|
De: cubanet201 (Mensaje original) |
Enviado: 02/12/2016 18:45 |
Mike Pence y el payaso presidente Donald Trump
¿Qué va a hacer Mike Pence con el Medicaid?
Por Phil Galewitz | Kaiser Health News | El Nuevo Herald Chris Cunningham estaba tan entusiasmada con la expansión del Medicaid que implementó el gobernador de Indiana, Mike Pence, bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (ACA), que aceptó su invitación a un evento que celebraba su primer aniversario en enero pasado.
El haber obtenido Medicaid terminó con sus ocho años sin cobertura de salud y pagó por su tratamiento de un problema de tiroides, una enfermedad pulmonar y medicamentos recetados para ayudar con ambos problemas. Ella dejó de trabajar en el 2008 para cuidar de su esposo discapacitado.
“Para mí, fue un cambio de juego”, dijo la mujer, de Indianápolis.
Ahora, los resultados de las elecciones y los cambios que se avecinan no se alejan de su mente.
El gobernador de Indiana, Mike Pence, fue uno de los 10 gobernadores republicanos que expandió el Medicaid bajo el Obamacare, pero como compañero de fórmula del ahora presidente electo Donald Trump, está pidiendo la derogación y reemplazo de la ley.
Si eso sucede, millones de personas de bajos ingresos en todo el país, que se sumaron a los mercados de salud estatales y federales desde el 2014, ahora están en riesgo de perder su seguro. Treinta y un estados, y el Distrito de Columbia, han ampliado el Medicaid, extendiendo la cobertura para alrededor de 12 millones de estadounidenses.
“No veo cómo un ser humano compasivo puede arrancar la atención médica de millones de personas”, dijo Cunningham.
Lo que Pence hizo con el programa del Medicaid de Indiana puede ubicarlo en un punto medio conciliatorio en las batallas políticas que se presentarán en el futuro del Obamacare. Pence pidió la derogación de la ley incluso antes de unirse a Trump, pero también empujó la extensión del Medicaid. Aunque lo hizo en una dirección conservadora, abogando por las exigencias de elegibilidad más estrictas para las personas de bajos ingresos que recibían atención de salud pagada por el gobierno.
Ni Trump ni ninguno de los principales republicanos han explicado cómo será el cambio. Trump sí ha dicho que apoya las donaciones en bloque a los estados para cubrir el Medicaid, como una forma de estabilizar la financiación federal que podría aumentar los costos de los estados y obligarlos a recortar los beneficios o la elegibilidad.
La ley de salud permitió a los estados ofrecer el Medicaid a todos los adultos con ingresos de, o por debajo, del 138 por ciento del nivel federal de pobreza, con todos los costos adicionales pagados por el gobierno durante los primeros tres años, del 2014 al 2016.
Pence tomó el dinero federal, pero ganó la aprobación de la administración de Obama para agregar rasgos que diferenciaron a Indiana de otros estados que expandieron el Medicaid. Por ejemplo, los beneficiarios están obligados a pagar dinero –$1 al mes para muchos– a cuentas especiales que, según Pence, les hará más conscientes de los costos asociados con la atención médica.
Healthy Indiana Plan 2.0 empujó los límites tradicionales del Medicaid, por lo que ha capturado la atención de los estados conservadores. El plan exige algo de todos los inscriptos, incluso los que están por debajo del nivel de pobreza. Las personas que no logran mantener sus contribuciones pierden la cobertura dental y de visión, y deben enfrentar los copagos. Los que están por encima del nivel de pobreza pueden perder temporalmente toda cobertura si se atrasan con las contribuciones.
Los que apoyan esta estrategia, entre ellos Pence, han dicho que hace que los beneficiarios del Medicaid compartan la responsabilidad financiera por su cuidado y que a la vez ahorren dinero al estado, al reducir los servicios innecesarios y el uso inapropiado de las salas de emergencia (ER, por sus siglas en inglés).
Pence ha dicho que el programa de Indiana ha reducido el uso de las ER, y que ha llevado al reclutamiento de más médicos para tratar a los beneficiarios. También dijo que tuvo éxito en lograr que la mayoría de los beneficiarios contribuyeran con los pagos mensuales.
“Este es un programa innovador, fiscalmente responsable”, dijo Pence al celebrar el primer aniversario de la expansión al que asistió Cunningham. “Estamos mejorando los resultados, mejorando las vidas y mejorando la fortuna de los Hoosiers (apodo para las personas de Indiana)”.
Cunningham dijo que recuerda bien ese día y la conexión personal que Pence hizo con ella y otros nuevos beneficiarios.
“Me da esperanza el hecho de que el gobernador Pence comenzó la expansión del Medicaid aquí y habló muy bien del programa”, dijo. “Cuando lo conocí ese día, me dio la sensación de que a pesar de que no estaba de acuerdo con el 75 por ciento de lo que él representaba, lo percibí como un hombre realmente bueno, [que] realmente quería mejorar la situación de salud para la gente de Indiana”.
Los hospitales de Indiana también esperan que Pence sea un defensor de la preservación de la expansión.
