en que los médicos hagan un diagnóstico correcto y controlen el tratamiento. El doctor Shalender Bhasin, de la Escuela de Medicina de Harvard ha liderado varias investigaciones y ensayos clínicos para probar estos tratamientos. Afirma que hay mucha confusión y malos entendidos sobre lo que la testosterona puede o no puede hacer. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha reiterado la importancia de no prescribir en exceso estas terapias y restringirlas a quienes “padezcan hipogonadismo, o niveles muy bajos de esta hormona”, afirma Bhasin.
Ante las dudas, quienes sientan que su libido ha disminuido o tienen algún tipo de disfunción sexual deben consultar a un especialista antes de someterse a un tratamiento con testosterona. Una vez el médico haya evaluado el caso sabrá si esta hormona soluciona su problema. De todos modos, esta terapia no puede hacer milagros si el paciente no adopta un estilo de vida saludable con una dieta balanceada, una rutina de ejercicio de al menos 30 minutos diarios y nada de tabaco. Y mientras más temprano comience, mejor.
¿Qué puede hacer para bajos niveles de testosterona de los hombres?
Casi cada hombre sabe que la hormona sexual testosterona es esencial para el deseo sexual y la fuerza eréctil. El cuidado de la baja de testosterona (T-baja), sin embargo, es importante por más razones que sólo sexo.
Aumentar los niveles bajos de testosterona
La testosterona es la hormona del deseo sexual masculino. A pesar de que los cuerpos de las mujeres también hacen pequeñas cantidades de testosterona, esta hormona androgénica es más comúnmente asociado con las características sexuales que hacen que los hombres identificados como hombres. Estas características son el vello corporal, la agresividad, habilidades de la memoria relacionados con las actividades sexuales y competitivos, y la textura de la piel, con, por supuesto, el tamaño del órgano sexual y el interés y la capacidad de utilizarlo.
“Grasa” es el enemigo de la testosterona
La testosterona baja es una condición común entre los hombres que han pasado la edad de 40. El factor más importante en los niveles de testosterona de la mayoría de los hombres es la masa grasa. Las células de grasa no sólo almacenan la grasa. También producen hormonas.
En los hombres, la grasa corporal, especialmente las nalgas gordas, crea una enzima llamada aromatasa. Esta es una enzima que puede transformar la hormona sexual masculina testosterona en la hormona sexual femenina estrógeno. Cuando los hombres de estar alrededor y atiborrarse mientras ve la televisión, estimulan el crecimiento de la grasa corporal que se puede robar a su cuerpo de la testosterona.
La testosterona es esencial para el deseo sexual de un hombre. Las áreas del cerebro que dirigen el comportamiento de búsqueda de sexo son estimulados por la testosterona. Una explosión de la testosterona en el torrente sanguíneo tiene algunos efectos sorprendentes cuando llega al cerebro.
La testosterona aumenta la capacidad del cerebro masculino para interpretar las relaciones espaciales. Esta capacidad ayuda a los hombres a encontrar las piezas adecuadas.
Poderes de testosterona de memoria a corto plazo. Si el hombre tiene que recordar la nada dulce derecho a susurrar en el oído de su amante, la testosterona le ayudará a hacerlo.
La testosterona también aumenta la actividad y la agresión. Los hombres que tienen niveles más altos de testosterona son más inclinados a buscar nuevos socios.
En situaciones en las que hay una posibilidad de relaciones sexuales causan los testículos para la liberación de testosterona. Los hombres heterosexuales reciben un impulso en su testosterona con sólo hablar con las mujeres. (No se sabe si los hombres gay consigue un aumento en los niveles de testosterona por hablar con otros hombres.)
En situaciones en las que hay una posibilidad de relaciones sexuales causan los testículos para la liberación de testosterona. Los hombres heterosexuales reciben un impulso en su testosterona con sólo hablar con las mujeres a las que no son asociados, incluso si la conversación es por teléfono. Tanto los hombres heterosexuales y homosexuales, sin embargo, experimentan niveles más bajos de testosterona después de 1 a 3 años en una relación estable.
La testosterona esencial para el tamaño del pene, tamaño de testículos y la fertilidad
La testosterona es esencial para la fertilidad masculina, ya que permite que los testículos para transformar las células de Leydig en células de esperma. It alimenta el crecimiento de la mucosa de la próstata, que libera el líquido seminal para mezclar con el esperma para convertirse en el semen. Y la testosterona estimula el crecimiento y el mantenimiento de pene y el tejido testicular que los mantiene su tamaño normal.
No hay absolutamente ninguna duda de que la testosterona es esencial para el sexo para los hombres. Millones de hombres reportan un renacimiento en su vida sexual cuando comienzan a tomar testosterona inyectada o un parche de testosterona. Pero el mantenimiento de la vida sexual de un hombre no es la razón médica más urgente para el tratamiento de baja T.
