Las mejores maneras de perder peso a partir de los 50
Envejecer no es malo. Te invito a ser feliz y mantenerte joven hoy más que nunca
En 2050 Cuba será el noveno país con la mayor población de ancianos del mundo
Por A. López — El ConfidencialCon el paso de los años, notamos cómo nuestro organismo cambia, nos deshidratamos más rápidamente y se gana grasa en diversas zonas del cuerpo. Nuestra actitud cambia y todo se nos hace cuesta arriba. Nos aburguesamos y perdermos el interés en nosotros mismos y en nuestro cuerpo. No hay que abandonarse, es más, la vida a partir de los 50 se debe disfrutar al máximo y no sentirse mayor. Con cincuenta aún se es joven, y se puede recuperar el tiempo perdido. Mejorar la figura es más difícil a ciertas edades, pero te proponemos las mejores formas para hacerlo.
No te obsesiones con el peso
Perder kilos a veces es un proceso lento y frustrante. De que cuidemos nuestra alimentación depende el desarrollo de nuestro organismo. Hay que enfocarse en perder grasa y no peso. "A edades más avanzadas, no se puede permitir perder músculo, tejido de los órganos, o masa ósea", comenta Robert Huizenga, médico especialista. Debemos medir nuestra grasa corporal ya sea con alguna herramienta especializada o midiendo nuestra cintura (el tamaño de esta nunca debe superar la mitad de nuestra altura). "El exceso de grasa es algo que no debemos pasar por alto, y no importa la edad que tengamos", concluye.
Bebe mucha agua
Es un consejo para cualquiera que trate de perder peso y aumentar su salud en general, pero especialmente importante a medida que envejecemos. El hipotálamo (que controla el hambre y la sed), se desestabiliza quitándonos las ganas de beber líquido, según comenta Matt Essex, fundador de ActiveRx, centro de antienvejecimiento de Arizona. Dado que el agua es la clave para la digestión y el metabolismo, y nuestro cuerpo puede confundir con frecuencia la sed con el hambre, comemos más de lo que necesitamos y esto nos hace coger peso. Podemos poner una alarma en nuestro teléfono para recordarnos que bebamos algua regularmente y así hacerlo durante todo el día.
Entrenamiento de fuerza
Es obvio que la masa muscular disminuye con la edad. A los 50 años se tiene un 20% menos que cuando tenías treinta años menos, y desde entonces todo va cuesta abajo. La pérdida del músculo va ligada a un metabolismo más lento y a esos kilos de más que se nos añaden en cada cumpleaños. Hacer pesas es la solución. Si no estamos acostumbrados a un entrenamiento constante, debemos empezar con pesas ligeras e ir aumentando a medida que nos adaptemos sin poner demasiada tensión en los músculos y articulaciones para evitar lesiones. Pero esto solo hasta que nos adaptemos, ya que es importante aumentar gradualmente la cantidad de peso que levantar. "Sabes que estás cogiendo el peso adecuado cuando casi no puedes llegar al final de las repeticiones", comenta Huizenga.
Come proteínas
Si antes creíamos que era importante comer proteínas, ahora lo será más. "Hay algunas pruebas de que a partir de los cincuenta se necesitan más", dice Susan Bowerman, dietista en Los Ángeles. Un estudio de la Universidad de Arkansas descubrió que el aumento de la ingesta de proteínas podría ayudarlos a desarrollar los músculos. "Eso puede ayudar a contrarrestar la pérdida muscular relacionada con la edad", dice Bowerman.
Sé paciente
El metabolismo es más lento y los resultados tardarán en verse. No te rindas, todo es posible. Pon un poco de esfuerzo y sobre todo mucha paciencia. Aunque tardes más en obtener los resultados, no abandones, poco a poco acabarás viendo cómo mejoras y tu cuerpo cambia a mejor. Eres más fuerte de lo que piensas, marca un objetivo y no te frustres. Ya sabes, la paciencia es el arma de toda ciencia.
Haz estiramientos
Cuanto más flexible seas, mejor podrás realizar cualquier actividad física y menos probabilidad de tener un problema o hacerte daño haciendo el ejercicio. El yoga es una buena opción, practicarlo previo a cualquier ejercicio físico puede ser muy beneficioso. Estirar durante 10-15 minutos antes de hacer cualquier actividad marcará cómo te encuentres después.
