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General: Las matanzas de los dictadores más sanguinarios del siglo XX
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De: cubanodelmundo  (Mensaje original) Enviado: 29/11/2016 19:24
Tras la muerte del «comandante» Fidel Castro, hacemos un
repaso por los cinco tiranos cuya crueldad ha teñido con sangre las páginas de la historia
  
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De Stalin a Mao:
 Las matanzas de los dictadores más sanguinarios del siglo XX
             POR  MANUEL P. VILLATORO | ABC.es
  «Un brutal dictador que oprimió a su pueblo». Así es como ha definido el flamante nuevo presidente de los Estados Unidos a Fidel Castro (fallecido el pasado viernes 25 de noviembre). Con la marcha de este revolucionario (que derrocó hace 60 años al gobierno de Batista junto a sus barbudos guerrilleros) se ha ido, en efecto, uno de los tiranos que ha logrado perpetuarse en el poder hasta su muerte. Sin embargo, no ha sido el único a lo largo de la historia. De hecho, es la punta del iceberg de una larga lista de autócratas que -solo en el siglo XX- han dejado manchadas de sangre las páginas de los libros de historia con millones de muertos.
 
Iósif Vissariónovich (más conocido como Stalin) vino al mundo allá por el año 1879 en Georgia. Desde joven combatió contra el régimen de los zares. En 1903 se puso a las órdenes de Lenin y de sus bolcheviques, grupo en el que logró ascender sumamente rápido.
 
En 1922 llegó hasta la cabeza del ya Partido Comunista (PCUS) y, apenas unos años después, logró que Trotski (el sucesor elegido por Lenin por considerar al futuro dictador demasiado sanguinario) se marchase del país al exilio. Acto seguido, y tras la muerte de su mentor, nuestro protagonista se deshizo poco a poco de sus enemigos hasta que acaparó el liderazgo de la URSS para sí a finales de los años 20. A partir de entonces, ejerció un poder dictatorial que le llevó a acabar con la vida de entre 10 y 50 millones de personas (atendiendo, siempre a las fuentes a las que se acuda).
 
Entre 1936 y 1938, Stalin perpetró las denominadas purgas. Una forma educada de denominar al asesinato masivo de miles de personas que pudieran considerarse contrarias a sus políticas o que, simplemente, hubiese apoyado a Trotski durante el breve período de tiempo en el que ambos se enfrentaron por el poder. Así, se sucedieron las matanzas del ejército o del Politburó. Todas ellas se sumaron al envío masivo de ciudadanos a campos de trabajo (gulags), la colectivización de tierras (previas a la expulsión de sus habitantes de ellas) y al traslado de poblaciones en su totalidad a su capricho.
 
Cuando comenzó la Segunda Guerra Mundial, el dictador se alió con Adolf Hitler y ambos se repartieron Polonia. Sin embargo, posteriormente el líder nazi le traicionó e invadió la URSS durante la Operación Barbarroja. En los primeros meses de la guerra, el Ejército Rojo fue arrasado por los germanos, por lo que el líder soviético dio órdenes de que ningún soldado se retirase del frente para evitar la pérdida de territorios. Según la orden 227, cualquiera que lo hiciera podría ser disparado por sus propios oficiales.
 
Otro tanto sucedía con sus generales. Y es que, aquellos que decidían retirarse al no poder contener al enemigo eran fusilados. Esta barbarie, junto con la contienda misma, llevó a los soviéticos a perder un total de 23 millones de vidas en aquellos años. Sus ejércitos, no obstante, se tomaron su venganza y violaron (junto con el resto de aliados) a más de un millón de mujeres en Berlín una vez que fue tomada.
 
Tras la guerra, las políticas de Stalin le terminaron enfrentando a los Estados Unidos, lo que provocó la Guerra Fría. Murió en 1953. A día de hoy, los historiadores no se ponen de acuerdo en lo que respecta al número de muertes que provocó este dictador.
 
