Las 8 cosas que más torturan a los cubanos que se van de Cuba
Por Jocy Medina
Si quieres hacer feliz a un cubano o cubana que vive fuera de Cuba, tienes que leer estas 8 cosas que lo torturan cuando vive lejos de su tierra. Yo nunca converso de esto con alguien que no sea cubano, pues temo que la gente me pregunte: “y si es tan torturante vivir fuera, para que se van de Cuba?”. Esa pregunta sería un puñetazo en el estómago. Además, generaría respuestas tan intensas y dolorosas que al tratar de darlas se trabarían en la garganta y resultaría mejor no hablar.
Pero hoy voy a compartir estos 8 secretos con el mundo, porque creo que la gente que rodea a los cubanos fuera de Cuba tiene en sus manos el poder de llenar muchos de los vacíos que siente el cubano cuando vive lejos de su tierra.
Así que espero que estos secretos ayude al mundo a comprender por qué a veces los mismo cubanos que lucharon tanto por irse de Cuba, se sienten tan torturados cuando viven lejos de su tierra. Y aun más importante, espero que estos secretos se conviertan en el arma con que mucha gente por el mundo pueda contribuir a que un cubano fuera de Cuba, logre su felicidad.
“QUÉ BUENO FUE IRSE PERO QUE MALO VIVIR LEJOS”
Dicen que antes de la revolución del ’59 casi nadie se iba de Cuba. Pero después del ‘59 las carencias del sistema expulsaron a millones y millones de cubanos fuera de Cuba. El cubano se va de Cuba, en términos generales buscando una mejor vida, ya sea solo, con familiares o con una pareja.
Cuando se van de Cuba salen con todo el ánimo de hacer una vida nueva, amigos nuevos y de agarrar la vida por los cuernos. Pero pasa el tiempo y se da cuenta que a pesar de todo el esfuerzo hubo ciertas cosas que los torturaron tanto que impidieron su progreso. Cosas que, pueden llegar a corromper el ánimo jocoso y alegre del cubano con el tiempo, y definitivamente pueden destruir relaciones amorosas con mucha facilidad.
Y aunque todos los cubanos somos diferentes, y extrañamos cosas diferentes cosas de nuestra tierra, las 8 cosas que aquí les explico son las cosas más comunes que torturan a la mayoría de los cubanos que viven fuera de Cuba. Además, son las 8 razones por las cuales llevo años escuchando a cubanos fuera de Cuba decir: “que bueno fue irse pero que malo es vivir lejos”
Lo curioso es que conscientemente al irse de Cuba, el cubano no concibe estas cosas van a ser un gran problema. De hecho, confieso, que nunca nos imaginamos la magnitud de cuan diferente es el mundo con relación a ciertas idiosincrasias nuestras que creemos normales e imprescindibles para nuestra vida. Al irnos nosotros no tenemos la menor idea que estas 8 cosas son las que más nos van a torturar.
LO QUE MÁS TORTURA A LOS CUBANOS ESTANDO LEJOS DE SU TIERRA
1. El estrés del mundo no lo estresa: Aunque existe en el diccionario, en el argot popular de Cuba no se maneja la palabra ‘estrés’. A pesar de esto, bien se sabe que el estrés en Cuba puede alcanzar niveles en extremo torturantes. En Cuba se tolera que alguien se sienta estresado cuando realmente no hay de comer, ni que ponerse o cuando se tiene una enfermedad terminal. Aun así, como desde que nacimos nos inyectaron el menester de que al mal tiempo hay que ponerle buena cara, el cubano hasta en sus peores momentos te dice que ‘ahí va’. Incluso, durante el Período Especial en Cuba donde la situación torturante que se vivió en Cuba tocó niveles máximos, el cubano tuvo que, a pesar del hambre aprender a liberal el estrés. Entonces, los cubanos nos vamos de Cuba, huyéndole a tales situaciones torturantes, y llegamos a países llenos de gente que lo tienen todo (o casi todo) y el escucha a la gente decir todo los días que se mueren de estrés. Y sin quitarle el mérito a lo que la gente siente por el mundo, el cubano simplemente no lo entiende.
2. La forma de ‘desestresar’ del mundo no lo ‘desestresa’: Y además de no entender las razones que al mundo le causa estrés, mucho menos entienden las formas que el mundo usa para ‘desestresar’. Fuera de Cuba la gente hace Yoga, se va de vacaciones sin sus parejas, toma pastillas, medita. En los países fríos como en el que yo vivo, la gente sale al bosque a caminar. A los cubanos en un bosque, como dice un amigo: “le da por morder los árboles”. Cuando el cubano está estresado, compra una botella de ron, pone música bien alta, saca el domino, llama a unos cuantos amigos, hace unos cuantos chistes, se pone a tocar guitarra. La clave está en que para desestresar, la gente fuera de Cuba ‘se aleja’ de su mundo y para desestresar los cubanos ‘se acercan’ a todo el mundo. La diferencia en este punto es abismal. Y no es que unos estén correctos y los otros equivocados. Es que estas diferencias causan extremas tiranteces en las parejas. Al mundo le es difícil entender que las lejanías, por muy simples que parezcan, matan al cubano, sobre todo cuando toda su familia y la gente que el ama están bastante lejos ya. El cubano necesita traer un poco de Cuba consigo cuando se va. A eso es a lo que el cubano le llama “desestresar”.
3. La resistencia pasiva a su ‘cubanía’ (Y esta es de las más difíciles de explicar): El padre de mi hijo es canadiense, y por 12 años de relación él jamás fue conmigo a lugares de Latinos (como le decía él). Al juntarnos éramos -al parecer- tan iguales, pero nuestras vidas crecieron separadas por al pasar los años el circulo de mis gustos no convergían con los suyos. Años de ejemplos como ese no alimentaron la vida que nosotros soñamos tener el día que nos casamos. Nos divorciamos un día que al pedirle que fuera conmigo a la despedida de una amiga al Mama Rumba (cuando aquello vivíamos en México y el Mama Rumba era el mejor lugar para ir a bailar) –palabras textuales- me dijo que él no tenía nada que hacer a ese tipo de bar. Mirando al pasado, recuerdo 12 años de matrimonio con un canadiense que amaba el que yo fuese cubana pero todo ese tiempo resistió pasivamente todo lo que a mí como cubana me gustaba. Esta pasividad es como un cáncer, que se asienta y lentamente se dispersa. Se expresa de tantas maneras que el cubano termina sintiéndolas como una agresión a su idiosincrasia. Si un cubano alguna vez te llama egocéntrico o egoísta, lo más probable que haya sido por alguna expresión de esta resistencia pasiva que lo hace sentir recluido.
4. El que quieran cambiar lo que más a la gente le gusta de él:Esta en particular, es la máxima expresión de la resistencia pasiva de la que hablábamos en el punto 3, pues ya no es resistencia, es querer cambiar lo mas intrínseco de una persona. Y lo que más tortura de todo esto a un cubano es que generalmente el mundo quiere cambiar lo que al principio de una relación a una persona le gustó más de él. En mi caso por ejemplo, yo notaba que las mismas cosas que decía mi ex lo había enamorarado perdidamente de mi, eran justo las que el quería que yo cambiara. Cuando nos conocimos en Cuba salíamos en grupo con muchos amigos, íbamos a bailar, a conciertos, a la playa donde hacíamos fiestas hasta el amanecer. Fuera de Cuba había que salir solos, estar en casa, tomar vino, y nunca parecía haber suficiente comida para invitar amigos a comer. El rasgo hiper-social del cubano, que de hecho viene impregnado en las hélices de nuestro ADN, es lo primero que el mundo nos quiere cambiar. La otra cosa es que, nosotros aprendemos el idioma de todo el mundo, pero por alguna razón u otra, el mundo nunca quiere aprender el nuestro, para en momentos en los que extrañamos nuestra cultura tener a alguien con quien hablar español.
