Mientras reina la incertidumbre entre los gobiernos de
Trump y Castro, las relaciones con el país ibérico mejoran sustancialmente
España sí, ¿Estados Unidos no?
Alejandro Garrido | La Habana | Cubanet
Días antes de que el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, comenzara su visita por la península ibérica, los directivos del Stonegate Bank de Fort Lauderdale, en Florida firmaban un acuerdo de integración con el Home Bancshares, una institución financiera de 10 mil millones de dólares con sede en Arkansas, considerada una de las mayores en Estados Unidos.
Dave Seleski, presidente del Stonegate Bank y responsable de la creación de la única tarjeta Master Card estadounidense que puede usarse en Cuba, informó al periodista Reinaldo Taladrid de los medios oficialistas cubanos que “en ese acuerdo de fusión quedó por escrito la creación de una división Cuba para continuar haciendo lo mismo que hacía el Stonegate Bank en relación a Cuba”. Añadió que probablemente el señor Selevski estaría al frente de la misma. Envió las siguientes palabras: “tanto ellos como yo estamos comprometidos a continuar las operaciones en Cuba, aunque todos estamos esperando a ver hacia dónde lleva la Casa Blanca las relaciones con Cuba”.
El Stonegate Bank fue el único que aceptó la cuenta de la embajada de Cuba en los Estados Unidos, lo que ayudó al correcto funcionamiento de esa institución diplomática.
Al explicar las razones de la fusión Selevski explica que “este tremendo acuerdo permitirá incrementar nuestra presencia en la Florida. Ellos aceptaron continuar nuestras iniciativas bancarias en Cuba, y apoyar los negocios de los estadounidenses en la isla. El gobierno del estado de La Florida se ha vuelto crecientemente hostil hacia las compañías norteamericanas que negocien con Cuba”.
El gobierno de la Florida ha anunciado medidas para sancionar y poner multas a los puertos que comercien con Cuba. El Stonegate Bank es una de las instituciones que sufre esa presión.
En el mismo instante en que el canciller cubano cumplía sus misiones turísticas, el gobernador del estado de Mississippi llegaba a Cuba y se reunía con Rodrigo Malmierca Díaz, Ministro de Comercio Exterior en la isla, otra figura diplomática que ha anunciado la creación de 19 empresas con capital extranjero en los cuatro años de explotación de la Zona Especial de Desarrollo Mariel, las cuales solo se han proyectado en el terreno.
Para el cierre de 2016 el Ministro de Economía, Ricardo Cabrisas, anunció el decrecimiento de un 0,9 por ciento del Producto Interno Bruto del país. Sin embargo, la isla cerró el 2016 con la atención por primera vez de más de cuatro millones de visitantes extranjeros.
La isla posee en la actualidad 62 mil 90 habitaciones en 360 hoteles (68 por ciento de cuatro y cinco estrellas) en todo el país, las que, sumadas a las 18 mil 742 privadas, hacen 80 mil 832 en toda la nación. A las que se le suman 4020 más para el cierre de este año.
En medio de ese panorama, Cuba constituye la primera apuesta del grupo hotelero español Iberostar en Latinoamérica, según sentenció el delegado de esa cadena en la isla, Mateo Cardentei, ,durante la apertura del Hotel Iberostar Bella Vista Varadero, una nueva instalación en el balneario de Varadero, categoría cinco estrellas Premium Gold, de 827 habitaciones, en uno de los espacios de playa más impresionantes de la península de Hicacos, a unos 140 kilómetros hacia el este de La Habana, la capital del país.
El grupo español Iberostar contaba ya con el Iberostar Varadero de 386 habitaciones, en 11 edificios, cuatro piscinas, con atención a niños, servicio especializado en medio de un ambiente sumamente natural en la carretera Las Morlas en el kilómetro 16 del sector Punta Hicacos. Tiene cuatro restaurantes y siete bares y entre sus categorías de habitaciones se encuentran las Junior Suite, Spa Junior Suite Room y Family Room.
Iberostar se ha adueñado de privilegiados escenarios frente al mar. Sin embargo, el Four Point by Sheraton, único hotel con capital norteamericano está localizado en la quinta avenida del residencial barrio de Miramar, y la vista que enfrenta son tristes plazas abandonadas y los decadentes hoteles jimaguas Neptuno y Tritón.
El Grupo Iberostar cuenta en la actualidad con más de 100 hoteles en 16 países, como España, Túnez, Marruecos, México, Croacia, Jamaica y República Dominicana, entre otros, y en particular en Cuba ya operan 15 instalaciones, con el Bella Vista.
Mateo Cardentei, dijo que Iberostar espera tener una proyección importante en Cuba, pues consideran a esta isla como la más bella del Caribe, con una rica cultura, un pueblo amable, gastronomía, seguridad y belleza inigualable. Los turoperadores norteamericanos hubieran dicho una cultura exótica, o el pueblo de la resistencia. Sin embargo, el mismo Jesús Felipe Gallego, el hombre español que mayores gustos refinados y abarcadores conocimientos de hotelería y turismo tiene, ha asegurado en más de un escenario que Cuba tiene que mejorar muchísimo la calidad de sus servicios gastronómicos si desea ser atractiva para los clientes del turismo de cinco estrellas.
Este año abrirán el primer hotel administrado por Iberostar en la oriental ciudad cubana de Holguín, y pretenden otras inauguraciones en la zona oriental. Para La Habana anunció trabajos de la mano de Gaviota y Gran Caribe, como la construcción del Hotel Packar, y la reparación del Habana Riviera, establecimientos significativos y con historia norteamericana.
Cardentei recalcó la importancia para su compañía de esta nación, de ahí que esté presente en mayo próximo en la 37 Feria Internacional de Turismo (FITCuba 2017), que tendrá por sede a Holguín, con Alemania como país invitado de honor y producto central a los circuitos turísticos.
En Cuba hay mucha incertidumbre con respecto a cuál será la política de Estados Unidos hacia el país. Sin embargo, banqueros y gobernadores norteamericanos ofrecen facilidades a Cuba y vienen explorando el mercado para ofrecer intercambios comerciales millonarios. Por otra parte, los ministros cubanos prefieren abrirles los brazos a empresas españolas. Algo que sucede justo cuando el turismo asciende y la economía decrece.
ACERCA DEL AUTOR Alejandro Garrido; Periodista independiente, reside en La Habana
|