Sin embargo, las más extendidas son las que ofrece la escritora Norma Estela Ferreyra en su obra «Verdaderas historias de terror». En ella afirma que, mientras tuvo bajo su yugo a la URSS (desde 1924) 4 millones de rusos murieron por su «paranoia» (miedo a que fueran contrarios a su persona), 23 millones dejaron este mundo por sus absurdas órdenes durante la IIGM y 7 millones de ucranianos debido a la hambruna provocada por sus infames políticas de exportación. Con todo, son múltiples las fuentes que revisan estos datos y lo reducen o aumentan considerablemente.
 
2-Adolf Hitler (1889-1945)
Adolf Hitler es uno de los dictadores más conocidos del siglo XX. Y ya no solo por lograr conquistar media Europa y una buena parte del norte de África con sus ejércitos, sino por usar el estado para aniquilar a entre seis y diez millones de judíos en campos de concentración y exterminio. El futuro Führer vino al mundo el 20 de abril de 1889 en Braunau Am Inn.
 
Tras combatir en la Primera Guerra Mundial y ser herido de guerra, se unió a Partido Nacionalsocialista Alemán (NSDAP). Posteriormente se hizo con el poder de este grupo. En los años 20 trató de dar un golpe de estado por el que acabó en prisión. Cuando salió de la cárcel decidió usar la democracia para conseguir llegar hasta lo más alto de la política, y lo logró en 1933, después de ser elegido canciller. Apenas un año después, consiguió también el título de presidente de Alemania.
 
A partir de ese momento unificó el poder en su figura y se convirtió en un dictador a todos los efectos. Usando el sentimiento anti judía y anti internacional existente en Alemania, logró dirigir a la sociedad hacia una de las guerras más cruentas del siglo XX. La IIGM comenzó en 1939 con la invasión de Polonia y tenía el objetivo -oficialmente- de recuperar las regiones y el respeto que el Tratado de Versalles (firmado tras la IGM) le habían hecho perder a Alemania.
 
Al final, sin embargo, terminó con un intento de dominación casi mundial y el aniquilamiento en masa mediante cámaras de gas de la raza que, según Hitler, tenía la culpa de la mayoría de los males de Alemania: la judía. También será tristemente recordado por los múltiples experimentos que idearon sus médicos para (presuntamente) hacer avanzar a la ciencia, y que acabaron con miles de vidas de prisioneros.
 
A partir de 1944, no obstante, los ejércitos alemanes se empezaron a resentir y -tras haber llegado hasta Stalingrado en su combate contra los soviéticos- tuvieron que comenzar a retirarse hacia Alemania. Fue el principio del fin de la contienda. En 1945, tras seis años de guerra, Hitler se suicidó en el búnker de la cancillería sabedor de que dejar el mundo era mejor que pagar por todas las barbaridades que había perpetrado.
 
Tras la guerra, las atrocidades de los nazis llevaron a la firma de la Carta de París el 8 de agosto de 1945. Un documento en el que se estableció la existencia de crímenes de lesa humanidad o crímenes contra la humanidad.
 
«Por crimen contra la humanidad se entienden, a los efectos del Estatuto de la corte penal internacional [...], diferentes tipos de actos inhumanos graves cuando reúnan dos requisitos: “la comisión como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, y con conocimiento de dicho ataque”», explica la abogada Joana Abrisketa en «Diccionario de Acción Humanitaria y Cooperación al Desarrollo».
 
3-Mao Tse Tung (1893-1976)
Mao Tse Tung (también Mao Zedong) está considerado a día de hoy como el mayor asesino del siglo XX. Concretamente, está establecido que acabó con la vida de unos 70 millones de personas como dictador de China. Vino al mundo el 26 de diciembre de 1893 en Hunan y, al igual que sucedió con Stalin y Hitler, pronto se destacó como un luchador rebelde que se enfrentó al poder establecido. En este caso, la dinastía Qing.
 
Tras estudiar magisterio, colaboró activamente en la fundación del Partido Comunista de su país para defender, según decía, los intereses del campesinado en contra de los tiranos. Tras conseguir un gran séquito de soldados y enfrentarse a los japoneses (que habían invadido algunas zonas del país), logró acceder al poder el 1 de octubre de 1949, después de que se proclamara la República Popular de China. Curiosamente, lo hizo por la vía democrática, al igual que su homólogo alemán. «¡Se ha establecido la República Popular China! ¡Se ha puesto en pie el pueblo chino!», dijo entonces.
 
