Estoy convencido de que dios me acepta tal y como soy, Porque mi fe es tan normal para mí como mi homosexualidad", señaló el político de 37 años, miembro de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside la canciller Angela Merkel, en una entrevista avanzada hoy por el semanario "Die Zeit".
Daniel Funke (izquierday) y Jens Spahn
El ministro de Sanidad alemán:
«Soy gay y soy católico, y no veo ninguna contradicción en ello» A pesar de que la homosexualidad es rechazada por la Iglesia, el ministro de Sanidad de Alemania, el conservador Jens Spahn, asegura que no observa ninguna contradicción entre ser gay y ser católico.
"Estoy convencido de que dios me acepta tal y como soy. Porque mi fe es tan normal para mí como mi homosexualidad", señaló el político de 37 años, miembro de la Unión Cristianodemócrata (CDU) que preside la canciller Angela Merkel, en una entrevista avanzada hoy por el semanario "Die Zeit" y que será publicada este miércoles en uno de sus suplementos.
Spahn indicó además que no podía aceptar que la homosexualidad constituye un pecado de acuerdo con los preceptos de la fe cristiana. "No hay nada que lamentar. Después de todo, yo no elegí mi homosexualidad y tampoco le hace daño a nadie",
El ministro de Sanidad alemán, Jens Spahn, nunca ocultó su homosexualidad y el pasado mes de diciembre se casó con el periodista Daniel Funke, director de la revista de farándula Bunte, en el castillo de Borbeck, en Essen, por lo que no se trata de una salida del armario al uso. Pero sí ha causado un gran revuelo su declaración pública en la que afirma: «soy gay y soy católico, y no veo ninguna contradicción en ello».
El semanario Die Zeit aborda la realidad católica de Alemania a través de varias de sus figuras políticas más destacadas, entre las que está también Annegret Kramp-Karrenbauer, secretaria general de la CDU y considerada la candidata con más opciones para suceder a la canciller Angela Merkel en las filas de los conservadores alemanes. También en declaraciones a este medio, Kramp-Karrenbauer defiende, por ejemplo, que la Iglesia ordene a las mujeres como sacerdotes y les permita asumir altos cargos.
«Deseo que llegue la consagración del sacerdocio femenino», declara AKK, nombre abreviado con el que la apoda la prensa alemana, que recuerda que en muchos obispados del país las mujeres asumen gran responsabilidad y trabajo en la Iglesia y añade que si la presencia femenina en altos cargos eclesiales no aumenta, deberían buscarse soluciones. «Me puedo imaginar que se imponga una cuota femenina en la Iglesia», dice también, «las mujeres llevan a cabo el trabajo diario en la Iglesia y eso se debe reflejar también en los cargos».
Además de ser la secretaria general de la CDU, Kramp-Karrenbauer es miembro del Comité Central de los Católicos Alemanes, una organización laica de la Iglesia que apoya a la mayoritariamente progresista Conferencia Episcopal alemana.
La semana pasada una delegación de obispos alemanes ha acudido a Roma para estudiar con el Papa Francisco la posibilidad de dar la Comunión a los cónyuges no católicos de fieles casados, un caso estadísticamente muy frecuente en Alemania, donde se dan muchos matrimonios mixtos de evangélicos y católicos. El Papa les ha respondido que una medida de ese tipo requeriría al menos una solicitud unánime de todos los obispos alemanes y no es el caso. Las entrevistas publicadas por Die Zeit se sumarán sin duda a esa polémica, que ya prometía salpimentar el Congreso Católico de cinco días que está a punto de celebrase en la ciudad alemana de Münster.
El ministro de Sanidad, representante del ala más conservadora de la CDU y uno de los mayores críticos internos de la canciller Merkel, está casado desde el pasado mes de diciembre con su pareja, Daniel Funke, periodista y director de la revista de farándula "Bunte", una de las más conocidas de Alemania.
|