Por qué Estados Unidos dejó de defender en la ONU su embargo a Cuba
Gerardo Lissardy - Nueva York -
La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas ha votado anualmente desde 1992 una resolución para condenar el embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba.
En un paso sin precedentes, este miércoles el gobierno de Estados Unidos decidió abstenerse en la votación en contra del embargo. Israel hizo lo mismo.
El embargo comercial de medio siglo que Estados Unidos impone a Cuba recibió un nuevo golpe este miércoles, cuando Washington evitó rechazar una resolución de las Naciones Unidas condenando sus sanciones.
Es la primera vez en los 25 años de votación de esa resolución de la Asamblea General de la ONU contra el embargo que Estados Unidos se abstiene en lugar de oponerse. Así, la resolución tuvo este año 191 países a favor, ninguno en contra y dos abstenciones: las de EE.UU. y su aliado Israel, que también modificó su voto negativo.
Esto ocurre en medio de un proceso de normalización de relaciones entre Washington y La Habana iniciado hace dos años por el presidente estadounidense, Barack Obama, y su par cubano, Raúl Castro.
Ambos mandatarios han pedido desde entonces terminar el embargo que Washington adoptó contra Cuba a inicios de los años 60, considerado todo un símbolo del encono que la potencia capitalista y la isla comunista tuvieron por medio siglo.
Pero el Congreso estadounidense, es el que tiene la última palabra en esto, ha evitado hasta ahora levantar las sanciones.
Y la votación de este miércoles en la ONU planteó una paradoja: la misión de Estados Unidos evitó defender una política que su propio país mantiene en vigencia.
Entonces, ¿a qué se debe esto?
"Aisló a EE.UU."
El objetivo del embargo estadounidense ha sido castigar a Cuba por las políticas que adoptó tras la revolución de 1959, de modo de aislar y debilitar al gobierno hasta provocar su cambio.
Pero Obama, que está en los últimos meses de su gobierno, llegó a la conclusión de que esa estrategia no ha funcionado.
"Durante 50 años, Estados Unidos siguió una política hacia Cuba que fracasó a la hora de mejorar la vida de los cubanos", indicó Obama el año pasado durante un discurso en la ONU.
La embajadora estadounidense ante la organización, Samantha Power, insistió en esa idea este miércoles cuando la abrumadora mayoría de países de la Asamblea General condenaba el embargo.
"La resolución votada hoy es un perfecto ejemplo de por qué la política de EE.UU. de aislamiento hacia Cuba no estaba funcionando", dijo Power.
"En lugar de aislar a Cuba, como dijo el presidente Obama, nuestra política aisló a Estados Unidos, incluso aquí en Naciones Unidas", concluyó.
El discurso de Power fue saludado por aplausos hasta de integrantes de la misión de Cuba.
"El embargo fracasó: su propósito era derribar al régimen de Cuba y sigue el régimen de Cuba", dijo, a BBC Mundo, Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de economía en la Universidad de Pittsburgh, Estados Unidos, experto en temas cubanos.
"Municiones"
El gobierno cubano ha dicho que el embargo le ha generado a la isla perjuicios por unos US$125.000 millones y Mesa-Lago sostiene que causó "daños enormes", aunque la cifra es difícil de estimar.
Para sobreponerse a eso, Cuba contó con aliados clave como la Unión Soviética en tiempos de la Guerra Fría y la Venezuela de Hugo Chávez más recientemente, que le envió abundante petróleo.
El embargo pasó de un tiempo en que tuvo mayor respaldo internacional, con las excepciones en el hemisferio de países como México y Canadá, al rechazo generalizado actual.
"Cuba tiene relaciones comerciales con más de 100 países en el mundo", sostuvo Mesa-Lago. Y dijo que las sanciones estadounidenses le dieron "municiones a los gobiernos de Fidel y Raúl (Castro) para achacar los errores de política económica interna al embargo".
El apoyo al embargo también está menguando dentro de Estados Unidos.
Una encuesta del centro Pew de investigación concluyó el año pasado que cerca de tres de cada cuatro estadounidenses (72%) apoyan el levantamiento de las sanciones a Cuba.
Pero el Congreso ha sido reticente a acabar con el embargo, ante la advertencia de miembros de la mayoría republicana e incluso demócratas de que en Cuba aun se violan derechos humanos por parte del gobierno.