Siete consecuencias potencialmente mortales de la testosterona baja
Los hombres no sólo necesitan testosterona para su vida sexual. Algunos hombres de la edad de 40, la mayoría de los hombres de la edad de 60 años, y prácticamente todos los hombres de la edad de 80 años experimentarán consecuencias de niveles crónicamente bajos de testosterona que pueden tener efectos devastadores en su salud. Aquí están las siete consecuencias más comunes de la crónica deficiencia de testosterona.
1. La testosterona baja aumenta el riesgo de un hombre de la enfermedad de Alzheimer.
Los hombres que tienen bajos niveles de testosterona a 60 son significativamente más propensos a desarrollar la enfermedad de Alzheimer en un 80.
La testosterona estimula el cerebro para buscar sexo. El más viejo un hombre consigue, más que su cerebro es el órgano que le permite mantener o adquirir una pareja sexual. Este “entrenamiento cerebral” puede prevenir el riesgo de la enfermedad de Alzheimer y la demencia relacionada con la edad de los hombres.
2. La testosterona baja aumenta el riesgo de la depresión de un hombre.
La testosterona estimula a los hombres a buscar posiciones de dominio y el dominio. Los niveles bajos de testosterona causan los hombres a ser sumiso e inactivo. Los hombres que tienen bajos niveles de testosterona evitar las actividades que la liberación de las hormonas del estrés epinefrina (también conocida como adrenalina) y norepinefrina, que estimulan el cerebro.
3. La testosterona baja hace que sea más difícil controlar la diabetes tipo 2.
La testosterona estimula el crecimiento de músculo. Trabajar un músculo hasta el agotamiento, al levantar el peso más pesado que el músculo puede soportar, o haciendo ejercicio con tanta fuerza que el músculo comienza a “quemar” debido a la falta de oxígeno, hace que el músculo temporal 50 veces más sensibles a la insulina. Músculos chupan el azúcar fuera del torrente sanguíneo para que puedan “inflar” con glucógeno. La masa muscular más un hombre tiene, más ejercicio disminuye los niveles de azúcar en la sangre.
4. Los niveles bajos de testosterona elevan el riesgo de un hombre de tener un ataque al corazón aproximadamente el 25%.
Los ataques al corazón ocurren cuando las arterias coronarias estrechadas son bloqueados por un coágulo de sangre. La formación de un coágulo de sangre comienza con la liberación de una sustancia química llamada Factor Activador de Plaquetas, que también se conoce como PAF. Los investigadores creen que la testosterona mitiga la activación de PAF de modo que los coágulos son menos propensos a formar. El más viejo es un hombre, la testosterona más importante es para prevenir los coágulos sanguíneos.
5. Los niveles bajos de testosterona aumentan el riesgo de un hombre de cáncer de próstata.
Es un hecho ampliamente reconocido que los niveles de testosterona excesivos pueden aumentar el riesgo de un hombre de cáncer de próstata. La testosterona baja, sin embargo, también aumenta el riesgo de cáncer de próstata, y la terapia de reemplazo de testosterona (parche o inyección) no es perjudicial si la dosis se controla médicamente.
6. Los niveles bajos de testosterona aumentan el riesgo de un hombre de la presión arterial alta.
Los investigadores han descubierto que un poco por encima de lo normal los niveles de testosterona se asocian con menor presión arterial y menos casos de hipertensión. Esto puede ser debido a la inhibición de factor activador de plaquetas, evitando la formación de coágulos sanguíneos microscópicos que bloquean los vasos sanguíneos pequeños y elevan la presión arterial.
7. Los niveles bajos de testosterona aumentan el riesgo de un hombre de la obesidad.
Cuando los músculos no utilizan el exceso de glucosa para hacer que el glucógeno que les da mayor, que la glucosa se convirtió en glucógeno en las células grasas. Los niveles de testosterona más bajos conducen a más grasa corporal, y más grasa corporal, a su vez conduce a la producción de enzimas que convierten la testosterona en estrógeno. Cuanto antes un hombre es capaz de bajar de peso, menor es el riesgo de una espiral de cada vez mayor peso y en constante disminución de los niveles de testosterona.
Tratar de baja T es esencial para la salud de un hombre. Mientras que la aguja utilizada para las inyecciones de testosterona es lo suficientemente grande que la mayoría de los hombres no podrán darse las inyecciones, parches de testosterona están disponibles para proporcionar suplementos de testosterona sin dolor las 24 horas del día.
No, sin embargo, pierda su dinero en cualquiera de los productos que pretenden proporcionar la testosterona por vía oral. Testosterona administrada por vía oral se descompone durante la digestión y nunca llega a los tejidos diana que más lo necesitan.