Justin Trudeau, primer ministro canadiense y el expresidente Barack Obama íconos del colectivo gay
Canadá pedirá disculpas de manera oficial por haber perseguido a los homosexuales
Aunque no se han hecho públicas cifras oficiales, los expertos estiman que en Canadá hay unas 6.000 personas que tienen un pasado criminal por mantener relaciones homosexuales.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, tiene previsto disculparse el martes pública y oficialmente ante la comunidad lésbica, gay, transgénero y bisexual por la "persecución e injusticias que han sufrido" a manos de las autoridades del país.
El martes, Trudeau se levantará de su escaño en la Cámara baja del Parlamento canadiense y leerá de forma solemne la disculpa ante miles de hombres y mujeres homosexuales que pertenecieron a las Fuerzas Armadas, la Policía Montada y el servicio público canadiense y que fueron discriminados por su orientación sexual.
En la tribuna de la Cámara baja que está destinada al público estarán varias de las víctimas de esa política para escuchar en persona la disculpa oficial.
Pero Trudeau también se disculpará ante el resto de los canadienses que fueron perseguidos y está previsto que anuncie oficialmente la presentación de un proyecto de ley para eliminar el pasado criminal de aquellos que fueron condenados por los tribunales del país por su orientación sexual.
Está previsto que el proyecto de ley, titulado "Acto para establecer un proceso para borrar ciertas condenas históricas injustas y enmendar otros actos", incluya fondos para indemnizar a los damnificados y recordar a las víctimas de la persecución.
Aunque no se han hecho públicas cifras oficiales, los expertos estiman que en Canadá hay unas 6.000 personas que tienen un pasado criminal por mantener relaciones homosexuales.
La disculpa oficial y el proyecto de ley para eliminar las condenas llega en un momento en que unas 2.000 personas han presentado una demanda colectiva contra el Gobierno canadiense por haber sido perseguidas por las autoridades del país.
Como en muchos otros países, durante años en Canadá la represión contra los homosexuales se enmascaró como una cuestión de seguridad nacional.
Tras la Segunda Guerra Mundial, y con la Guerra Fría que enfrentó a los países occidentales con la Unión Soviética y su bloque de países aliados, las autoridades canadienses etiquetaron a las personas homosexuales como un riesgo para la seguridad del país al considerarlos "débiles de carácter" y susceptibles al chantaje.
La Policía Montada y las Fuerzas Armadas canadienses recibieron la orden de descubrir a los homosexuales entre funcionarios, militares y la propia Policía para expulsarlos, en un intento de limitar el daño que supuestamente podían causar a la seguridad nacional.
El esfuerzo de las autoridades canadienses para descubrir a los homosexuales llegó hasta el punto de que Ottawa inició un programa para desarrollar un detector de orientación sexual.
El detector, un máquina denominada popularmente "fruit machine" (el termino "fruit" era una forma insultante de llamar a los hombres homosexuales), medía la dilatación de las pupilas y el pulso de los sospechosos mientras se les mostraban imágenes eróticas.
La máquina fue utilizada en la década de los años sesenta, pero finalmente fue desechada cuando las autoridades aceptaron que no detectaba la orientación sexual de los sujetos.
Pero la campaña de las autoridades canadienses contra los homosexuales continuó durante décadas y muchos sufrieron persecución y tuvieron que abandonar sus puestos de trabajo.
Miles de hombres y mujeres fueron juzgados por mantener relaciones sexuales con personas del mismo sexo, algo que estuvo prohibido y penado por la ley hasta 1969.
Fue precisamente Pierre Trudeau, el padre del actual primer ministro canadiense, quien, primero como ministro de Justicia y posteriormente como primer ministro del país, cambió las leyes para despenalizar la homosexualidad.
En 1969, Pierre Trudeau justificó la decisión con una frase famosa: "El Estado no tiene lugar en los dormitorios de la nación".
Pero, a pesar de que desde 1969 la homosexualidad no es un acto criminal, el Gobierno canadiense siguió expulsando a los homosexuales de las Fuerzas Armadas y la Policía Montada hasta bien entrada la década de 1980.
Sólo en 1992 se eliminó la prohibición de que los homosexuales sirviesen en las Fuerzas Armadas canadienses.