El programa de ampliación del Medicaid en Indiana agregó millones de dólares a la industria hospitalaria del estado proporcionándole más pacientes que pagaban y aumentando los reembolsos del Medicaid.
Brian Tabor, vicepresidente ejecutivo de la Asociación de Hospitales de Indiana, dijo que los resultados electorales le preocupan en cuanto al futuro del Medicaid y el Obamacare. Pero, como Pence tendrá la atención de Trump se podría marcar una diferencia.
Pence “entiende que, con cierta flexibilidad, los estados pueden tener éxito en la expansión de la cobertura y que eso es un buen presagio para los estados como Indiana”, dijo. “Él es un apasionado de la salud y de la seguridad que el Medicaid proporciona a los Hoosiers. Estoy seguro de que tendrá un papel importante en la política de la Casa Blanca y lo usará de una forma tal para preservar lo que tenemos en Indiana”.
Tabor dijo que, si bien las subvenciones en bloque o un tope per cápita para el Medicaid daría a los estados más autonomía en el funcionamiento del programa, le preocupa que esto signifique que habrá recortes en la financiación federal que perjudicarían a los beneficiarios y proveedores.
La expansión del Medicaid en Indiana ha proporcionado fondos vitales a los hospitales, en particular los de las zonas rurales que han luchado para mantenerse abiertos. “Ha sido un salvavidas para muchos proveedores rurales”, dijo.
Susan Jo Thomas, directora ejecutiva de Covering Kids & Families de Indiana, un grupo de defensa del consumidor, parece menos optimista en cuanto al futuro de la expansión del Medicaid y al programa en general, incluso con Pence como vicepresidente.
“Para nosotros es aterrador”, dijo sobre la perspectiva de perder el Obamacare y el Medicaid, convirtiéndose en un programa de subvenciones en bloque. Mientras que los republicanos han propuesto la idea de la concesión en bloque desde la década de los 1980, señaló que esta idea ahora podría encontrar un mayor apoyo, porque el Congreso se ha vuelto más conservador y la mayoría de los estados tienen gobernadores conservadores.
El espejo de lo que ha pasado o pueda pasar en Indiana se puede reflejar en la nueva política federal nacional sobre la ley de salud y el Medicaid, de la que mucho se habla, pero todavía se sabe poco. Lo que sí se sabe con cierta certeza, dicen los analistas, es que habrá cambios que impactarán fuerte en la salud pública (y financiera) de los estados.
Para Cunningham, la expansión del Medicaid en el 2015 en Indiana llegó en el momento más adecuado. Ella había estado manejando varios hogares para grupos de discapacitados en el 2008, pero tuvo que renunciar a su trabajo para cuidar de su propio esposo inválido.
“Yo estaba en una situación desesperada y he estado muy agradecida por la ayuda”, dijo.
Para ella, al menos, las preocupaciones por no tener seguro desaparecerán el próximo mes de mayo.
Es el momento en el que cumplirá 65 años y se inscribirá en el Medicare.
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation.
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 2 de 2
Siguiente
Último
|
|
Tom Price:
El secretario de Sanidad de Trump que quiere acabar con el Obamacare
Alrededor de 20 millones de estadounidenses obtuvieron cobertura médica gracias al Obamacare, por lo que si Price acaba con él se arriesga a perjudicar a muchos de los seguidores de Trump.
Los programas públicos Medicaid para las personas sin recursos,
ancianos y personas con diversidad funcional cubren a un tercio de los estadounidenses
Por Jessica Glenza - Eldiario.esLa retórica de Trump contra el Obamacare en campaña fue algo más que una mera brabuconada, o al menos eso sugiere su elección del congresista de Georgia Tom Price como secretario de Sanidad.
En sus doce años en el Congreso, Price ha sido un crítico feroz de la legislación sanitaria de Obama. Al mismo tiempo, ha defendido medidas conservadoras, como la venta de seguros más allá de las fronteras estatales (supone eliminar las barreras a las empresas de seguros que quieren vender en varios estados), sustituir el seguro médico para mayores de 65 años (Medicare) por un sistema de cupones y transformar la asistencia médica a las personas sin recursos (Medicaid) en un subsidio. Price es alguien cercano al portavoz de la Cámara, Paul Ryan, y ha votado docenas de veces a favor de tumbar el Obamacare.
Si el Senado confirma su puesto, Price aplicará su mentalidad conservadora (antiabortista, anti LGTB y anti Obamacare) al presupuesto de 1 billón de euros del Departamento de Sanidad.
Sin embargo, incluso si Price es capaz de replantear toda la política sanitaria, algunos expertos creen que se arriesga a debilitar los servicios de los que disfrutan muchos de los fervientes seguidores del presidente electo Donald Trump.
Cálculos recientes muestran que 20 millones de estadounidenses obtuvieron cobertura médica gracias al Obamacare, ya fuera por cambios en situaciones individuales, la ampliación en la asistencia médica a las personas sin recursos o por permitir a los jóvenes permanecer en los planes de seguros de sus padres.
