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De: CUBA ETERNA (Mensaje original) |
Enviado: 24/10/2016 14:54 |
¡ADIOS EMBARGO! Nuevas medidas de Obama permite a empresas de EEUU firmar contratos en Cuba
Trabajadores instalan línea de alto voltaje que llevará la electricidad generada por paneles solares
en la primera instalación de su tipo en Cantarrana, Cienfuegos. Los nuevos cambios normativos permitirían
a firmas estadounidenses de ingeniería y diseño participar en ese tipo de proyectos de infraestructura en Cuba.
Mimi Whitefield - El Nuevo Herald Los dueños de franquicias estadounidenses de restaurantes o distribuidores de neumáticos pudieran negociar contratos en el futuro en Cuba. Una a firma de ingeniería o arquitectura pudiera trabajar en un proyecto de transporte o un nuevo hospital en la isla. Y un viajero estadounidense pudiera llenar la maleta de puros de primera clase o rones de exportación.
Todos estos escenarios son posibles, al menos teóricamente, a tenor con los nuevos cambios normativos implementados por el gobierno del presidente Barack Obama como parte del acercamiento de Washington a La Habana.
“Estos cambios no son sólo de naturaleza técnica”, dijo Andy Fernández, abogado de Miami y jefe del Equipo Cuba del bufete de abogados Holland & Knight. “Otorgan autoridad adicional y tienen por fin aumentar la actividad comercial con Cuba”. El más importante, dijo, es un cambio que permite a empresas estadounidenses firmar contratos contingentes o memorandos de entendimiento vinculantes.
Ahora ejecutivos estadounidenses pueden ir a Cuba, discutir transacciones de negocios prohibidas por el embargo e incluso firmar contratos de cumplimiento obligatorio, supeditado a recibir autorización futura de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro o al momento que Estados Unidos levante el embargo.
Anteriormente, las compañías norteamericanas que querían negociar acuerdos que son excepciones al embargo tenían que recibir autorización previa de la OFAC. Ese proceso demora unos 9 meses y algunos ejecutivos han dudado en dedicar el tiempo y la energía que exige el proceso.
“Antes podían ir a Cuba a tantear el terreno, pero no podían firmar ningún contrato sin autorización previa”, dijo Fernández.
John Kavulich, presidente del U.S.-Cuba Trade and Economic Council, calcula que 3,000 representantes de empresas estadounidenses han estado en Cuba, pero dijo que la mayoría no viajó con una visa de negocios ni se reunió con funcionarios cubanos.
El cambio, explicó Fernández, pudiera hacer de Cuba una propuesta más atractiva para las grandes empresas.
En el lenguaje burocrático de los cambios más recientes hay otras cuatro reglas que pudieran resultar significativas.
▪ Puertos: Anteriormente, los barcos de otros países no podían cargar o descargar material en puertos estadounidenses durante los 180 días siguientes a tocar puerto en Cuba.
Kavulich dijo que eliminar esa regla “es una ayuda inmensa” para el puerto cubano del Mariel, pero dijo que también beneficia a compañías de flete y puertos estadounidenses, así como puertos en el Caribe.
El Puerto del Mariel ya tiene calado suficiente para manejar los enormes barcos que cruzaban el Canal de Panamá y está dragando sus canales para que para el 2017 pueda recibir los nuevos barcos neopanamax que cruzan el ampliado Canal de Panamá. A final de cuentas, Mariel espera convertirse en un puerto de trasbordo, donde la carga de los barcos neopanamax pasa a embarcaciones más pequeñas con destino a la costa del Golfo de México y la costa este en Estados Unidos que no tienen puertos de gran calado.
Ese cambio, dijo Kavulich, “comienza a restablecer una competencia comercial normal” y hace más probable que las líneas navieras incluyan a Cuba en sus itinerarios. Algún día, dijo, también habrá muchos cargamentos menores de Estados Unidos a Cuba para reconstruir casas familiares y negocios.
▪ Salud: Estos cambios amplían las oportunidades para que estadounidenses participen en investigaciones médicas conjuntas con especialistas cubanos, permiten que estadounidenses obtengan aprobación de la FDA para importar, mercadear y vender medicamentos de origen cubano.
En este momento se realizan pruebas preclínicas de una vacuna cubana contra el cáncer de pulmón, CIMAvax, en el Roswell Park Cancer Institute en Buffalo, Nueva York, y Cuba ha desarrollado otros medicamentos y tratamientos que se consideran prometedores.
Sin embargo, el cambio de reglas “no autoriza a los norteamericanos a establecer un negocio o presencia física en Cuba, ni contratar a cubanos como parte de sus actividades de investigación”, indicó el bufete Akin Gump en un análisis de los cambios normativos.
▪ Servicios: Ahora las compañías que ofrecen servicios —como de ingeniería o arquitectura— pueden ofrecer servicios relacionados con el desarrollo, reparación, mantenimiento y mejoras de proyectos cubanos de infraestructura, siempre y cuando beneficien directamente al pueblo cubano.
Eso significa, teóricamente, que empresas estadounidenses pueden ofrecer servicios a proyectos como mejoras del transporte público, acueducto y manejo de desechos, hospitales, escuelas primarias y secundarias, generación de electricidad por medios no nucleares y servicios de protección ambiental.
Pero Kavulich señala que las compañías extranjeras que consiguen esos contratos de diseño e ingeniería por lo general son del mismo país que entrega financiamiento y garantías para los proyectos de infraestructura en la isla.