5. El factor anti-familia: Es evidente que el mundo gira diferente que los cubanos en lo que se refiere a la familia. Y les confieso, el cubano simplemente no sabe eso. Personalmente, en Norteamérica a mi me chocó muchísimo entender que la familia es quien se casa contigo, tus hijos y ya. Para los cubanos la familia es esencial y comienza con mamá y papá, sigue con tías y tíos. Entran perfectamente los hermanos, y los primos. Y a veces hasta nuestros buenos amigos son parte de la familia allegada. Para el cubano esposo o esposa son los últimos que él conoció y nunca van a ser más familia que su mamá y su papá. Eso nunca va a pasar. El que se casa con cubanos tampoco sabe eso. Y este punto causa disgustos infernales en parejas con cubanos. Yo conozco un español que se enamoró perdidamente de una cubana que vivía en una casita sola en la Habana con su mamá. La única condición que ella puso para irse lejos de su madre era que debía llamarla por teléfono a menudo y mandarle algo de dinero mensual. Pasado el tiempo, para el español aquello pasó de promesa a pecado y trajo peleas bastante feas con su pareja. El le decía a ella que no era justo hacer eso ya que él rara vez llamaba a su madre y mucho menos le pasaba mensualidad. Además, el mundo no entiende que los cubanos que se van no tienen un deber, sino, que están obligados a asegurarse que la familia que dejó en Cuba no pase trabajo. Y estamos claros que eso no pasa en ningún lado pero para el cubano poder hacer esto es elemental. El no poder hacerlo causa una angustia infinita y un cubano nunca lo va a aceptar.
6. La carencia del músico-poeta-loco por alrededor: Allá en Cuba no lo concientiza pero cuando sale de Cuba se da cuenta cuanto echa de menos el arte. En Cuba los matemáticos son poetas, los científicos son músicos, los filósofos son mecánicos, en cada esquina te encuentras un combito cantando. El cubano nació en el arte, necesita el arte y ellos mismos son el arte. La magnitud este detalle no es común en otros países. Es como un requisito para ser cubano el tener los lóbulos izquierdo y derecho del cerebro bien alimentados y constantemente excitados. El cubano se angustia enormemente cuando uno de los lados de su cerebro, de no usarlo, queda atrofiado. Escuchas decir a los cubanos que una parte de ellos murió cuando se fue de Cuba, y generalmente esto es de lo que están hablando.
7. La falta de un buen círculo de amigos: En Cuba se sobrevive en comunidad. Para los cubanos, vivir tranquilos es vivir alegres no sin gente alrededor, de hecho, el grupo para el cubano es más bien un arma de supervivencia. En el mundo el concepto de progreso se atribuye a un individuo, no al grupo. En Cuba el progreso es de la familia, más bien porque en una sola casa viven desde los abuelos hasta los nietos y si uno progresa todos viven bien, si nadie progresa todos viven mal. En el exterior al cubano le falta eso. El cubano busca y le es muy fiel al grupo familiar en que vive, y al grupo de los buenos amigos que ha hecho. El no tener ese círculo tortura a los cubanos. Además de tenerlos el cubano necesita compartir lo que tiene con ese grupo. No importa el país siempre veras a los cubanos invitándote a comer a casa y ofreciendo a sus familiares y amigos una tarde de comida criolla seguida de una buena fiesta para ‘desestresar’.
8. La frialdad: No la frialdad en términos de temperatura. Los cubanos viven felices a -20 grados Celcius si cuentan con elcalor humano que sus espíritus necesitan. Y esta frialdad a veces viene con la idiosincrasia del país, pero a veces no. Los cubanos son lo más cercanos que hay a los perros en que necesitan afección en demasía. A los cubanos la gente fría los hace estornudar. Si un cubano llega a tu casa y tu estas comiendo y no lo invitas a comer en su mente eres lo peor en ser humano que tiene la humanidad. El cubano da todo hasta lo último que tiene y espera lo mismo de regreso. El calor humano extremo de los cubanos es lo que más los cubanos extrañan de su país. Es a la vez lo que los cubanos buscan en los nuevos amigos que hacen estando lejos de su tierra. Este punto en particular es de los que más enamoran al mundo pues a quien no le gusta tener a alguien alrededor que le de cariño y afecto, pero al cubano lo tortura inmensamente cuando esas personas, ya sea por genética o por lo que sea, se les olvida reciprocar.
EN FIN
Así son los cubanos: relajados, apegados, cariñosos, familiares, buenos amigos, artísticos, y locos. Tienen la receta humana perfecta para vivir felices en cualquier país. Pero las 8 cosas que aquí menciono son cucharas que poco a poco pueden ir vaciando la alegría del corazón de los cubanos cuando viven lejos de su tierra natal.