Eso significa que los republicanos están "entre la espada y la pared", según el profesor Michael Sparer, presidente del departamento de políticas sanitarias de la Universidad de Columbia. "¿Cómo se puede mantener la promesa de revocar y sustituir [ la Ley de la Protección de Pacientes y Asistencia Asequible (ACA)] sin empujar a millones de personas fuera de la cobertura médica y sin sufrir las consecuencias políticas ni gastar mucho dinero?", añade Sparer en referencia a lo que cree que es la posición del Partido Republicano. "Creo que eso no es fácil".
Algunos expertos creen que las políticas que defiende Price podrían empeorar la cobertura sanitaria de los pobres y de los enfermos, al tiempo que beneficiaría a los más ricos y sanos.
Durante su tiempo en el Congreso, Price ha hecho varias propuestas para sustituir el Obamacare. Entre sus planes se incluye sustituir la la Ley de la Protección de Pacientes y Asistencia Asequible de "obligación individual" por un sistema de crédito fiscal que castigue solicitudes de "cobertura continua". También quiere permitir a las compañías vender seguros más allá de las fronteras estatales y convertir el programa de asistencia médica a personas sin recursos, el cual fue reforzado por Obama, en un programa de subvenciones, lo que daría mayor discreción a los estados a la hora de determinar a quién y el qué cubrir.
Jonathan Oberlander, profesor de la Universidad de Carolina del Norte especializado en políticas sanitarias, asegura que el plan de Price de revocar la "obligación individual" —el requerimiento de que la gente contrate seguros médicos o sufra en su lugar una multa impositiva— es más duro que el sistema actual. En una propuesta elaborada en 2015, por ejemplo, Price sugirió que si la gente no mantiene una "cobertura continua" el seguro médico pueda rechazarle por un problema de salud que surgiese hasta, al menos, los 18 primeros meses después de haber pagado el seguro médico, según informa la Radio Nacional Pública (NPR).
Los planes públicos cubren a un tercio de la población Price propuso subsidios menos generosos para los planes de seguros individuales. Actualmente, el subsidio medio es de 3.270 euros al año, de acuerdo con el Centro de Medicaid y Medicare, el órgano federal que gestiona ambos programas. El crédito fiscal más generoso en el plan de Price es de 2.816 euros al año.
Otras propuestas, como la venta de seguros más allá de fronteras estatales, podría beneficiar desproporcionadamente a los que ya gozan de buena salud, según afirman algunos expertos. Eliminar las barreras estatales a compañías que ya venden en otros estados podría permitir a los jóvenes contratar planes sanitarios más baratos y menos completos y abandonar a la población enferma en los estados con más regulación. Los partidarios de la venta más allá de las fronteras estatales argumentan que aumenta la competencia entre las compañías de seguros.
" Si derogas la legislación sanitaria de la administración Obama y pones uno de esos planes en su lugar, vamos a ir para atrás", explica Oberlander. "Volveremos a ese mundo donde millones de estadounidenses no podían permitirse un seguro médico".
Los programas públicos, como Medicaid (para las personas sin recursos) y Medicare (para los ancianos y personas con diversidad funcional) cubren a alrededor de un tercio de los estadounidenses. Como congresista, las propuestas de Price han buscado insistentemente cortar el gasto federal en este tipo de programas, que suponen el 86% del departamento.
Por ejemplo, una de las propuestas de Price en 2015 hubiese transformado el programa Medicaid en una subvención estatal, algo similar a lo que ocurrió al estado de bienestar en los 90 con el Programa de Asistencia Temporal para Familias con Necesidades.
La cantidad de dinero que recibían los estados de la reforma de bienestar estaba determinada por lo que se gastaron en 1994, según el Centro de Prioridades Presupuestarias y Políticas, un think tank progresista. Pero en el caso de Medicaid, ese modelo generaría ganadores y perdedores.
Los 19 estados que se negaron a expandir el Medicaid se gastan menos dinero, lo que supone que obtendrían menos dinero del gobierno federal en el cálculo de la subvención. Pero si los legisladores utilizan los niveles de gasto anteriores al Obamacare para calcular las subvenciones, esa propuesta enfadaría a los 32 estados que sí expandieron el Medicaid.
Algunas zonas que han mostrado un apoyo resuelto por Trump son especialmente dependientes de este tipo de programas, como Virginia Occidental, donde el 68% de los electores votó por Trump y aproximadamente la mitad de la población recibe asistencia sanitaria a través de un programa público.
Tan solo el 40% de los estadounidenses de Virginia Occidental están asegurados como empleados, la tercera tasa más baja en el país. Mientras tanto, el 29% de los residentes del estado son parte del Medicaid y el 19% de Medicare, la tasa más alta del país. El número de beneficiarios de Madicaid en Virginia Occidental creció un 62% después de que entrase en vigor el Obamacare, cubriendo a 230.000 personas más, según informa Kaiser Family Foundation, una organización sin ánimo de lucro centrada en asuntos sanitarios.
Traducido por Javier Biosca Azcoiti
|
|
|
|
|