Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Cuba Eterna
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 BANDERA DE CUBA 
 MALECÓN Habanero 
 *BANDERA GAY 
 EL ORIGEN DEL ORGULLO GAY 
 ALAN TURING 
 HARVEY MILK 
 JUSTIN FASHANU FUTBOLISTA GAY 
 MATTHEW SHEPARD MÁRTIR GAY 
 OSCAR WILDE 
 REINALDO ARENAS 
 ORGULLO GAY 
 GAYS EN CUBA 
 LA UMAP EN CUBA 
 CUBA CURIOSIDADES 
 DESI ARNAZ 
 ANA DE ARMAS 
 ROSITA FORNÉS 
 HISTORIA-SALSA 
 CELIA CRUZ 
 GLORIA ESTEFAN 
 WILLY CHIRINO 
 LEONORA REGA 
 MORAIMA SECADA 
 MARTA STRADA 
 ELENA BURKE 
 LA LUPE 
 RECORDANDO LA LUPE 
 OLGA GUILLOT 
 FOTOS LA GUILLOT 
 REINAS DE CUBA 
 GEORGIA GÁLVEZ 
 LUISA MARIA GÜELL 
 RAQUEL OLMEDO 
 MEME SOLÍS 
 MEME EN MIAMI 
 FARAH MARIA 
 ERNESTO LECUONA 
 BOLA DE NIEVE 
 RITA MONTANER 
 BENNY MORÉ 
 MAGGIE CARLÉS 
 Generación sacrificada 
 José Lezama Lima y Virgilio Piñera 
 Caballero de Paris 
 SABIA USTED? 
 NUEVA YORK 
 ROCÍO JURADO 
 ELTON JOHN 
 STEVE GRAND 
 SUSY LEMAN 
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Esto solo pasa en Cuba: ¡Ilegal en su propia tierra!
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: cubanet201  (Mensaje original) Enviado: 21/03/2017 16:25
Ilegal en su propia tierra
Yuniesky no entiende que para vivir legalmente en La Habana las autoridades tengan que solicitar la opinión de vecinos y la policía
 
cnn-inmigrantes-cubanos-revision.jpg (515×351)
                                                                         Policías en La Habana revisan identificación de presuntos inmigrantes del oriente del país
¡Esto solo pasa en Cuba, ilegal en su propia tierra!
          Por Iris Lourdes Gómez García  | La Habana | Cubanet
Yuniesky sabe lo que es ser ‘ilegal’. Lo ha sufrido en su propio país durante 20 años.

Él tuvo la suerte, buena o mala, de nacer en una provincia del oriente de Cuba. Cuando terminó el servicio militar, se enteró que solo había dos tipos de trabajo disponibles: enterrador o excavador de túneles; en uno y otro caso, por unos pocos pesos. Además, para poder excavar debía contar con un pico, una pala o una carretilla.

A sus cortos 19 años, Yuniesky sabía que esa no era la vida que quería; por ello se dispuso a emigrar a la capital para buscar nuevas oportunidades. Con ese fin se unió a un contingente de la construcción que, a cambio de su labor, le ofrecía alojamiento y tres comidas diarias, más la promesa de pagarle por los resultados de su trabajo.

Tras un año de atarearse sin descanso, se dio cuenta de que el alojamiento y las tres comidas tenían muy mala calidad; la promesa del pago se incumplía casi todos los meses por diversos motivos ajenos a su esfuerzo. Decidió abandonar su relación con el  contingente y buscar otro empleo no relacionado con el Estado. Comenzaba su vida de ilegal.

Hacía trabajos de albañilería, y casi todo lo que ganaba se le iba pagando los altísimos alquileres de La Habana; le quedaba solo lo necesario para vivir al día. Así estuvo unos diez años, hasta que al cabo del tiempo conoció a una joven habanera que cautivó su corazón.

Aunque en gran medida había encontrado la solución a sus problemas, no quería dar la errónea impresión de que la relación era basada en algún interés o conveniencia. Con esto, más la vista suspicaz de la suegra encima, pasaron años sin domiciliarse en la capital. Seguía viviendo como ilegal y haciendo trabajos particulares como albañil y plomero.

Pasado este tiempo, ya con dos hijos habaneros y una ventajosa oferta de trabajo, se dispuso a legalizar su situación. Fue entonces que conoció y padeció en toda profundidad los horrores de la burocracia cubana.

Lo primero fue averiguar en la Dirección Municipal de la Vivienda si su futura casa se encontraba en un área especial. Como la respuesta fue afirmativa, debió solicitar un permiso al Ministerio del Interior para que investigaran su trayectoria y la de los residentes en la casa a ver si le permitían integrarse a ese núcleo familiar. También debió solicitar un dictamen de Planificación Física que certificara la cantidad de metros cuadrados de los cuales disponía la vivienda. De ese modo se determinaría si el tamaño de la casa admitía un miembro más en la familia.

Al recibir la aprobación del Ministerio y el dictamen aprobatorio de Planificación Física, debió formular una solicitud de cambio de dirección y para eso tuvo que buscar y presentar un certificado de matrimonio, la propiedad de la casa, y la firma y la presencia física del propietario.  Con todo esto se conformó un expediente que se envió para su aprobación a la Asamblea Municipal del Poder Popular. Se le comunicó que se interrogaría a los vecinos para que en el expediente constara la opinión de los más confiables.

Yuniesky está anonadado, pues lo único que pretende es vivir legalmente junto a su esposa e hijos y tener un trabajo honesto con que sustentarlos. No está solicitando el ingreso a un partido político o a una secta religiosa, ni en unirse a algún grupo extremista. No entiende que para eso en Cuba haya que solicitar la opinión de vecinos, la policía y hasta el gobierno. Él no es nazi ni terrorista. Solamente es ‘oriental’.
 
20151002-Arrestos+en+la+via+p%C3%BAblica+con+perros.JPG (1600×1200)
 
Fuente Cubanet
 


Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados