DONDE HAY UN CUBANO, AHÍ ESTÁ CUBA
El médico cubano José Antonio Soto coloca la bandera de la Isla en la cima del monte Kala Pattar, a los pies del monte Everest
Mario J. Pentón - El Nuevo HeraldEl doctor cubanoamericano José Antonio Soto, especialista en Medicina Familiar, quien se había propuesto conquistar el Everest, la cima más alta del mundo, ha logrado escalar esta Navidad el monte Kala Pattar, una montaña a la que se accede desde la base del Everest.
Soto no podrá continuar su ascenso hasta el pico más alto del mundo debido a las inclemencias del tiempo. Sin embargo, dice sentirse orgulloso por romper el récord de escalada de un cubano en el Everest, al llegar hasta 5,643 metros sobre el nivel del mar, casi 1,400 metros por encima del récord anterior para un cubano en el Everest, que era de 4,248 m.
“Del pueblo de Cuba al pueblo de Nepal, con gratitud a los Estados Unidos de América y en recordación a esta expedición y la altitud tope escalada por un cubano 5,643 metros”, dice una placa conmemorativa, que junto a la bandera cubana fue colocada en la cima del monte Kala Pattar por el doctor Soto.
Agrega además que recitó los Versos Sencillos de José Martí y “se gritó ‘Viva Cuba Libre’ a los cuatro vientos”.
Residente en Miami Beach, el doctor Soto calificó su viaje como “una expedición sin precedentes en Miami y en la historia de la medicina cubana”. Según declaró, su propósito era estudiar la influencia del clima y la geografía en la salud humana.
Precisó que su saturacion de oxígeno en sangre era apenas de 70-71% en la cima. Los resultados de los estudios del viaje permitirán orientar adecuadamente a los viajeros y alpinistas, así como “esclarecer interrogantes sobre la respuesta humana a los cambios de altitud y oxígeno”.
Graduado de la Universidad de La Habana en 1987 y del Programa de Medicina Familiar de la Universidad de Miami en 1999, Soto llevó consigo, además del equipamiento para investigaciones y las vituallas para la escalada, una imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.
“Los deseos fueron claros: Hacer una expedición hasta la mismísima base del inigualable Everest. Realizar investigaciones médicas durante el ascenso... y si Dios me lo permite, poner la bandera, el Escudo Nacional de Cuba y la Virgen Mambisa allá en las faldas del tercer polo”, había escrito el médico en su perfil de Facebook.
Los deseos de escalar el Everest le vinieron luego de ver la película de igual nombre junto a sus dos hijos.
“Desde hace más de un año me estoy entrenando cada día para conquistar ese sueño”, dijo a el Nuevo Herald, del cual es un activo colaborador.
Soto trabaja en la esfera privada desde el año 2000 como presidente de Soto Medical Associates. Es además investigador, reportero sobre temas de salud y escritor. Entre sus libros destacan, Marine Therapy Health Benefits of Seawater Minerals (2008), La beca o la nueva escuela (2008), y Habana 20/20 (2010). Ha publicado un sinnúmero de artículos sobre temas relacionados con su profesión y ha trabajado con destacadas figuras de la televisión hispana como Camilo Egaña, María Elvira Salazar, Pedro Sevcec, Oscar Haza, Carlos Alberto Montaner e Ismael Cala.
Posee una patente científica en Estados Unidos sobre su descubrimiento de usos potenciales del agua purificada del océano.
“Llevo en mis oídos la música de Celia Cruz, Willy Chirino y Gloria Estefan. La pongo cuando me desanimo por la cadencia monótona y salvadora de caminar cuesta arriba cada vez con menos oxígeno”, dijo Soto durante la escalada.
El primer latinoamericano en escalar el Everest fue el mexicano Ricardo Torres Nava en mayo de 1989. Después le siguieron varios chilenos y expedicionarios de otras naciones latinoamericanas. Los primeros caribeños en subir al techo del mundo fueron los venezolanos agrupados en el Proyecto Cumbre, Carlos Calderas, Marco Cayuso, Martín Echevarría, Carlos Castillo y Marcus Tobía. También se encontraba en esa expedición el montañista José Antonio Delgado Sucre.
Este artículo forma parte de un convenio de colaboración entre 14yMedio y El Nuevo Herald.
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