Danilo Maldonado, El Sexto:
‘Quiero que los demás sepan que es posible ser libre y romper con el gobierno’
Danilo Maldonado (El Sexto) tras su liberación -Foto14yMedio
“Vengo de la calle, pero allí no quise quedarme”, cuenta 'El Sexto'
El corte de pelo uniforme que le impusieron al ingresar en la prisión del Combinado del Este contrasta con las manchas de pintura fresca en sus enormes zapatos de gigante de casi dos metros. Danilo Maldonado Machado, grafitero y activista por los derechos humanos en Cuba, encarna la antítesis del hombre nuevo forjado por la Revolución.
Tras estar estar 55 días encarcelado por pintar un grafiti en una pared del hotel Habana Libre, Maldonado fue liberado el pasado 21 de enero. Actualmente se encuentra de visita en Miami para promover su arte y agradecer el apoyo ofrecido por la comunidad cubana.
Su vida no ha sido fácil. Nació en 1983 y creció en los años del Período Especial cuando acabó el subsidio soviético y la Isla se hundió en la miseria. Camagüeyano de origen, tuvo que compartir techo en La Habana con otra familia y asumir el peso de un hogar sin padre.
"En esos años vendía cremitas de leche en el barrio para ayudar a mi madre a salir adelante", recuerda.
"A veces no teníamos ni los cincuenta centavos para comprar la leche. La rebeldía ante la pobreza y la opresión comenzaron en ese momento".
Su arte es callejero. No fue nunca a una academia. Siendo un niño lo intentó pero lo rechazaron por ser "muy pequeño". Leonel, un docente de la Casa de la Cultura de su barrio, lo tomó bajo su custodia y le enseñó los primeros trazos.
"A partir de ahí quería sacar lo que tenía dentro, pero no sabía cómo", dice.
La primera vez que Maldonado ingresó en prisión fue debido a un robo con fuerza en un almacén de una base de tanques del ejército cubano. En aquel momento se encontraba realizando el servicio militar obligatorio. Fue condenado a seis años de prisión. La experiencia en la cárcel lo cambió "para siempre".
"La prisión es un lugar donde encuentras muchos tipos de personas, con distintas culturas y puntos de vista. Aprender a vivir entre ellos, a convivir, es una de las grandes lecciones que me dejó esa experiencia", dice.
En la prisión también aprendió que el respeto no se gana con la violencia sino "con principios y con la recta manera de actuar".
Maldonado no oculta que tuvo un pasado problemático.
"Yo he estado metido en muchas cosas en mi vida que me han hecho ser lo que soy. No vengo de un monasterio. Vengo de la calle pero no es allí donde quise quedarme", contesta cuando se le pregunta sobre la campaña en su contra impulsada por blogueros al servicio del Gobierno cubano que lo acusan de ser adicto a las drogas.
"Las personas cambian. Tienen derecho a hacerlo. No me gusta ni siquiera el olor a la bebida", agrega el artista.
Su nombre artístico, El Sexto, se le ocurrió en medio de la campaña del Gobierno cubano para traer de vuelta a los cinco espías de la Red Avispa.
Se autonombró "el sexto héroe, que a la vez representaba al pueblo de Cuba, "rehén", según Maldonado de la dictadura.
"Ellos (el Gobierno) se te meten por la televisión, son como una parte de tu familia. Yo quería hacer que la gente conociera el mensaje de libertad y abrieran los ojos. Por eso entendí que debía llegarles con un mensaje que fuera sarcástico y que todos pudieran entender", relata.
"Tu tachas mis cosas, yo tacho las tuyas", escribía sobre las chapuceras manchas negras con las que el oficialismo intentaba esconder sus grafitis en la capital. Además, repartía volantes con frases subversivas e invitaba a todo el mundo a ser libre y feliz.
"Yo estoy haciendo mi trabajo: ser libre. Quisiera que los demás vieran que es posible serlo y romper con el Gobierno", dice al ser preguntado por su papel en la cultura cubana.
Maldonado ha estado preso en tres ocasiones por motivos políticos. En 2014 intentó realizar una performance titulado Rebelión en la Granja. Se proponía soltar dos cerdos en el Parque Central de La Habana. En los lomos de los cerdos, pintados de verde, se podían leer los nombres de los gobernantes cubanos: Fidel y Raúl.
Quienes los capturasen podían llevárselos como premio. Era fácil imaginar lo que los ganadores harían con ellos. El atrevimiento, que nunca llegó a concretarse, le costó diez meses de de prisión en la cárcel de Valle Grande.
Las condiciones en las cárceles cubanas, la suciedad, la pésima alimentación y el trato degradante a los reclusos fueron recogidos en un diario. Además, el artista tomó fotografías que sacó clandestinamente de Valle Grande para sustentar su denuncia.
El arte y su activismo van de la mano. En ocasiones ambas actividades resultan escandalosas.
"Hay gente que me acusa de decirle 'trapo' a la bandera o me recriminan por una obra de arte realizada con el busto de José Martí. Para mí lo verdaderamente sagrado es la vida humana, por encima de cualquier otro símbolo creado por la sociedad. Yo creo en la vida y en el respeto por ella", dice Maldonado.
El Sexto ha sufrido prisión por acompañar a las Damas de Blanco en sus protestas dominicales para pedir la liberación de los presos políticos, y ha formado parte de la campaña Todos Marchamos.
En su piel lleva tatuados los rostros dela fallecida Laura Pollán, líder de las Damas de Blanco y de Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano de Liberación, además de una petición por la libertad de Leopoldo López, encarcelado en Venezuela.
"Me preocupa la situación de los presos políticos en Cuba, de Eduardo Cardet y de tantos otros", dice. También está intentando sensibilizar a la comunidad internacional con el drama de miles de cubanos que quedaron varados en Latinoamérica tras la derogación de la política de pies secos/pies mojados por el expresidente Barack Obama.
"Esos son nuestros hermanos. Deberíamos unirnos para ayudarlos. Hasta que los cubanos no nos unamos no vamos a cambiar la situación en la que está nuestro país", lamenta.
En 2015, Danilo Maldonado recibió el premio Vaclav Havel, otorgado a personas "que participan en la disidencia creativa, exhiben valor y creatividad para desafiar la injusticia y vivir en la verdad".
Actualmente, El Sexto se encuentra preparando una exposición de arte en Estados Unidos. Tiene previsto, además, viajar a Ginebra para hablar sobre los derechos humanos en Cuba y asistir al Oslo Freedom Forum.