¿Ir al baño o seguir durmiendo?
Los expertos señalan que es posible que algo no funcione bien en el organismo si una persona debe enfrentarse constantemente al dilema de orinar o aguantar cuando está durmiendo.
Muchos sufren en la noche porque sienten ganas de orinar en la noche. A este se le conoce como Nicturia y es frecuente. Se calcula que uno de cada tres adultos mayores de 60 años la padece, aunque puede ocurrir a cualquier edad. No es una enfermedad, pero hay que prestarle atención ya que puede ser un síntoma de algún trastorno grave.
A todos les pasa sobre todo cuando toman mucho líquido de noche. Pero este comportamiento deja de ser normal cuando la situación se repite más de dos veces y durante varios días de la semana. Cuando esto ocurre, se debe consultar a médico, quien evaluará las causas de esta condición y si es necesaria la remisión con un especialista. “Si una persona se levanta hasta cinco veces en la noche, ya se considera un caso severo que debe ser tratado”, explica el médico José Beltrán. “Esta es una de las causas más comunes de trastornos del sueño graves que pueden ocasionar cansancio permanente, fatiga en el día y depresión”, agrega.
La nicturia se puede presentar por varias razones, que pueden ser diferentes entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en ellas se puede dar como consecuencia de la menopausia, alteraciones hormonales, el parto o el prolapso de los órganos pélvicos. En los hombres, una de las causas principales es el agrandamiento de la glándula prostática (HSB), y en personas más jóvenes, tener una vejiga hiperactiva que hace que incluso haya un goteo antes de vaciar.
Otra razón es la ingesta de abundante líquido en la noche, sobre todo si se trata de bebidas con cafeína y alcohol, que pueden irritar la vejiga y producir alteraciones del sueño. El consumo de medicamentos con efecto diurético también es una causa de la nicturia. “El patrón de comportamiento puede favorecer la aparición de este síndrome, pues si ya se educó al cuerpo para orinar en la noche, le va a tomar tiempo desacostumbrarlo”, asegura Beltrán. Las infecciones del tracto urinario también son un factor importante para tener en cuenta.
Las micciones nocturnas también suelen ser síntoma de quienes padecen diabetes, insuficiencia cardíaca o renal, enfermedades vasculares, trastornos del sueño y hasta cáncer de vejiga. Por eso es importante poner atención cuando se presenta la baja capacidad de la vejiga durante las noches. Podría ser un aviso del organismo de que algo grave está alterado en el cuerpo.
Para diagnosticar lo que está causando la nicturia, el médico pide “un parcial de orina para ver si hay infecciones o alteraciones”, dice el médico y añade que también “se debe hacer una evaluación del historial y las medicinas que está ingiriendo el paciente para ver si alguna de estas está provocando el trastorno”.
Se recomienda antes de consultar con el médico llevar un diario un par de días, en el que se consigne la cantidad de líquido que se ingiere y cuántas veces al día se vacía, así como si se presentan molestias como ardor, dificultad o un color extraño al orinar. Este diario puede ayudar al profesional a dar un mejor diagnóstico y tratamiento, o dado el caso, una remisión oportuna a urología, neurología o la especialidad que se requiera para tratar el síntoma.
El tratamiento puede ir dirigido a mejorar las patologías que estarían causando la nicturia o cambiar las conductas para evitar el trasnocho por la necesidad de orinar. Este problema se podría prevenir limitando el consumo de bebidas, en especial del alcohol y la cafeína en horas de la noche. No fumar puede ser de gran ayuda, así como evitar el sobrepeso, hacer deporte y preferir la posición horizontal para dormir. En los casos más graves, se suele usar medicamentos para controlar la micción.