A partir de este punto su figura causa controversia entre los expertos. Y es que, durante sus primeros años de mandato, Mao llevó a cabo las políticas que había prometido tales como repartir tierras entre el campesinado, fomentar una educación y sanidad pública, y volver estatales las empresas del país. Sin embargo, tan verdad como esto es que siguió los pasos de Stalin perpetrando grandes purgas contra sus enemigos y favoreciendo la represión como forma de castigar a sus presuntos detractores.
 
A su vez, durante el denominado «Gran salto adelante» (la pésima industrialización del país en detrimento de la agricultura) acabó con la vida de entre 30 y 40 millones de personas. Otro tanto sucedió durante la «Revolución cultural» (las purgas), que se llevaron hasta 20 millones de personas consigo. Y todo ello, en tiempo de paz.
 
«Después de la conquista de China, a partir de 1949, Mao tuvo el secreto objetivo de dominar el mundo. En la persecución de esta fantasía causó la muerte de 38 millones de personas en la mayor hambruna de la historia. En conjunto, bajo el gobierno de Mao perecieron, en tiempos de paz, más de 70 millones de seres humanos», explica Jung Chang en «Mao, la biografía definitiva».
 
El divulgador Francisco Javier Villarreal es de la misma opinión: «Fue un dictador militar demente, tiránico, y depredador. Comunista de China y presidente de la República Popular de China por 26 años y 11 meses, […] fue responsable de la muerte de más de 70 millones de chinos por sus políticas económicas internas desastrosas y sus revueltas civiles, millones de desplazados y millones de muertos por las revoluciones exportadas a otros países». Murió el 9 de septiembre de 1976 tras el empeoramiento de su enfermedad.
 
Augusto Pinochet (1915-2006)
El chileno Augusto Pinochet fue otro de los dictadores más destacados del siglo XX. Nació en 1915 en Valparaiso y, curiosamente, no se destacó por su capacidad intelectual. De hecho, en el colegio solían llamarle «el burro» por su característica forma de reir y por sus bajas notas.
 
Tras ingresar en la academia militar, el paso de los años le catapultó hasta el generalato y la jefatura mayor del ejército. Desde ese punto hizo de catalizador de los grupos que estaban descontentos por la elección del presidente Salvador Allende en 1970 (el cual lo adquirió con el partido Unidad Popular). Tres años después, el 11 de septiembre, se puso al mando de una fuerza militar que protagonizó un golpe de Estado contra el poder.
 
Aquel día, Allende se protegió en el Palacio de la Moneda y se negó a rendirse. Posteriormente, y según la teoría oficial, se suicidó disparándose en la cabeza con un fusil de asalto. A partir de ese momento, y tal y como sucedió con los casos anteriormente comentados, concentró el poder sobre sí y utilizó todo aquello que tenía al alcance de su mano (por ejemplo, los servicios de inteligencia) para acabar con sus detractores políticos. Además, modificó la constitución de Chile para poder permanecer en el poder hasta 1989.
 
Realmente se hizo tangible la frase que, en su día, dijo el general: «En este país no se mueve una sola hoja sin que yo lo sepa». Todo ello lo acompañó de la privatización de empresas públicas y de los recortes de salarios, lo que provocó una gran expansión económica.
 
Durante el régimen militar que encabezó (el cual se fue diluyendo poco a poco hasta que acabó rindiendo cuentas ante la justicia) casi 30.000 personas fueron torturadas y más de 3.000 murieron a manos del Estado. Además, 300.000 tuvieron que exiliarse debido a la represión. A su vez, fue procesado por violar hasta en tres ocasiones los derechos humanos. Una de ellas fue la denominada «Caravana de la muerte».
 
