Primero de Mayo en La Habana con bandera de EEUU
El desfile de este Primero de Mayo en La Habana fue abierto por una bandera de EEUU, portada por un hombre de piel negra, que se adelantó a la carrera ante el desfile. Varios agentes vestidos de civil lo persiguieron, capturaron y sacaron en peso del área.
La carrera de ese cubano abanderado duró menos de un minuto, pero su acción será recordada por años.
Y es que ante tanta insistencia de parte del Gobierno castrista de responsabilizar a EEUU con las desgracias de los trabajadores y el pueblo cubano, en virtud de esa ley física natural de la reacción ante toda acción, buena parte de nosotros, en lugar de buscar en EEUU la causa del continuado desastre al que hemos sido sometidos durante más de medio siglo, ahora parece encontrar la solución.
Y no es que los cubanos quieran o deseen una intervención de EEUU en Cuba, como sistemáticamente ha venido anunciando el castrismo para tratar de justificar su represión; es que la gente ha ido comprendiendo, en virtud del intercambio internacional, de la presencia en EEUU de más de un millón de cubanos, de la ayuda que reciben de sus familiares en ese país y del acceso a internet, que los trabajadores en Cuba son mucho más explotados por el capitalismo de Estado, dizque socialista, que los trabajadores norteamericanos por el capitalismo privado.
Y ese es el verdadero significado de esa bandera norteamericana abriendo el desfile.
Ya los cubanos no se tragan más que la "revolución cubana es de los humildes, por los humildes y para los humildes" ni que el "socialismo" sustentado en el estatalismo asalariado, es la salvación de los trabajadores, la nueva sociedad libre y democrática prometida por los socialistas originales.
Ante la represión absoluta a la que están sometidos por la buro-burguesía que se escuda en el Partido Comunista y el aparato gubernamental que administra tierras, fábricas y empresas de producción y servicios, los trabajadores cubanos han optado por irse del país, crear sus propios negocios o expropiar directamente al Estado a través de las sustracciones diarias de medios y recursos para poder sobrevivir.
La burocracia llama a unos "traidores", "apátridas", a otros "mercachifles", "ladrones", y cuantos epítetos encuentra para acusar o desprestigiar a trabajadores que no soportan más el nivel de explotación al que son sometidos. Cada cual se libera como puede y los que siguen dentro del sistema, aplican la ley de justa compensación que ya existía en el imperio romano. En verdad, la gran corrupción y el robo más descarado de la historia de la Cuba republicana es el que han venido realizando los Castros y sus burócratas. Primero robaron a propietarios cubanos y extranjeros dueños de grandes, medianos y pequeños capitales. Luego a los trabajadores todos, apropiándose de la mayor parte de las ganancias y hasta de sus salarios.
En estos casi 60 años de explotación asalariada por el Estado, los cubanos han ido comprendiendo que la libertad individual es directamente proporcional a la posibilidad de trabajar para sí mismos. Gracias al intercambio de todo tipo con EEUU, han llegado a entender que en esa sociedad "imperialista" que siempre nos han presentado como el enemigo que quiere apoderarse de nuestras tierras y recursos, los cubanos han encontrado no solo abrigo y ayuda, sino la existencia de un sistema de libertades y protecciones al ser humano, que jamás han estado presentes en el "socialismo" castrista, el cual pretende lecciones con la educación y la salud "gratuitas" que ya todo el mundo sabe que no lo son.
Y no es que los asalariados norteamericanos no sean explotados, es el que el sistema mismo de libre empresa, para funcionar, está obligado a libertades y mecanismos que comparten todos los ciudadanos independientemente del nivel de sus propiedades, que les posibilitan muchas opciones de trabajo a diferencia de Cuba, donde prácticamente hay un solo empleador.
El sistema capitalista, con su libre mercado y sus posibilidades de créditos y asociaciones mercantiles, facilita el trabajo libre, individual o asociado, que a la larga superará el trabajo asalariado. En EEUU, doscientos mil cubanos han establecido negocios propios o con asociados, cerca del 80% de los empleos del país lo aportan pequeñas y medianas empresas, la mayoría de capital asociado, hay más de un millón de cooperativistas, muchas de las grandes empresas comparten las acciones con sus trabajadores y los trabajadores individuales suman varios millones, gracias a las facilidades de las nuevas tecnologías.
No es por tanto extraño que muchos cubanos prefieran vivir en un sistema socioeconómico como el de EEUU, donde el nivel de vida de la mayoría de los trabajadores multiplica por 50 el del promedio del asalariado cubano (US$24.00).
Visto así, nada tiene de extraño que el desfile de los trabajadores en La Habana, lo haya abierto un cubano negro empuñando una bandera de EEUU.