Los homosexuales en relaciones
duraderas tienen mejor sexo que los heterosexuales
Un estudio de la Universidad de Toronto señala que las parejas homosexuales en
relaciones duraderas tienden a tener mejor sexo y ser más felices que las parejas heterosexuales. ¡JA!
Tres, dos o uno tú y yo lo sabíamos: los homosexuales en una relación duradera tienen mejor sexo que los heterosexuales en una relación duradera.
Todo esto no me lo estoy inventando yo, es parte de un estudio muy serio que han hecho en la Universidad de Toronto. Yo no podría hablarte sobre el sexo en una relación duradera porque no sé qué es eso, tanto es así que hasta me he equivocado al escribir “duradera” y no paro de poner “duradrea“.
Pero la que sí tiene idea es una señorita, Jessica Maxwell, que está a punto de doctorarse en psicología en la Universidad de Toronto y ha llevado a cabo un estudio (publicado en el número de noviembre del Journal of Personality and Social Psychology) que lo demuestra.
Lo que Maxwell ha hecho ha sido, básicamente, coger estudios anteriores, examinarlos atentamente y confeccionar unos cuestionarios que presentó a 1.900 personas entre las que había tanto personas heterosexuales como homosexuales. Los resultados han dejado claro que los homosexuales (hombres y mujeres) en relaciones duraderas tienen una vida sexual más plena y feliz.
¿A qué se debe eso? Pues a dos cosas básicas: “Los gays y las lesbianas tienen mayores niveles de creencia en el crecimiento sexual que los heterosexuales, y tienen niveles menores de creencia en el ‘destino sexual’ que los heterosexuales“, ha explicado Maxwell a Gay Star News.
Por partes, lo del crecimiento sexual no se refiere a cuando te comen la oreja y te crece la tienda de campaña o se te quedan las bragas como el papel de las magdalenas. El crecimiento sexual es, básicamente, trabajar conjuntamente para que las relaciones sexuales sean mejores; en eso las parejas homosexuales parecen destacar sobre las heteros porque, según Maxwell, “tienen una visión más sana de las relaciones sexuales lo que lleva a fomentar relaciones mejores y más satisfacción sexual a lo largo del tiempo“.
En el fondo creo que la chica nos está diciendo que somos (sois, recordad que yo y lo de la pareja duradrea… agua y aceite) un poco más guarretes, pero así en plan que investigamos y probamos cosas y hablamos más y mejor del tema y eso hace que follemos más felices. “Sabemos que hay desacuerdos en el terreno sexual y son inevitables con el paso del tiempo. Tu vida sexual es como un jardín, y necesita que lo rieguen y lo nutran para mantenerlo.”
Lo más fascinante de este estudio es lo del “destino sexual”. Resulta que, según los descubrimientos de Maxwell, las parejas homosexuales creen menos en el mito del “alma gemela“. Por lo visto debemos ser unos seres de almas negra que cuando nos enamoramos seguimos sin estar del todo seguros y eso nos lleva a cuidar más la relación; lo que lleva inevitablemente a que seamos más felices.
Por el tipo de preguntas que se realizaron en el estudio es casi imposible diferenciar entre gays y lesbianas en esta cuestión, pero Maxwell señala que las mujeres son más proclives a creer en el alma gemela y el “destino” romántico; y también suelen creer que en una relación du-ra-de-ra hay que currarse el tema sexual. Ya sabes: velitas, cariñitos, besitos, un poco de fantasía, unas baladas de Rosana, unas copas de vino… Todo lo contrario a tu concepto de “trabajar” en una relación sexual que implica abrir la maleta de juguetes y ponerle al colchón la funda impermeable.
Con todo esto que ha descubierto, Maxwell espera poder ayudar al mundo a entender que es normal que por mucho que ames a tu pareja (algo que, visto lo visto, yo jamás experimentaré) haya problemas en el dormitorio. Pero esos problemas nunca implican que la relación tenga problemas insalvables.
Salvo que el problema insalvable tenga nombre y apellidos y te lo encuentres en tu dormitorio, en cuyo caso es probable que sí, sea insalvable.
O no.