El momento en el que un grupo militar ejecutó a 75 presos políticos. «Pinochet rompió los esquemas y creó un nuevo modelo [de dictadura] que lo transformó en el icono por excelencia del siglo XX de la violación sistemática de los derechos humanos y crímenes de lesa humanidad en América Latina», explica el periodista especializado John Dinges en su dossier «El legado del terrorismo internacional de un dictador poco clásico».
 
Su mayor barbarie fue la denominada «Operación Cóndor», la cual perpetró junto a los líderes de otras cinco naciones latinoamericanas. «La Operación Cóndor, que contó con la connivencia de Estados Unidos, debe ser entendida como una organización del tipo stay-behind, encargada de eliminar a elementos de oposición, garantizar el establecimiento en el poder a los nuevos ejecutivos militares de varios países latinoamericanos y evitar una organización política, económica y social por parte de las clases populares», explica el historiador Marcos Ferreira Navarra en su dossier «Operación Cóndor: antecedentes, formación y acciones». En la práctica, esta operación acabó con 50.000 enemigos del general asesinados.
 
Jorge Rafael Videla (1925 - 2013)
Llamado por muchos «El hueso» debido a su escaso peso, Jorge Rafael Videla fue el artífice de la última dictadura militar argentina. El futuro tirano nació en Buenos Aires el 2 de agosto de 1925. Militar desde su juventud, en 1976 (ya como general) protagonizó un golpe de estado contra el gobierno de «Isabelita» Perón. El ataque estuvo, según se ha descubierto en la actualidad, sumamente preparado.
 
Un ejemplo es que los últimos 90 días antes del ataque se utilizaron para elaborar listados y listados de todos aquellos contrarios al régimen que, una vez tomado el poder, serían represaliados. El suceso, como se suele decir, era la historia de una muerte anunciada.
 
«No era una situación que nosotros pudiéramos aguantar mucho: los políticos incitaban, los empresarios también; los diarios predecían el golpe. La Presidente no estaba en condiciones de gobernar. El gobierno estaba muerto», explicó Videla en su momento. Llevaba razón el oficial, pues una jornada antes de que saliera a la calle, en la radio ya se barajaba la posibilidad de una revuelta militar.
 
Tras tomar el poder, Videla se transformó (según los datos ofrecidos por el «Museo de la Casa Rosada») el «Presidente de facto de la Nación Argentina» (dictador) hasta el 29 de marzo de 1981. Durante ese tiempo disolvió el Congreso Nacional y todos los órganos políticos; suprimió las garantías constitucionales; suprimió los partidos políticos y favoreció las importaciones en lugar del consumo del producto nacional.
 
A su vez, colaboró en el «Plan Cóndor» y en la desaparición de cientos de personas. Este último fue un tema del que llegó a opinar: «Si no están, no existen, y como no existen no están. Los desaparecidos son eso, desaparecidos; no están ni vivos ni muertos; están desaparecidos». Independientemente de sus opiniones, lo cierto es que sus soldados hicieron esfumarse de la faz de la Tierra a 30.000 personas y asesinaron (como él mismo admitió posteriormente en prisión) a entre 7.000 y 8.000.
 
En 1981 fue sustituido por Roberto Eduardo Viola tras cumplir los cinco años de gobierno máximo establecidos por la Junta Militar. Con la llegada de la democracia a Argentina, fue condenado a cadena perpetua en 1985 por violar los derechos humanos. Sin embargo, finalmente fue perdonado por un vacío legal. Cumplió únicamente cinco años de prisión. Con todo, posteriormente no logró escapar de una de las acusaciones más deleznables que pueden pesar sobre una persona: robar bebés.
 
Le cayeron 50 años por apropiarse de 35 niños nacidos en cautiverio. A efectos prácticos, y debido a su edad, pasaría entre rejas hasta el final de su vida. No obstante, logró evitar los barrotes por su precario estado de salud y permaneció en arresto domiciliario. Posteriormente fue juzgado por la «Operación Cóndor». Al final terminó ingresando en prisión, donde murió por causas naturales en 2013.
 
Fidel Castro , las mentiras más polemicas del dictador:
 
1. “Tengo la seguridad de que en el curso de breves años elevaremos el estándar de vida del cubano superior al de Estados Unidos y del de Rusia”.  Fidel Castro 16 de febrero de 1959. ,1962.