Algunos defensores de las sanciones a la isla criticaron el cambio de Washington ante la ONU.
"El presidente Obama debe permanecer solidario con el pueblo cubano en su lucha por la libertad, en vez de ponerse otra vez del lado de sus opresores",sostuvo el congresista republicano Mario Díaz-Balart.
La embajadora estadounidense ante la ONU señaló al votar que la abstención "no significa que Estados Unidos está de acuerdo con todas las políticas y prácticas del gobierno Cubano".
Otros defensores de las sanciones a la isla criticaron el cambio de Washington ante la ONU.
"Este fracaso sin precedentes del presidente Obama en defender la ley de EE.UU. en la Asamblea General de las Naciones Unidas marca quizás la violación más flagrante de sus responsabilidades constitucionales y juramento del cargo", sostuvo el sitio web conservador Capitol Hill Cubans.
Aunque Obama ha relajado el embargo, permitiendo viajes e importaciones de la isla, el canciller Bruno Rodríguez sostuvo hoy en la ONU que muchas regulaciones continúan vigentes, en lo que definió como "una violación flagrante del derecho internacional".
Pero Mesa-Lago sostuvo que las quejas cubanas por la permanencia del embargo, sin reformas internas en la isla, sirven de justificación para quienes apoyan las sanciones en el Congreso estadounidense.
"Esa política absurda de criticar, lo que hace es darle municiones a los partidarios del embargo (para) decir: no podemos hacer esto porque Cuba no ha correspondido", concluyó-
Cuba ve positiva la abstención de EE UU en la votación en la ONU
La Asamblea General de la ONU demandó este miércoles el fin del embargo estadounidense a Cuba en una resolución que, por primera vez, fue aprobada sin ningún voto en contra.
El texto impulsado por el Gobierno cubano recibió 191 votos a favor y dos abstenciones, de Estados Unidos e Israel, países que se habían pronunciado en contra durante 24 años seguidos.
El cambio de postura estadounidense responde, según Washington, al deseo del presidente, Barack Obama, de levantar el embargo, para lo que necesita el respaldo del Congreso del país, donde la mayoría republicana aboga por mantenerlo.
"La resolución que se vota hoy es un ejemplo perfecto de por qué la política estadounidense de aislar a Cuba no estaba funcionando", defendió al anunciar la abstención la embajadora de EE UU ante la ONU, Samantha Power.
"En lugar de aislar a Cuba, nuestra política aislaba a EE UU. Incluido justo aquí en las Naciones Unidas", añadió, en un discurso que fue recibido con fuertes aplausos del resto de delegaciones.
La abstención, dejó claro Power, "no significa que EE UU está de acuerdo con todas las políticas y prácticas del Gobierno cubano".
En ese sentido, reiteró que Washington sigue estando preocupado por las "graves violaciones de los derechos humanos" que las autoridades cubanas cometen contra su propio pueblo, como son las detenciones arbitrarias de opositores.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, consideró que la abstención estadounidense es "un paso positivo", pero lamentó que el embargo continúe siendo una realidad.
"Es necesario por tanto juzgar por los hechos. Lo importante y concreto es el desmontaje del bloqueo, más que los discursos, las declaraciones de prensa o incluso el voto de una delegación en esta sala", dijo.
El texto aprobado por la Asamblea General de la ONU reconoce la "voluntad reiterada" por Obama de "trabajar en pro de la eliminación del bloqueo económico, comercial y financiero" y señala como "positivas" las medidas aprobadas para relajarlo.
Sin embargo, defiende que esas acciones "siguen teniendo un alcance limitado" y llama a abolir por completo el embargo.
La Asamblea General, cuyas resoluciones no son jurídicamente vinculantes, lleva aprobando textos pidiendo el fin del bloqueo cada año desde 1992.
EE UU y Cuba iniciaron en diciembre de 2014 un proceso de normalización bilateral y en julio de 2015 restablecieron sus relaciones diplomáticas, tras más de medio siglo de enemistad.
Según un informe elaborado este año por el Gobierno cubano, el embargo ha supuesto para la Isla un coste de 753.688 millones de dólares desde su implementación en 1962, si se considera la depreciación del dólar frente al valor del oro. A precios corrientes, Cuba estima que ha sufrido un perjuicio de más de 125.873 millones de dólares.