Con su propuesta Con todos y para el bien de unos cuantos realizó tres intervenciones artísticas que tuvieron como centro el lujoso hotel Manzana Kempinski. En la primera de ellas cuestionó la desaparición del busto del líder comunista Julio Antonio Mella, emplazado con anterioridad en el lugar; en la segunda blandió una maza a pocos centímetros de la vidriera de una exclusiva tienda en los bajos del inmueble y en la tercera realizó una rifa para sortear una noche en el único hotel de cinco estrellas del país.
En cada caso, Otero Alcántara buscó denunciar la enorme brecha económica que separa a los cubanos de los visitantes extranjeros que se hospedan en esos hoteles de gran lujo.
Nacido en la municipio habanero del Cerro, el artista se encuentra en estos momentos a la espera de un juicio tras ser acusado por el presunto delito de "receptación" por poseer materiales de construcción sin la documentación correcta, según alegan las autoridades. Las bolsas de cemento y otros áridos le fueron confiscadas durante un registro en su vivienda.
Este año Otero Alcántara inició junto a otros artistas una campaña para lograr la realización de la #00Bienal de La Habana, prevista para mayo de 2018 y surgida como respuesta a la decisión del Ministerio de Cultura de postergar un año la más importante cita de la plástica cubana "como consecuencia de los daños provocados por el huracán Irma".
La iniciativa se ganó una llamada de atención de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba a través de una nota distribuida por los correos electrónicos institucionales en que advertía a sus miembros sobre "algunas personas inescrupulosas" que organizan una Bienal independiente.
Este diciembre el artista fue detenido mientras hacía una peregrinación hacia el Santuario consagrado a San Lázaro en El Rincón, al sur de la capital cubana. Después de 72 horas de arresto fue liberado y retomó su recorrido, que finalizó con éxito el 20 de diciembre para reclamar democracia y libertad para la Isla.