2. “Yo no estoy interesado en el poder, no lo ambiciono… Restableceremos todos los derechos y libertades, incluyendo la absoluta libertad de prensa”. Santiago de Cuba, 3 de Enero de 1959.

3. “Habrá libertad para los que hablan a favor nuestro y para los que hablan en contra nuestro y nos critican”. 1ero. de enero de 1959 en Santiago de Cuba.

La más grande mentira, Cuba carece de todo, pero en mayor grado carece de libertad.
 
4. “Nosotros tenemos un país libre. No tenemos censura y el pueblo puede reunirse libremente. Nunca vamos a usar la fuerza y el día que el pueblo no me quiera, me iré.” La Habana, 9 de Enero de 1959.

Impidió toda expresión del pensamiento que no estuviera conforme con la línea fijada por el castrismo. Eliminó a cuantos osaron criticar el proceso revolucionario, enviándolos a prisión o fusilándolos.

 5. “Cuando se suprime un derecho se termina por suprimir todos los demás derechos, desoyendo la democracia. Las ideas se defienden con razones, no con armas. Soy un amante de la democracia”. claraciones a la prensa, La Habana, Enero 7, 1959.

Precisamente ese ha sido su meta real, empezó por suprimir un derecho y terminó por suprimirlos todos, con objeto de satisfacer sus deseos de poder absoluto. Para llevarlo a cabo inicialmente enarboló la bandera democrática.

 6.  “Sé que están preocupados de si somos comunistas. Quiero que quede bien claro, no somos comunistas. Yo no soy Comunista ni tampoco el movimiento, pero no tenemos que decir que somos anti-comunistas por agradar al extranjero”. Declaraciones de Prensa, La Habana, Enero 13, 1959.

7. “Los que hablan de democracia deben empezar por saber en que consiste el respeto a todas las ideas, a todas las creencias, en que consiste la libertad y el derecho de los demás… no perseguimos a nadie… Si perseguimos a un periódico y lo clausuramos, Ah!, cuando se empiece a clausurar un periódico, no se podrá sentir seguro ningún diario, cuando se empiece a perseguir a un hombre por sus ideas políticas, no se podrá sentir seguro nadie, cuando se empiece a hacer restricciones, no se podrá sentir seguro ningún derecho”.

Suprimió todas las ideas que criticaron su manera de gobernar, persiguió todas las creencias religiosas, clausuro todos los periódicos, las estaciones de radio y de televisión. Persiguió y mando al paredón, la cárcel o al exilio a todos aquellos que se opusieron o discreparon de sus ideas, aboliendo los derechos políticos, sociales, laborales y todos los derechos humanos.

 8. “Armas para que”. Discurso, La Habana, Enero 15, 1959.
Convirtió a la Isla en un gigantesco cuartel, llegando a tener mas de 500,000 hombres sobre las armas durante las décadas del 70 y el 80. Un libro publicado por la tiranía castrista en Abril de 1997 hace alarde de su participación militar con tropas, armamento y dinero en mas de una docena de países.

 9. “Respecto al Comunismo, solo puedo decirles una cosa, NO SOY COMUNISTA, ni los comunistas tienen fuerza para ser factor determinante en mi país”. Discurso en la Sociedad Norteamericana de Editores de Periódicos de Washington, abril 17, 1959.

En su comparecencia en el programa de televisión “La Universidad Popular” en diciembre 1de 1961 declaró: “Puedo decir, con satisfacción plena y confidencia, que soy marxista-leninista y lo seré hasta el último día de mi vida”. El ojo del amo ruso engorda al caballo.

10. “Esta revolución no es comunista sino humanista”. Discurso ante la prensa, Washington, abril 17, 1959.

Negó enfáticamente que el comunismo tuviera algo que ver con él, para proclamar tiempo después que había sido marxista leninista toda la vida.