Cambia de actitud
Si eres de los que dice "el aumento de peso es parte del envejecimiento", "todo el mundo a mi edad tiene sobrepeso" o "qué más da", es el momento de que cambies de pensamiento. No solo es perder peso, sino encontrarte bien contigo mismo y gozar de buena salud. Busca algún grupo de personas con tus mismas aficiones y prepara un grupo con el que puedas practicar ejercicio. El apoyo emocional en estos casos es crucial para un cambio de actitud.
Te invito a ser feliz y mantenerte joven hoy más que nunca
En 2050 Cuba será el noveno país con la mayor población de ancianos del mundo
Una señal de ese envejecimiento en Cuba es que el 19 por ciento de los cubanos ya ha cumplido 60 años, según fuente oficiales del gobierno.
Envejecer no tiene nada de malo. Pero si te puedes mantener joven, mucho mejor
Hay personas mayores que admiro mucho, ya que no solo tienen esa sabiduría que dan los años, sino que además gozan de fuerzas y salud para seguir luchando y disfrutando de la vida.
Tal es el caso de una mujer inglesa de nombre Sarah Patricia Jones de un poco más de 80 años que baila salsa con la habilidad de un bailarín de veinticinco años y quince años de práctica— si no son más—, no le duele un hueso y debo confesar que si tengo la fortuna de llegar a los ochenta, quiero tener la salud y la fortaleza física y mental de ella.
Por esa razón si tienes más de cincuenta años y te sientes cansada, te invito a ver éste video y tomes como ejemplo a "Pady", como se conoce popularmente a Sarah Patricia Jones y disfrutes dela vida porque no hay razón para sentirse viejo o cansado en plena flor de la vida—aunque tengas ochenta años—. Ahora, tal vez te preguntes: ¿hay alguna manera de preparase para la vejez y mantenerse joven de mente y espíritu? Sí, y pasaré a exponer algunas formas de lograrlo.
1. Mente sana en cuerpo sano
Libérate de la envidia, de la crítica hacia los demás y hacia ti misma, de la baja autoestima y aprende a amarte cómo eres con pros y contras y haciendo lo mejor por cambiar o mejorar en eso que no te agrada tanto de ti misma.
Además agrégale a eso una visión positiva del mundo que te rodea, ama a los demás de manera sincera y aprovecha las buenas oportunidades que te otorgue la vida. Sé coherente entre lo que piensas, dices y haces. De esa manera será más sencillo enfocarte en el cumplimiento de tus metas. Recuerda que todo lo que cruce por tu mente se refleja en tu cuerpo y postura.
2. Has deporte
Una caminata diaria por el parque o una cita en el gimnasio día de por medio acompañada de una música relajante te hará mantener te activa, tu circulación mejorará, mantendrás a nivel tus deseos de comer chucherías, tomarás el agua suficiente y te sentirás más feliz y conforme contigo misma.
3. Convierte tu hobby en un arte
Para hacerlo necesitas disciplina y constancia. Pero si en verdad te gusta, ¿por qué no poder perfeccionarte en eso y hacer que algo en lo que tienes habilidad, resulte profesional? Piénsalo, en adelante ese pueda ser un aspecto no solo con el que te diviertes si no que te da algo de ganancia económica y personal.
4. Come bien
Procura comer frutas, vegetales, cereales y tantos otros alimentos en pocas cantidades pero cinco veces al día. ¡Eso le dará salud a tu vida! Lo que comes se ve reflejado en tu cuerpo, así que no abuses de las carnes, lácteos y azucares que pueden hacer que en la edad dorada sufras artritis, diabetes y tantos otros males que pueden hacerte la vida un tanto más complicada.
5. Saca los vicios o adicciones de tu vida
Di de una buena vez por todas no al tabaco, al alcohol, a los alimentos que sabes te hacen daño y a tantas otras malas costumbres que conoces de antelación no permiten que progreses y seas una mejor persona para ti misma y tu familia.
La mejor manera de gozar de una vejez con salud y fuerzas en el cuerpo como en el espíritu es procurando tener una juventud y madurez sana. Ahora es el momento que cuides de ti, para que te mantengas joven y feliz hasta el final de tus días.
Nunca eres demasiado joven para aprender, ni demasiado viejo para cambiar.