Sin castrismo, ¿cuántos turistas de EEUU irían a Cuba?
Roberto Álbarez Quiñones | Los Ángeles | Diario de Cuba La pregunta del título la debiera hacer el diario Juventud Rebelde, que hace unos días publicó una amarga queja del régimen: por culpa del "bloqueo", y de las restricciones de los viajes, Cuba deja de recibir 1.500 millones de dólares anuales en el turismo; ya entre abril de 2016 y junio de 2017 perdió 1.702 millones.
Aquí se cae de la mata preguntarle a Raúl Castro, a su claque militar y a Juventud Rebelde, cuántos miles de millones de turistas de EEUU podría hoy recibir la Isla si él y su hermano no hubiesen implantado el comunismo.
Fidel Castro introdujo en buena parte de la conciencia nacional cubana la falacia de que el "bloqueo" de EEUU es responsable de todas las desgracias del país. De tanto repetirlo, para muchos el embuste pasó a ser verdad. Es una ley de la propaganda y la psicología que el nazi Goebbels aprovechó muy bien.
Castro incumplió su programa socialdemócrata y pluralista de La Historia me absolverá, y sus promesas de realizar elecciones y restaurar la Constitución de 1940. Solo cumplió la hecha a Celia Sánchez en la Sierra Maestra, en junio de 1958: "Cuando esta guerra se acabe, empezará para mí una guerra mucho más larga y grande: la guerra que voy a echar contra ellos [los estadounidenses]. Me doy cuenta que ese va a ser mi destino verdadero".
Al suprimir el sector privado e imponer el sistema marxista-leninista, el comandante mató la única fuerza que crea riquezas en este mundo. Y Cuba, una de las naciones con más alto nivel de vida en Latinoamérica antes de 1959, perdió incluso la capacidad de sustentarse a sí misma.
La economía cubana, absolutamente parasitaria, devino proxeneta que solo se mantiene a flote con dinero regalado. Sobrevive gracias a subsidios, petróleo y cash obsequiados, y ahora con las remesas procedentes del territorio "enemigo".
Por otra parte, el embargo comercial y financiero lo provocó el castrismo. Fue la respuesta en 1960 a las expropiaciones de propiedades estadounidenses. Primeramente se excluían alimentos y medicinas, y en febrero de 1962 el Gobierno de John F. Kennedy lo hizo total.
Fidel Castro necesitaba un "enemigo" a toda costa Al confiscar las propiedades de EEUU a Castro I le importó poco que en 1959 el 73% de las exportaciones cubanas habían sido absorbidas por EEUU, y que el 70% de las importaciones de Cuba procedieron del cercano vecino, a solo 140 kilómetros de distancia. Ya el dictador tenía listo su proyecto de convertir a Cuba en satélite de la URSS para poder mantenerse en el poder ad infinitum.
Si esto lo sabía la inteligencia norteamericana, o no, o si fue un error de Kennedy imponer el embargo comercial total o no, es otra historia. Lo cierto es que el primer golpe lo dio Fidel Castro y Washington respondió. Por supuesto, esto no es lo que enseñan en las escuelas cubanas.
No pocos cubanos pensaban —aún hoy— que fue un error el embargo, pues le dio a Castro el pretexto para culpar a EEUU del desastre totalitario comunista. Pero analizándolo detenidamente es fácil advertir que en el delirante proyecto "revolucionario" de Castro I, de ninguna manera cabían relaciones normales con EEUU. Al contrario, atacarlo era el objetivo central castro-guevarista.
La estrategia del dictador cubano —y toda su filosofía política— necesitaba de la confrontación permanente. Su admirado Mussolini ya lo había hecho. Cuando no hay un enemigo real para la "causa", hay que inventarlo.
