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General: La intolerancia y la censura en Cuba llega al Havana Film Festival de Nueva York
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Respuesta  Mensaje 1 de 6 en el tema 
De: CUBA ETERNA  (Mensaje original) Enviado: 17/03/2017 15:18
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La otra intolerancia:
  Havana Film Festival de Nueva York  censura película cubana ‘Santa y Andrés’
                   Por Nora Gámez Torres -- El Nuevo Herald
El  Havana Film Festival de Nueva York confirmó que la película “Santa y Andrés”, sobre la represión a escritores homosexuales en Cuba, no será parte de la competencia oficial de ese certamen debido a “los chismes políticos” que rodean al filme.
 
El joven director de la película, el cubano Carlos Lechuga, denunció que el filme fue censurado por presiones de funcionarios cubanos. Lechuga escribió en la red social Facebook que “en una nebulosa extraña me he enterado que autoridades cubanas han tratado de sacar mi filme del festival. En este momento el filme ha sido retirado de la competencia oficial, volviendo a ser excluido por su carga política”.
 
La película ya fue censurada en Cuba y no se presentó en el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano el pasado diciembre, pese a que su guión fue premiado en ese mismo certamen hace dos años.
 
Carole Rosenberg, directora ejecutiva del  Havana Film Festival de Nueva York, dijo al Nuevo Herald que la eliminación del filme de la competencia oficial no respondió a presiones de La Habana.
 
“No tiene nada que ver con eso”, dijo Rosenberg, quien explicó que decidió retirarla “debido a los tonos políticos de lo que se ha publicado en internet”, sin dar dar más detalles acerca de estas publicaciones.
 
“No sé cómo explicártelo pero nuestra misión es construir puentes y siempre nos hemos mantenido fuera de los asuntos políticos de ambos países. No nos metemos en chismes políticos, no es como operamos. Y de pronto surge todo esto. Simplemente, sentí que no quería ser parte de esto”, dijo vía telefónica.
 
El Havana Festival comenzó en el año 2000 como una iniciativa del American Friends of the Ludwig Foundation of Cuba, una fundación sin fines de lucro que apoya a esa ONG cubana, la Fundación Ludwig de Cuba, “una institución cultural y artística no gubernamental, autónoma y sin fines de lucro en La Habana, fundada en 1995”, según indica un comunicado del Festival.
 
American Friends subraya que ha “construido puentes culturales entre EEUU y Cuba” y que ofrece “programas únicos de viajes culturales a la isla que expone a los viajeros estadounidenses, a las riquezas culturales cubanas mientras generan conexiones personales significativas”.
 
El  Havana Film Festival de Nueva York, –que se desarrollará en esa ciudad del 30 de marzo al 7 de abril–, cuenta con el patrocinio de la New York Film Academy, varios medios y agencias de viajes a Cuba, así como con de fondos públicos del estado y de la ciudad de Nueva York. El Festival, además, colabora con el Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana “para presentar a su audiencia, destacados y emergentes cineastas”.
 
Rosenberg dijo que Lechuga había sido invitado a Nueva York a participar en el festival, al cual están invitados otros actores y directores cubanos, así como el presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el escritor Miguel Barnet.
 
Para el crítico de cine Alejandro Ríos, la eliminación de la película de la competencia por motivos políticos es un acto de censura inédito.
 
“Al no incluirla en la competencia, los organizadores se están poniendo de parte de los censores cubanos”, comentó. “Es increíble que el brazo de La Habana llegue tan lejos y que el puente cultural sirva para desacreditar la obra de un realizador”, subrayó Ríos, que es parte del equipo de prensa del Miami Dade Collegue, que patrocina el Miami Film Festival. El año pasado, Lechuga fue jurado de ese festival.
 
Intelectuales y críticos cubanos denunciaron la censura a “Santa y Andrés” en la isla, que está ambientada en los años 1980 pero se basa en la vida de varios escritores homosexuales como Reinaldo Arenas, René Ariza y Delfin Prats —este último aún vive en Cuba—, y cuyas posturas disidentes durante las décadas del 1960 y 1970 les costaron el ostracismo, el exilio, el internamiento en las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), o incluso la cárcel.
 
