Los cubanos vierten sus anhelos en la cita religiosa con San Lázaro
La imagen de un anciano acompañado de perros, es venerada en la isla con la misma devoción que se adora a la Caridad del Cobre
El jueves 14 de diciembre por la noche, luego de quince horas de viaje por carretera y bajo un copioso aguacero, desde Sagua de Tánamo, municipio de Holguín, provincia a 850 kilómetros al noroeste de La Habana, en un añejo camión General Motors de los años 50, Erasmo y su esposa llegaron a La Habana dispuestos a cumplir su promesa con San Lázaro, deidad de tanto arraigo para los cubanos como la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona nacional.
“Residimos en un barrio que se llama Ocapuna. Mi mujer tuvo un cáncer de mama que gracias al ‘viejo’ [así llaman popularmente a San Lázaro los cubanos] pudo superar. A mí me pedían doce años por malversación en una empresa cafetalera. Y mis oraciones a San Lázaro fueron escuchadas. Después de esos incidentes, aunque sea caminando, voy a entregar mis ofrendas al Rincón” [nombre del lugar donde se asienta el santuario dedicado a San Lázaro], cuenta Erasmo.
En la mañana del viernes 15, tras un sustancioso desayuno -jugo de melón, pan con bistec de cerdo y ensalada fría de coditos con jamón, piña y mayonesa- la pareja, vestida con ropa de saco y arrastrando una piedra de medianas proporciones inició su trayecto rumbo al Rincón, pequeño poblado localizado en el sur de la capital cubana, donde al filo de las doce de la noche del sábado 16 de septiembre, en el santuario colindante a un leprosorio, se venera al santo de los mendigos y los pobres.
Erasmo quiere llegar por la tarde al poblado del Rincón y comprar velas, flores y oraciones. También comida y una botella de ron para paliar el frío que suele haber por esta época del año. "Pensamos dormir a la intemperie en las afueras del santuario y después de la misa, entregarle nuestra ofrenda al viejo Lázaro. Él se lo merece".
Por coincidir la procesión con el fin de semana, la “congregación de devotos, que siempre es impresionante, este año se espera que sea más numerosa”, dice un religioso de una iglesia en la barriada de La Víbora, quien añade:
“En el país existe mucha frustración. Se eliminó la ley pies secos, pies mojados, con la llegada de Trump a la Casa Blanca se han empeorado las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Y tras el supuesto ataque acústico, obtener visas de reunificación familiar se ha vuelto muy complicado, pues hay que viajar a Colombia con todos los gastos que eso representa. A ello se suma que el gobierno ha frenado sus reformas económicas. Desde hace más de tres meses no están entregando licencias a los negocios privados más prósperos y la economía sigue de mal en peor. Todo eso lo está sufriendo la familia cubana, con salarios que poco resuelven, déficit habitacional, alimentos carísimos y un futuro indescifrable. Por si no bastara, se desconoce cuál será el rumbo de Cuba dentro de tres o cuatro meses, cuando se supone que Raúl Castro dejaría el poder. Ante tanta incertidumbre, las iglesias y los templos vuelven a llenarse”.
No solo el catolicismo sale favorecido en tiempos de crisis económicas y desconfianza del pueblo por la pésima gestión del régimen. Evangelistas, protestantes y testigos de Jehová, entre otros, han aumentado el número de fieles. También, por supuesto, las religiones afrocubanas, tanto la santería como el palo. Debido al sincretismo religioso en la Isla, San Lázaro o Babalú Ayé [para los Yoruba] es venerado sin distinción de credo.
Yanira hace tres años se hizo santo -Yemayá, aclara-, acude vestida de blanco al Rincón. “Todos los 16 de diciembre, en la víspera, voy caminando por la Avenida de Rancho Boyeros hasta el Rincón. El último tramo, desde el poblado al santuario, me arrastro por la calle. Le tengo mucha fe al ‘viejo’ Lázaro. Gracias a él he tenido éxito en la vida”.
