Algunos prefieren quemarse Pocas películas en la historia del cine son tan divertidas y han hecho reír tanto al público como esta obra que es una farsa delirante. Marilyn Monroe, más bella y provocativa que nunca, vistiendo falda corta y holgada (la acción del filme se desarrolla en los años 20 y 30) nos da la sorpresa de regalarnos una buena actuación, sin dudas, la mejor de su breve y accidentada carrera.
“Some Like It Hot”, (Una Eva y dos Adanes y Algunos prefieren quemarse en Hispanoamérica, o Con faldas y a lo loco en España) es una comedia cinematográfica de 1959, que todos los amantes del cine debieran ver.
Un par de músicos de mala muerte, Joe y Jerry, interpretados por Tony Curtis y Jack Lemmon, deambulan por las calles de Chicago. Ven una puerta entreabierta y se asoman a mirar ¡En qué momento! Un grupo de mafiosos contra una pared, son ametrallados. Este ajuste de cuentas es un hecho histórico: la matanza de San Valentín. Uno de los verdugos, ametralladora en mano, cree sentir un ruido. Se vira rápidamente y descubre a nuestros dos músicos que parten corriendo asustados. La mafia no puede tener testigos y salen a buscar a los dos músicos.
Condenados a muerte, se les ocurre una idea descabellada y salvadora: se van a una orquesta de mujeres que está al partir de gira. Aquí comienza la farsa y la diversión. El gran público comienza a reír al ver disfrazados de mujer a nuestros dos intérpretes.
Los músicos son bien recibidos en la orquesta por una Marilyn Monroe (Sugar “Kane”) que es una especie de líder del grupo. Ella toca un pequeño instrumento, una singular guitarra, que acentúa su sensualidad.
La orquesta se mete en el tren y parte de gira. Nuestros protagonistas encontraron un refugio seguro ¿Quién los buscaría allí? Antes de continuar debo decir que la presencia luminosa de Marilyn se roba la película, nadie piensa en el director (Billy Wilder) quien condujo este disparate con mano maestra. Tampoco piensan en el guionista (I. A. L. Diamond) quien escribió algunos de los grandes guiones de la época.
Pero la acción se desarrolla vertiginosamente. En el coche-cama del tren las muchachas se acomodan, es un torrente de belleza juvenil que se divierte. Aparece alguna botella de licor, (recordemos que estamos la época de Le Seca) y a Sugar “Kane” se le ocurre hacer una fiesta en el compartimento de una de las chicas nuevas, escogen el de Jerry (Jack Lemmon), quien apenas logra mantenerse vestido de mujer mientras trata de impedir esta invasión.
El destino de la orquesta es un balneario de verano, donde seguramente habrá algunos ricachones Sugar “Kane” en particular, piensa capturar a alguno.
Llegan a un hotel y efectivamente, en la entrada están algunos viejos carcamales lujuriosos, entre ellos esta una leyenda desde la época del cine mudo, se trata de “Bocaza” (Joe E. Brown ) con una extraña cara y una enorme boca, es un cómico natural. Los millonarios miran a las muchachas como escogiendo, pero ellas se alejan alegremente hacia la playa.
Joe (Tony Curtis), vestido de magnate, está sentado en una silla de playa leyendo un periódico. Sugar “Kane” (Marilyn) lo aborda y le pregunta por qué se aburre. Él dice estarse informando de cómo van sus acciones y toma de la arena una concha, símbolo de una multimillonaria y tramposa Compañía petrolera: La Shell. Ella, intrigada, quiere sacarlo del aburrimiento y él la invita a que lo visite en su yate.
Hacen una cita mientras Sugar “Kane” (Marilyn) que ella se propone despertarlo a la vida. Es la noche elegida mientras Joe corre hacia el Yate, a él se le ha hecho tarde por despojarse de su disfraz de mujer y tomar el de millonario. El acude a una bicicleta para llegar a tiempo, y lo logra. Pero en un detalle genial del filme se le ha olvidado que lleva puestos los aretes, y por supuesto, los desaparece.
Dentro del Yate Joe se recuesta en un sofá quejándose de que la vida no tiene sentido. Ella quiere ayudarlo, se acerca para besarlo, mientras él hace un gesto de que no sintió nada. Ella lo besa repetidas veces y se encima cada vez más. Inútil esfuerzo, él no siente nada. Ella se aleja frustrada y él se levanta del sofá sus espejuelos están completamente empañados del vapor que sintió.
Por su parte Jack Lemmon es invitado por Osgood Fielding III (Bocaza), a bailar hasta el amanecer. Esta es una de las secuencias más delirantes del filme, por cortes sucesivos se nos muestra cómo avanza la noche, los músicos se agotan y Osgood Fielding III (Bocaza ) bailando con Joe (Jack Lemmon), se le acerca con una flor en la boca para que este la tome entre sus dientes.
Estamos en la lancha de Osgood Fielding III (Bocaza ), que conduce sin desviar la vista ni mover sus manos, le propone matrimonio a Jack Lemmon quien asustado e irritado le dice que no. Ante la insistencia de Osgood Fielding III (Bocaza ), Lemmon se quita la peluca y responde coléricamente: es que soy un hombre. Bocaza, imperturbable le responde: “Nadie es perfecto”. Con este diálogo que provoca carcajadas en el público termina este clásico de la comedia.
El género de la comedia es el más difícil de expresar todos los profesionales, guionistas directores, actores aben que es más fácil hacer llorar que reír, por eso “Algunos prefieren quemarse” ha trascendido varias generaciones y es particularmente actual. No creo que existan comedias contemporáneas que se puedan equiparar con este clásico.
1953- Muchos años antes de que se pensara en el matrimonio gay
UNA PELÍCULA ETERNA, ADELANTADA A SU TIEMPO
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