MADURO Y SABROSO
El seis veces campeón del mundo de natación olímpica Mark Foster sale del clóset como gay
El nadador olímpico Mark Foster ha salido del clóset porque, como él mismo ha explicado, “decir verdades a medias y no asumir mi verdadero yo solo me hace daño”. Tiene 47 años y actualmente está retirado de la competición. En este sentido, y porque además no ha sido el primer deportista de élite en reconocer públicamente su orientación homosexual en el Reino Unido, agradece que Gareth Thomas y Tom Daley “allanaran el camino”. Con este gesto activista, Foster quiere sumarse a sus predecesores para animar a otros deportistas a mostrar abiertamente su condición LGTB. También confiesa que “ojalá lo hubiera hecho cuando tenía 21 años y conocí a mi primer compañero”.
Mark Foster es un referente deportivo en el Reino Unido (también en el mundo de la natación olímpica en el plano internacional) y a sus 47 años ha decidido que era “ahora era el momento” de hacer pública su orientación sexual gay. “Estuve caminando de puntillas por el tema durante muchísimo tiempo. Me volví realmente bueno en el baile de decir medias verdades. He apoyado a Terence Higgins Trust, Stonewall, la campaña de Stand Up to Bullying de Ben Cohen. Pero siempre lo hice por debajo del radar”, asevera el nadador de élite en una extensa entrevista para The Guardian.
En Pekín 2008 fue el abanderado del Reino Unido y frecuentemente es comentarista de natación de la cadena televisiva británica BBC. Foster, por cierto, registró uno de sus mejores tiempos en España en 1993 (quedó primero con 21,84 segundos en 50 m libre masculino, frente a los 21,93 del chino Hu Bin y los 21,97 del tercero, el australiano Robert Abernethy). Fue durante el primer Campeonato Mundial de Natación en Piscina Corta, celebrado en Palma de Mallorca, en el que participaron 313 nadadores de 46 países.
“He vivido una vida abiertamente gay con mis amigos y mi familia, pero siempre lo oculté como nadador”, narra Foster. También ha contado el motivo por el que no había querido salir del armario ante el público en los años 90 o al principio de los 2000: “Estaba preocupado por cómo afectaría a mi trabajo. Mis escuelas de natación atienden a niños y existía la percepción insidiosa de que ‘gay’ es igual a ‘abusador de menores’. No quería que me percibieran como una amenaza para los niños”.
Por esto, añade, “entiendo lo que está deteniendo la salida del clóset de los futbolistas gays”. Según explica el británico, “he estado en muchos partidos de fútbol y he visto esa mentalidad agresiva” (recordemos, a modo de ejemplo, el caso del árbitro Jesús Tomillero en España). Foster añade que “el fútbol es un mundo extraño impulsado por la testosterona y es el último bastión, pero si un futbolista gay [de élite] saliera del clóset cambiaría muchas actitudes”.
Como no podía ser de otra forma, le deseamos a Mark Foster toda la felicidad en su nueva etapa libre del clóset.
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