“A casi 50 años de aquellos acontecimientos ‘Santa y Andrés’ propone una suerte de rehabilitación, a toda pantalla, de quienes como Delfín pagaron con silencio y prisión el precio de lo que les dejó expresar el talento”, escribió el crítico y ensayista cubano Norge Rodríguez. “Que el escritor del filme sea, además, homosexual, pone otra piedra contra su nombre, en un país que aún no ha reorganizado debidamente sus memorias acerca de la represión contra gays y lesbianas”, agregó.
 
El Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) —que controla le exhibición de películas en toda la isla— tiene una larga historia de censura, desde el documental “P.M.” (1961) hasta “Alicia en el país de las maravillas” (1990). Más recientemente, la premiada película Melaza, también de Lechuga, estuvo un año sin presentarse en Cuba.
 
El actual director del ICAIC, Roberto Smith justificó la censura de Santa y Andrés porque “presenta una imagen de la Revolución que la reduce a una expresión de intolerancia y violencia contra la cultura, hace un uso irresponsable de nuestros símbolos patrios y referencias inaceptables al compañero Fidel” (Castro), según escribió en una carta pública.
 
Pese al tema de esta película, y probablemente para evadir la censura, Lechuga dijo a la revista cubana Vistar que “cuando voy a hacer una película no me pongo a pensar en hacer cosas políticas ni controversiales”.
 
En Facebook escribió que “desde la primera reunión el 14 de octubre del 2016 con el presidente del ICAIC [acerca de Santa y Andrés] hasta ahora no he dado ninguna entrevista hablando de lo sucedido. Si así tratan a los que se portan bien, no sé cuál es el objetivo detrás de todo”.
 
“Yo, Carlos Díaz Lechuga, amo Cuba, fumo tabaco, me gusta la playa y he viajado el mundo entero. No tengo necesidad de pasar por este tipo de tratamiento. Ahora yo voy a seguir defendiendo mi película y acompañándola a donde pueda”, agregó.
 
Lechuga no respondió inmediatamente a preguntas enviadas por el Nuevo Herald.
 
La película ha hecho la ronda en el circuito internacional de festivales de cine. Recientemente se presentó en el Festival de Cine de Miami y sus protagonistas, los actores cubanos Lola Amores y Eduardo Martínez, obtuvieron los premios a mejor actuación, lo que no ha sido publicado en la isla.
 
El Havana Film Festival, cuya edición de 2017 se celebrará entre el 30 de marzo y el 7 de abril, es patrocinado por el New York State Council in the Arts (NYSCA), Telemundo, la New York Film Academy, el Museo del Bronx, Ron Barceló, entre otros. Cuenta con fondos públicos del estado y la ciudad de Nueva York.
 
En la página oficial  del certamen el filme de Lechuga aparece anunciado para el próximo 4 de abril dentro de las presentaciones especiales. Sin embargo, la cuenta oficial del evento en Twitter compartió un programa el pasado 6 de marzo en el que sí estaba en la competencia.
 
Actualmente en el concurso aparecen 12 obras entre las cuales figuran Esteban, de Jonal Cosculluela; Últimos días en La Habana, de Fernando Pérez; Ya no es antes, de Lester Hamlet; El techo, de Patricia Ramos, y Sharing Stella, de Kiki Álvarez. Al festival está invitado el presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, el escritor Miguel Barnet.
 
                  Nora Gámez Torres
          Fuente El Nuevo Herald


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Respuesta  Mensaje 2 de 6 en el tema 
De: CUBA ETERNA Enviado: 17/03/2017 15:22
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                                                                             Carlos Lechuga director  del filme Santa y Andrés
El dilema de Carlos Lechuga: ¿romper o colaborar?           
          Néstor Díaz de Villegas | Hollywood | Diario de Cuba
He visto dos veces Santa y Andrés, la película censurada de Carlos Lechuga: una vez tumbado en la cama del director, y otra hace apenas una semana, instalado en una luneta de la Cinemateca de Hollywood, en el Egyptian, durante el festival Outfest 2017.