 11. “Jamás se ha torturado a nadie en una cárcel revolucionaria”.
Uno de los lugares preferidos de los carceleros para sancionar a los presos lo son las llamadas “gavetas” de cuatro pies de ancho por seis de largo. Otro tipo de celda de castigo lo es la llamada “La Ratonera”, en la prisión de La Cabaña, de unos 7 por 4 pies. En los últimos años las más utilizadas han sido las “tapiadas”, de la cárcel de Boniato en Oriente, así como “los candados” y “el rectángulo de la muerte” en el Combinado del Este en La Habana. Ciento de miles de prisioneros políticos cubanos han sido torturados en dichas celdas.

12. “En Cuba no hay opositores, solo contrarrevolucionarios pagados por los EE UU”.
En Cuba en los últimos 42 años no ha existido un estado de derecho, solo una sanguinaria tiranía. Este es el pensamiento de Martí con respecto a la patria: “Todo lo de la patria es de propiedad común de todo el que haya nacido en Cuba. La patria es dicha de todos y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie”.

13. “Cuba producirá mas naranja que la Florida”. Y si ellos en la Florida han podido desarrollar una gran industria de cítricos en una tierra peor que la nuestra, no hay la menor duda de que nosotros vamos a tener una industria de cítricos superior a la industria de cítricos de la Florida. De eso no hay duda” -Fidel Castro 6 de agosto de 1968.

14. “La vaca revolucionaria Ubre Blanca la mayor productora de leche en el mundo”.

Ja, ja, ja, no me hagas reír que tengo el labio partido. Desde principios de los años 60 a los niños al cumplir los 7 años se les suprime la leche que recibían por la libreta de racionamiento.

 15. “No se concibe un país libre cuya economía es de extranjeros”. Febrero 24 de 1960.

La Habana. Hoy mas que nunca la economía de la tiranía castrista depende en alto grado de factores externos, pues se suple con el influjo de dólares producto de las remesas, turismo e inversiones extranjeras. El índice de dolarización ya sobrepasa el 60 por ciento, lo que hace al país dependiente de la economía extranjera.

16.“En 1970 la Isla habrá de tener 5 mil expertos en la industria ganadera y alrededor de 8 millones de vacas y terneras…productoras de leche… Habrá tanta leche que se podrá llenar la bahía de La Habana con leche”. Fidel Castro 23 de agosto de 1966.

17. “Cuba, en un breve tiempo se convertirá en un país exportador de petróleo”, Fidel Castro 18 de junio de 2008.     ¿Supongo, con petróleo venezolano?

18. No serán los 10 millones de toneladas de azúcar, sino los casi 4 millones de toneladas de miel porque parejamente se va a desarrollar también la ganadería y utilizaremos la miel como alimentación para el ganado.que nos permitirá ser país exportador de carne de res”. Fidel Castro 6 de julio de 1965.

19. “El azúcar es nuestro principal cultivo y quien quiera cualquier variedad de nuestras mejores variedades de azúcar que la venga a buscar a Cuba. Nuestra ganadería se desarrolla y no tenemos dudas de que será en el curso de pocos años una de las mejores ganaderías del mundo, porque nosotros no tenemos competencia de ninguna clase, pero, además, seremos productores importantes de carne para los mercados del mundo, en cantidad y en calidad, y seremos productores importantes de cultivos tropicales, y entre los cítricos nos colocaremos entre los primeros países del mundo, y lo mismo ocurrirá con el café y con el plátano fruta y con la piña (APLAUSOS)”.- Fidel Castro 1 de febrero de 1968.

20. “Nosotros hemos dicho que convertiremos a Cuba en el país más próspero de América, hemos dicho que el pueblo de Cuba alcanzará el nivel de vida más alto que ningún país del mundo”. La Habana, 13 de marzo de 1959.

Debieron notar que algo iba mal cuando prometió celebrar elecciones en 18 meses y ya lo llevaba más de 50 años en el poder.

El parecido de las mentiras que ha dicho Fidel con las mentiras que dijera Hugo Chávez y ahora Nicolás Maduro no son pura coincidencia, son producto de mentes maquiavélicas que supieron aprovecharse de sus pueblos para lograr el poder.

¿A qué se le parece? No olvide dejar sus comentarios.
 
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FUENTE  ABC.es
 


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