Algo fundamental es suponer qué habría pasado en Cuba de no haberse impuesto el embargo ya más amplio en 1962. Pienso que de todas maneras Castro I lo habría provocado, o tal vez algo peor. Porque necesitaba de un "enemigo" poderoso, e "implacable", y por otros tres motivos:
Unas relaciones normales con EEUU impedirían o dificultarían en extremo su obsesión de exportar la revolución para "cubanizar" América Latina (es lo que hace ahora en Venezuela su hermano Raúl).
Aunque Cuba hubiese podido comerciar con EEUU y recibir créditos, la increíble improductividad castrista habría generado muy pocos bienes para exportar a EEUU y pagar las voluminosas importaciones de todo (incluyendo alimentos) que necesitaba el país por producir tan poco y de tan mala calidad. Es decir, el modelo instaurado por Castro I necesitaba ser subvencionado, y eso solo estaba dispuesta a hacerlo la URSS. No por "internacionalismo proletario" y otras idioteces propagandísticas, sino porque Moscú quería tener en el Caribe una plataforma para expandir su influencia y sus intereses en América Latina, y para espiar a Washington en sus narices.
Al afianzarse la alianza político-ideológica Moscú-La Habana, la Guerra Fría se extendió a Latinoamérica. El régimen cubano debía enfrentar política y diplomáticamente a Washington. Porque tenía que pagar a Moscú por los subsidios, y porque era ese un propósito raigal del dictador.
No se trata de que Cuba cayó en manos de Moscú por la torpeza de Washington, sino de que Castro tenía realmente que subordinarse a la URSS para saborear tranquilamente las "mieles del poder", como él mismo las llamó, aplicadas a otros.
Si el embargo no se hubiera implantado, el sistema económico estalinista-guevarista centralizado, implantado en 1961 antes de que se impusiera el embargo, no habría habido suficiente capacidad de hospedaje para recibir millones de norteamericanos. Los ingresos obtenidos por el turismo socializado no habrían podido sustentar la economía cubana, que recibía subsidios soviéticos que llegaron hasta los 5.000 millones de dólares anuales.
Otras preguntas: ¿Habría EEUU pagado 45 centavos la libra de azúcar importada de Cuba cuando el precio mundial era de cuatro centavos? ¿Habría regalado al régimen los 115.000 millones que le dio Moscú entre 1961 y 1991? ¿Le habría obsequiado miles de millones de dólares en armamentos de todo tipo, incluyendo aviones, tanques, barcos, cohetes, vehículos, etc? ¿Le habría entregado EEUU gratuitamente a los Castro en los años 80 tres millones de toneladas anuales de petróleo adicionales para que la reexportaran y obtuviesen más divisas que con las exportaciones de azúcar?
A todas estas, de qué bloqueo realmente estamos hablando hoy. Cuba depende ahora más que nunca del dinero que le llega de EEUU luego de la caída de los subsidios de Venezuela. Entre remesas, paquetes, y viajes, en 2016 fluyeron desde EEUU hacia la Isla más de 7.000 millones de dólares. Esa cifra superó los subsidios venezolanos, triplicó los ingresos del turismo y casi duplicó el valor de las exportaciones cubanas de bienes.
Hoy EEUU es uno de los principales socios comerciales de Cuba y uno de sus mayores proveedores de alimentos. Desde 2000 la Isla ha importado desde su vecino 4.636 millones de dólares en arroz, pollos congelados, carne de cerdo, leche en polvo, maíz, harina, frijol de soya, manzanas, trigo, conservas, etc.
Y una última pregunta incómoda para Juventud Rebelde y la dictadura: ¿qué le ocurriría al castrismo y a Cuba si EEUU decretase de verdad un embargo total —como hizo la comunidad internacional con el régimen de Sudáfrica— y no le vendiese nada, ni permitiese el envío de remesas, paquetes, ni viajes a la Isla?
Si con la política de Trump, o nuevas sanciones en respuesta a los ataques a los diplomáticos de EEUU disminuye el flujo de turistas desde el "imperio" a la Isla, la pregunta es la misma: ¿ocurriría eso si no hubiera castrismo en Cuba?
ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES
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