▪ Eliminación de límites sobre los productos de alcohol y tabaco traídos de la isla para uso personal. Antes del cambio había un límite combinado de estos productos por valor total de 100 dólares. Eso significaba que un viajero no podía traer una caja de puros de primera calidad.
Aunque el ron cubano puede comprarse a precios económicos, las botellas de los rones añejos Santiago y Havana Clun cuestan entre $50 y $55, y una botella de ron premium de Havana Club puede llegar a costar $350.
Los viajeros tendrán que pagar los aranceles e impuestos correspondientes.
“Este cambio probablemente impulse la venta de ron y puros cubanos finos”, dijo Augusto Maxwell, abogado de Miami entre cuyos clientes están varias compañías que hacen negocios con Cuba o están en trámites para ello.
Sin embargo, hay un cambio que algunos ejecutivos y banqueros estadounidenses esperaban pero que no se implementó en la que pudiera ser la última ronda de cambios normativos antes que el presidente Barack Obama deje el cargo.
Aunque los analistas dicen que pudiera facilitar el comercio entre los dos países, los cambios no contemplaron permitir que instituciones financieras operadas por el gobierno cubano tengan cuentas corresponsales en instituciones financieras con sede en Estados Unidos. Eso significa que los pagos de exportaciones permitidas tienen que seguir enviándose a través de bancos en terceros países.
Que ese cambio no se haya implementado es “absurdo”, dijo Kavulich. “Eso es negligencia comercial. La base de una economía de mercado es el movimiento eficiente de bienes y servicios, y eso significa pagar y recibir pagos por esos bienes y servicios. Es asombroso que el presidente siga dejando esas decisiones sobre la mesa”
E incluso con los cambios más recientes, el bufete Akin Gump señala: “El embargo comercial de Estados Unidos a Cuba sigue restringiendo en lo general el comercio, los servicios financieros y los viajes entre los dos países”.
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‘Sergio & Sergei’ es la primera
coproducción entre ambos países 56 años después del embargo
Escena de la película-
El deshielo entre Cuba y Estados Unidos llega al espacio
Desde el inicio del proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, muchos sectores se han fijado en el potencial de la isla para hacer negocios y emprendimientos. Hollywood no fue la excepción. Pasaron por la capital del país caribeño el clan de las Kardashian; el productor Michael Bay y la filmación deTransformers 5; además de la presencia de Don Cheadle, quegrabó un episodio de la serie House of Lies. En medio de toda esa pompa de celebridades, los 10 días también en esa ciudad del intérprete estadounidense Ron Pearlman pasaron casi desapercibidos. El protagonista de Hellboy se encontraba trabajando como actor y coproductor de Sergio & Sergei, del directorErnesto Daranas, la película que podría ser considerada como la primera colaboración fílmica entre ambos países 56 años después del embargo.
La historia, coescrita por el director y Martha Daranas, está ambientada en 1992. Es el momento en el que el bloque comunista se desintegra y Cuba se adentra en la más dura de sus crisis. Relata la amistad entre Sergio –interpretado por Tomás Cao-, un radioaficionado y profesor de marxismo cubano, y Serguei Asimov –encarnado por Héctor Noas-, un cosmonauta soviético que se encuentra abandonado a su suerte en la estación orbital Mir.
Pearlman se encontraba en Cuba acompañando a su amigo y cineasta Gabriel Beristain cuando recibió la oferta para actuar y coproducir el filme. En unaentrevista a Deadline dijo que su pasión son las películas independientes, por lo que la oportunidad de estar al frente de un largometraje de la isla era una oportunidad que no podía dejar pasar. El actor fetiche del director mexicano Guillermo del Toro dijo que, en su función como coproductor, será el representante de esta obra en el mercado estadounidense y en festivales. “Fue emocionante ser parte de lo que me pareció que es un cambio inevitable de dirección. Había una oportunidad para trabajar y ayudar a dar a conocer a un realizador de clase mundial como lo es Daranas. Es la persona más importante en toda esta mezcla; esta será su fiesta de presentación y tengo que asegurarme de que reciba lo que le corresponde”, afirmó Pearlman.
Conviviendo con Vin Diesel
El deseo de Daranas de regresar a los “duros noventa” se dio porque cree que la crisis de esa década aún se mantiene vigente. Afirma que las restricciones “apenas comienzan a levantarse muy lentamente” y que limitaron la iniciativa y capacidad de un pueblo que, por entonces, se preciaba de ser uno de los mejores preparados del mundo. “En un momento donde muchos apostaban a que la revolución se derrumbaría tras la caída URSS, Sergio encarna a ese profesional que no dejó de creer que nuestro socialismo preservaría sus logros y aprendería de sus errores para trazar un camino que, a la larga, nos librara de nuevas dependencias. No ocurrió de esa manera, al menos, no de la manera que muchos cubanos como Sergio esperaban”, afirmó en una entrevista al portal de la Televisión Cubana.
El largometraje, como toda producción, conllevo sus dificultades. Una, las complicaciones de los protagonistas por hablar en ruso. Otro desafío fue la convivencia con el actor estadounidense Vin Diesel, dijo Daranas. Su equipo de producción enfrentó un problema constante para grabar el sonido directo en una pequeña azotea en La Habana, uno de los escenarios. ¿Cuál era el causante de este desorden sonoro? Coincidir con el rodaje de Rápido y Furioso en la capital caribeña. “Su helicóptero nos sobrevoló durante días”, explicó el también realizador de Conducta.
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