Según Ana Luisa, residente en el poblado del Rincón y dueña de un pequeño negocio de vender entrepanes (sandwiches) y flores, “hay creyentes que se gastan hasta cien pesos convertibles en ofrendas a San Lázaro. Cuando llega esta época del año, casi todos en el pueblo se ponen a vender algo: comida, flores, velas, estatuillas... Lo que sea, para aprovechar la afluencia de miles de devotos suelen desembolsar mucho dinero”.
A pocas horas del 17 de diciembre, El Rincón se engalana con grandes decorados florales y decenas de imágenes de San Lázaro, algunas de gran tamaño, que se colocan en urnas de cristales o en los portales de las viviendas.
En la calle principal, diversas cafeterías privadas ofertan comida criolla, batidos de frutas, bocaditos de jamón y queso o pan con lechón asado. También venden café, cerveza, ron, aguardiente y vino tinto, que ayuda a soportar la frialdad y humedad que por las noches se siente en El Rincón, que pertenece a Santiago de las Vegas, localidad donde en diciembre suelen bajar bastante las temperaturas.
Aunque la prensa oficial apenas informa sobre la peregrinación, de manera espontánea miles de cubanos acuden a venerar a San Lázaro. “Es un espectáculo de pueblo. Incluso en los años duros, cuando el régimen prohibió las manifestaciones religiosas, la gente acudía al Rincón. Esa participación voluntaria en Cuba solo se da en los partidos de béisbol o en mega conciertos, como el de los Rolling Stones”, opina Carlos, sociólogo.
A pesar del mutismo, las autoridades permiten que una flotilla de ómnibus estatales trasladen a miles de personas hasta el santuario. Durante el trayecto a pie, cientos de policías, boinas negras y agentes de la Seguridad del Estado vestidos de civil, sin mucha discreción vigilan a los peregrinos.
Los artistas plásticos Luis Manuel Otero y José Ernesto Alonso, iniciaron una caminata en favor de la libertad y democracia en Cuba, pero ni siquiera pudieron salir de Centro Habana: en la intersección de Belascoaín y Carlos III, fueron detenidos por la policía política. Alonso ya fue puesto en libertad, pero de Otero se desconocía su paradero.
Y es que por tradición, San Lázaro recibe oraciones y petitorios diversos. Erasmo y su esposa, del barrio Ocapuna en la oriental provincia de Holguín, le agradecen al ‘viejo’ la sanación de un cáncer de mama y haber escapado de la cárcel.
Otros fieles, como Ernesto, vienen desde Miami para orar por la reunificación lo más pronto posible con su hija que vive en La Habana. Y Otero y Alonso con todo su derecho, reclaman libertad y democracia.
San Lázaro, desde algún sitio, los escucha a todos.
Oh! San Lázaro
Tú que eres más fuerte que todos los presidentes
y las fuerzas de este mundo
Te pido que me ayudes con tu poder divino,
en esta situación que aflige al pueblo cubano
y a mi como parte de él,
en este momento de desespero
y que los hombres no podemos solucionar.
Te convoco y te pido santo milagroso
que elimines todas las miserias para los cubanos;
que ni la muerte y la violencia
sean el camino de la transición;
te pido democracia genuina
donde la legalidad nos proteja.
San Lázaro has tuyas mi suplicas
Te pido la eliminación del bloqueo,
Prosperidad
Libertad de expresión
Libertad para presos políticos
Libre acceso a Internet.
Cese de la discriminación de raza, género y credo;
no mas represión!
OH! Babalú
Tú que viviste siempre abandonado de todo,
enfermo y hambriento, nadie te socorría,
y tuviste siempre un corazón bueno
y supiste poner tu confianza en Dios
Intercede hoy por nosotros.
Haz que mi generación recupere la fe.
Pregaria de Luis M. Otero Alcán