Votemos también contra el bloqueo del Gobierno sobre los cubanos'
Jorge Enrique Rodríguez | La Habana
Para el pueblo cubano la existencia y las consecuencias del embargo económico, comercial y financiero, impuesto por el gobierno de EEUU contra la Isla, es un hecho innegable. Sin embargo, la población también considera que "ese mismo bloqueo" ha servido al Gobierno cubano para exculparse de sus erradas políticas económicas y sociales, al afianzamiento de la corrupción institucional y para justificar la fiscalización sobre la información y sobre disímiles libertades sociales.
"Año tras año se condena el bloqueo de EEUU contra Cuba, pero nunca, ni en ninguna parte, se habla del bloqueo interno que sufre el pueblo", señala Antonio Carballo, administrador de un agromercado estatal en La Lisa.
"Se nos debe permitir que votemos, también, contra el bloqueo de nuestro propio Gobierno sobre nosotros, los cubanos de a pie. Porque la solidaridad que se muestra en la ONU es con el discurso del Gobierno, no con la voz de este pueblo. Aunque Bruno [Rodríguez] insista y quiera convencer que habla en nombre de todos los cubanos, dudo mucho que viva en la apretadera vivimos casi todos los cubanos", fustiga Carballo.
Leonel Rodríguez, albañil restaurador que ejerce en el sector privado, recordó que las restricciones que impone el Gobierno a los cubanos emprendedores "no son consecuencias del bloqueo norteamericano, como tampoco lo es que ningún cuentapropista tenga personalidad jurídica".
"El jaque al que somos sometidos los cuentapropistas, que por regla general estamos obligados a esquivar prohibiciones absurdas con el soborno y engordando a la corrupción, es a consecuencia del bloqueo del Gobierno cubano", agrega en referencia a la Resolución 22/2017, emitida el pasado mes de agosto por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), que prohibía el otorgamiento de nuevas licencias a una veintena de actividades privadas.
"¿Cuánto dinero le cuesta al pueblo toda la propaganda y publicidad que el Gobierno produce en su campaña contra del bloqueo norteamericano", pregunta Noel Silveira, licenciado en Contabilidad que ejerce como tenedor de libros.
"¿Por qué el Gobierno cubano no publica ni explica al pueblo sobre esas cifras y de cuáles costillas y sudor se extraen esos gastos? Nadie duda la existencia del embargo estadounidense, pero el secuestro de los derechos económicos que se cometen dentro de Cuba no están en el ámbito de ese embargo, sino en la aplicación de políticas de estado internas", agrega.
En su discurso, el canciller Bruno Rodríguez detalló que el impacto económico del embargo impuesto a la Isla se estimó en unos 4.305 millones de dólares en el último año. "Pero olvidó, como se olvida siempre, detallar cuánto le cuesta al sector privado las prohibiciones del Gobierno", añade Silveira.
"La represión contra el pueblo no es bloqueo, es represión"
Las privaciones, las carencias y las limitaciones que provoca el embargo contra Cuba no justifican las acciones represivas y las golpizas que elementos de la Policía cometen contra el pueblo.
Sobre estos cuestionamientos coincide Aliuska Domenech, vecina de la barriada de Juanelo, que asegura haber sido testigo de un incidente en La Cuevita, donde fuerzas de la Policía cometieron una detención y requisa violentas.
"El bloqueo afecta al pueblo, pero no a la Policía, que tiene tonfas, esposas, spray, pistolas nuevecitas de paquete y no se miden para usar todo eso a diestra y siniestra. Una policía que no produce un boniato, pero hay que vestirla, calzarla, alimentarla. Y lo que hicieron con las viejitas que tiran las cartas en la Habana Vieja, de quién es culpa. Podré ser bruta, pero no hay que ser inteligente para entender que la represión contra el pueblo no es bloqueo, es represión y punto", afirma.
Las afectaciones del embargo contra Cuba, según datos oficiales del Gobierno, se extienden al sector de las tecnologías de la informática y las comunicaciones, fundamentalmente en la telefonía fija y en la implementación de redes para la conexión a internet.
"Es cierto, pero qué tiene que ver el bloqueo norteamericano con la censura del acceso a la información", cuestiona una joven trabajadora del Ministerio de Industria Básica, que prefirió no ser identificada por su condición de militante en la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).
"¿Quién bloquea los sitios donde se leen opiniones diferentes a las del Partido y la Juventud? ¿Quién decide cuántas horas mensuales una familia cubana podrá estar conectada a internet? ¿Quién censura el intercambio cultural y educativo a través de becas de superación con las ONG de EEUU?", se pregunta.
"Ojalá y un día pueda decirlo públicamente sin las obvias consecuencias: para derribar el bloqueo norteamericano no se necesitan hacer concesiones sobre nuestra soberanía, solo se necesita la voluntad política de nuestro Partido", considera la joven militante.
Claudio Fuentes, fotógrafo y opositor, reconoció las afectaciones del embargo contra la Isla y de sus consecuencias en los servicios de Salud Pública. Es una realidad "que no se discute, pero nadie se pregunta exactamente qué se pide a cambio para levantar el embargo".
"Permitir que coexistan otros partidos políticos, que se celebren elecciones libres y que no se criminalice el activismo de la oposición. Es decir, que el Gobierno cubano le rinda tributo a los mismos pactos que firmó sobre los derechos económicos, civiles y políticos establecidos por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Estos elementos, en una medida u otra, existen en casi todos los países alineados con la política del castrismo y miembros del ALBA", concluye.
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JORGE ENRIQUE RODRÍGUEZ