La cama de los Lechuga perteneció en otra época a Elena Burke: el dato me lo ofreció el director, junto con una cerveza, a las puertas de su dormitorio. Ese detalle es relevante: Santa y Andrés es la obra de un treintañero sobre unos hechos acaecidos en los lejanos 70. Debe tomarse en cuenta el efecto de lente generacional, pues los hechos que narra el filme quedan distorsionados por él.

Vista desde la cama de Elena Burke, en una habitación de La Habana post-Castro, la película de Lechuga cobra perfecto sentido, quizás porque la censura la relegó al ambiente casero donde se escenificaron ciertas obras del repertorio teatral de los años 80. De esa manera Santa y Andrés se reconcilia con su condición underground y alcanza, casi de necesidad, continuidad política. La prohibición y el ocultamiento (de manuscritos o películas) no fue una cuestión peculiar de los 70, sino que continúa vigente 40 años más tarde. El hecho de mostrarse en una casa y no en el Yara, donde debió ser estrenada, provee el subtexto de Santa y Andrés.

Desde la perspectiva habanera, Santa y Andrés me pareció una de las películas más efectivas de los últimos años. Luego me enteré de que en las reuniones de Carlos Lechuga con los funcionarios del Ministerio de Cultura, los argumentos en contra de incluirla en el Festival de Cine de La Habana no afectaron el reconocimiento de su calidad artística. Entre los asistentes a las proyecciones se encontraban, entre otros, Abel Prieto, Fernándo Pérez y Ernesto Daranas. La mayoría de los convocados coincidió en que el filme era "una obra de arte".

Así me lo pareció a mí también. El guion es simple y directo; las actuaciones, equilibradas; la cinematografía, de un virtuosismo poco común en el cine cubano. Creo que sentí un excesivo entusiasmo por Santa y Andrés, y que, debido a esa afinidad, coincidí por primera vez con Abel Prieto.  

En la Cinemateca de Los Ángeles la película de Lechuga se mostró en el marco del festival Outfest de cine gay. En esa circunstancia adquirió un significado nuevo: era la obra que salía del armario, exhibida en el mundo libre, a salvo del ambiente represivo. Delfín Prats, el poeta maldito que sirve de modelo al personaje protagónico, se paseaba —como Reinaldo Arenas 15 años atrás— por las pantallas de Hollywood. Ahora su desgracia también era cuestión de festivales, el último tropo del oficialismo LGBT.

Vista con los ojos del americano promedio que asiste al Egyptian, Santa y Andrés pierde, inevitablemente, parte de su encanto. ¿Quién podrá entender, sin haber leído antes un tratado sobre las UMAP, la razón por la que el protagonista vive en una espantosa cabaña en el medio de la nada? Andrés, en Los Ángeles, podía ser tomado por un ecologista, un socialista o un ermitaño, nunca por un miembro de la resistencia. El Foro por la Paz, que es el motivo por el que el escritor se encuentra bajo la escolta de Santa, tiene poca resonancia en un público de locas divinas que regresaban de una marcha multitudinaria en contra de Donald Trump. ¿Cómo podía irrumpir en un Foro por la Paz este descamisado que cocinaba mermelada en un anafe de leña?

Si en Cuba, el grito de "¡Viva Martí!" que lanza Andrés en respuesta al "¡Viva Fidel!" de los esbirros, durante el acto de repudio frente a su choza, fue malinterpretado por el viceministro de Cultura Fernando Rojas como una afrenta a la memoria de Fidel Castro —que a partir de su deceso quedó oficialmente consustanciado con el Apóstol—, en Los Ángeles carecía de la más mínima significación. Me pareció que la película de Carlos Lechuga era un galimatías escrito en un lenguaje que solo entienden los naturales de un territorio afectado por la autorreferencialidad enfermiza. 

