Presentan en Nueva York obra prohibida en Cuba
La artista plástica y activista cubana Tania Bruguera vuelve a ser noticia con la apertura de Untitled (Havana, 2000), una instalación que presentará el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) desde el 3 de febrero hasta el 11 de marzo.
La obra fue adquirida por el museo en el 2015. Entre sus elementos sobresalen una superficie cubierta de bagazos de cañas de azúcar, un video de Fidel Castro y cuerpos desnudos en la penumbra.
“Esta exposición tiene lugar en un momento en que los grandes discursos nacionalistas están de vuelta; y me parece importante que nos acordemos de que lo que pasa en otros lugares también podría suceder en aquellas sociedades que parecen inmunes a las dictaduras”, dijo Bruguera desde Nueva York, en referencia al impacto político que pudiera tener su trabajo en el público estadounidense.
Concebida inicialmente para la VII Bienal de La Habana 2000, la instalación recrea la primera vez que se presentó en La Cabaña, una fortaleza militar de la época colonial que sirvió de cárcel para los prisioneros de conciencia y fue escenario de torturas y fusilamientos desde los primeros años de la revolución cubana.
Según las notas al programa, la obra sugiere las contradicciones de la vida en Cuba durante la etapa revolucionaria.
El trabajo, que en el año 2000 estuvo a la vista del público de la isla durante pocas horas antes de ser retirado por las autoridades con el pretexto de que los desnudos masculinos estaban prohibidos, representa la compleja relación de la artista con la autoridad.
Bruguera afirmó a el Nuevo Herald que en comparación con aquella época, “en Cuba se está atravesando por un momento de mucha confusión, ya que el gobierno está cometiendo errores que le afectan a varios grupos poblacionales y la gente tiene menos miedo porque empieza a tener acceso a una información que no es generada por los canales oficiales”.
“Muchos cubanos ya han visto otros mundos y algunos tienen cierta independencia económica que [con el tiempo] podría traducirse en independencia ideológica. Por otro lado ha regresado el racismo, el clasismo y las injusticias sociales que no se pueden ocultar”.
Bruguera vive en La Habana y actualmente está haciendo su residencia (período de especialización) en Nueva York. Su trayectoria se ha distinguido por su activismo a favor de los derechos humanos en Cuba y sus enfrentamientos en contra de las fuerzas represivas de su país. Entre sus múltiples hazañas se recuerda su intento de realizar su performance El susurro de Tatlin en la Plaza de la Revolución y en el Monumento a las Víctimas del Maine, en el malecón habanero, por el que fue detenida por la Seguridad del Estado a finales del 2014. En esa ocasión le fue retenido su pasaporte durante varios meses.
Dos años después, la artista inauguró en marzo de 2016 INSTAR (Instituto de Artivismo Hannah Arendt), con el propósitode crear una plataforma institucional para que los cubanos puedan informarse sobre sus derechos civiles, promuevan discusiones críticas y formen parte de un espacio alternativo donde personas con diferentes posiciones políticas puedan trabajar juntos en un ambiente democrático.
“Esta exposición representa algo que todos los artistas sabemos: que el arte sobrevive a cualquier gobierno”, afirmó la artista.
El MoMA ha organizado una serie de programas vinculados a Untitled (Havana, 2000), que incluye un taller dirigido por Bruguera sobre el arte como herramienta social (9 y 10 de febrero), un panel de discusión con Bruguera, Claire Bishop y Gerardo Mosquera (26 de febrero), y un programa de cine de un fin de semana sobre la censura en el cine cubano (9-11 de marzo).
AUTOR, ARTURO ARIAS-POLO