Entonces, el actor cubano Raúl Ávila, que estaba sentado al lado mío, me sopló en la oreja este comentario: ¿Un acto de repudio con cuatro gatos? ¿No pudieron encontrar entre los asistentes al Foro un puñado de chivatos que engrosaran las filas de los tiradores de huevos? ¿Está tan ajeno Carlos Lechuga al espectáculo de las turbas que toman a diario las calles de su ciudad? La escena del acto de repudio, que me conmovió en La Habana, me dejó frío en Los Ángeles. La película falla en recrear la magnitud de la violencia para un público global, no familiarizado con el acontecer cubano e incapaz de suplir extras y rellenar elipsis.

El malentendido de Santa y Andrés se trasluce incluso a otro nivel: el director de un filme francamente contrarrevolucionario no acaba de admitir que ha cortado los lazos con la cultura oficial. Hablar de la represión de homosexuales y de la persecusión de artistas, y pretender insertarse en el circuito de festivales es, cuando menos, incongruente. Si los funcionarios del Ministerio de Cultura sostienen que Delfín Prats —o Reinaldo, o Virgilio— nunca fue castigado o vigilado, entonces Carlos Lechuga propone, en Santa y Andrés, nada menos que una versión anticastrista de la Historia.

"El equipo de nuestra obra ha sido comprensivo y abierto al diálogo con los censores… Si así tratan a los que se portan bien no sé cuál es el objetivo detrás de todo. Yo, Carlos Díaz Lechuga, amo Cuba, fumo tabaco, me gusta la playa…". Pero la transvaloración efectuada en el cine no deja ileso al cineasta. Si los 70 fueron la época de Santa y Andrés y del "caso Padilla", Carlos Lechuga debe entender que también él se ha metido en las patas de los caballos, que también él se coloca, cinco décadas más tarde, "fuera del juego".

Hablar de playas y tabacos es adoptar la jerga de los censores, que demandan del artista la renuncia al discurso político para permitirle dedicarse, sin ser molestado, a las "obras de arte". En Santa y Andrés, Lechuga reconoce que el acoso culmina en el exilio, pero en sus declaraciones públicas parece seguir empeñado en marcar la diferencia entre irse y quedarse; o lo que es aún más problemático: en borrar la distinción entre romper y colaborar.
 
  

Respuesta  Mensaje 3 de 6 en el tema 
De: cubanet201 Enviado: 18/03/2017 15:12
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    Santa y Andrés arrasa en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara
     Luz Escobar|La Habana|14ymedio
La película Santa y Andrés, del realizador cubano Carlos Lechuga, se alzó con varios premios este viernes en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, México. La noticia llega en un momento difícil para el director, quien esta semana denunció la censura de su obra en el Havana Film Festival de Nueva York.
 
Entre los galardones que recibió la cinta cubana destaca el premio en la categoría de Mejor Película Iberoamericana por “mostrarnos una historia de amistad entre supuestos enemigos con poesía y humanidad en un universo usualmente conflictivo”. El reconocimiento va acompañado por un monto metálico de $250,000.00 MXN. (Unos 13.000 CUC)
 
  “La felicidad es total”, expresó Lechuga en su página de Facebook tras conocer el fallo del jurado. La película, que no se ha estrenado en los cines de la Isla, compitió en la categoría de Largometraje Iberoamericano de Ficción en la cita mexicana.
 
Lola Amores, la intérprete de uno de los roles protagónicos, fue reconocida con el Mayahuel a la Mejor Actriz “por una interpretación de fuerza y gran sensibilidad en que representa a una mujer en una compleja situación política”.
 
El guión del filme también resultó galardonado por mostrar “una historia sencilla, con un buen desarrollo, en un film silencioso, sutil y de gran sentido”.
 
La lluvia de reconocimientos siguió para Santa y Andrés que recibió el Premio Especial del Jurado “por contar de forma directa y emocional la humillación, censura y ostracismo bajo un sistema opresivo”.
 
Esta misma semana Lechuga denunció que la película que retrata la represión contra intelectuales homosexuales, había sido excluida de la competencia por presiones de funcionarios de la Isla. “En una nebulosa extraña me he enterado que autoridades cubanas han tratado de sacar mi filme del festival. En este momento el filme ha sido retirado de la competencia oficial, volviendo a ser excluido por su carga política”, publicó en las redes sociales.
 
Los organizadores del Havana Film Festival de Nueva York confirmaron a una reportera de El Nuevo Herald que Santa y Andrés no participará en el certamen oficial debido a “los chismes políticos” que rodean al filme.
 
Con anterioridad la cinta había sido excluida del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, porque “distorsiona la historia” y “desconoce que muchos errores cometidos en el campo de la cultura han sido rectificados”, según argumentaron voces cercanas al oficialismo.
Fuente 14ymedio

Respuesta  Mensaje 4 de 6 en el tema 
De: CUBA ETERNA Enviado: 18/03/2017 15:27


Respuesta  Mensaje 5 de 6 en el tema 
De: cubanet201 Enviado: 22/03/2017 15:48
 Carlos Lechuga retira
'Santa y Andrés' del Havana Film Festival de Nueva York
 
Carlos-Lechuga-Cuba-Director.jpg (640×480)
Carlos Lechuga
El cineasta Carlos Lechuga retiró su filme Santa y Andrés del Havana Film Festival de Nueva York (HFFNY), después de la decisión "unilateral" de los organizadores del evento de trasladar su película de la competición oficial a una presentación especial.
 
"Cuando acordamos conceder el estreno de Santa y Andrés en Nueva York al HFFNY, lo hicimos basándonos en términos de participación específicos que fueron negociados entre ambas partes", señaló Lechuga en un comunicado que cita Variety .
"Los términos no pueden ser modificados unilateralmente", precisó Lechuga.
 
Asimismo, señaló que el equipo del filme estaba en todo su derecho de retirarse del HFFNY luego de que no se les considerara "dignos" de competir por el principal galardón del encuentro.
 
El pasado 16 de marzo el HFFNY eliminó Santa y Andrés de la competencia por el premio Havana Star Prize, que cada año otorga la organización del evento, debido a la publicidad "altamente politizada".
 
"Creemos que dada la publicidad altamente politizada alrededor de Santa y Andrés, sería un conflicto de interés incluirla en la competición por el Havana Star Prize", señalaron los organizadores.
 
"La misión de la Fundación Amigos de Ludwig (que organiza el festival) es construir puentes culturales entre Estados Unidos y Cuba a través de proyectos de arte. Como cultivadores de una diplomacia cultural intentamos de hacer lo mejor para, en lo posible, permanecer neutrales políticamente y evitar la controversia", indicaron.
 
En la página oficial del certamen el filme de Lechuga aparecía anunciado para el próximo 4 de abril dentro de las presentaciones especiales, pero ya no podrá verse.
 
La pasada semana Santa y Andrés se llevó el Premio a Mejor Película Iberoamericana del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, en México, así como el Premio a Mejor Actriz Iberoamericana para Lola Amores.
 
La cinta de Lechuga ha sido censurada desde diciembre en que las autoridades cinematográficas de la Isla prohibieron su exhibición en el Festival de Cine Latinoamericano.
 
Fernando Rojas, viceministro de Cultura, llegó a afirmar que el filme no se vería en Cuba para "proteger a un pueblo y a una gran causa".
 
El polémico largometraje está inspirado en la vida de Delfín Prats y cuenta la historia de un escritor homosexual y su amistad con una joven enviada a vigilarle.
 

Respuesta  Mensaje 6 de 6 en el tema 
De: cubanet201 Enviado: 22/03/2017 16:26
Bravo por su película y también por él.
Yo hubiera hecho lo mísmo, no le va quedar más remedio que escapar de la isla,... la historia se repite..
   CUBANET20
 




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