¿Qué está sucediendo entre Israel, Irán y Siria?
Un conflicto en ciernes entre Israel e Irán escaló esta semana después de que aviones de caza israelíes atacaran blancos del régimen iraní en la vecina Siria. Los ataques fueron lanzados luego de que el ejército de Israel acusara a Irán de lanzar cohetes contra sus tropas en los Altos del Golán.
Este ha sido, según los isrealíes, el primer ataque iraní directo con cohetes contra sus blancos. La mañana del jueves 10 de mayo, la Fuerza Aérea de Israel destrozó “casi toda” la infraestructura militar de Irán en Siria, de acuerdo con el ministro de Defensa Avigdor Lieberman.
¿Por qué Irán está en Siria?
El régimen de Irán es uno de los principales promotores del presidente sirio Bashar al Asad. Intervino por primera vez en el conflicto sirio para ayudar al gobierno de Asad en contra de los rebeldes y ha colaborado con el régimen sirio en contra del Estado Islámico.
Irán se ha aprovechado del caos del conflicto sirio para establecer en ese territorio una infraestructura militar considerable. Ha construido y entrenado a milicias chiitas compuestas por miles de combatientes y ha enviado a asesores de su poderosa Guardia Revolucionaria a bases militares sirias.
Pese a que los rebeldes sirios han perdido terreno y ya no representan una amenaza tan concreta al mandato de Asad, Irán y sus aliados siguen en Siria. Estos han fortalecido también sus vínculos con aliados chiitas en Irak y con el grupo chiita libanés Hezbolá, con la aparente expectativa de construir un frente unido en caso de una guerra en la zona.
“Gracias a la intervención militar rusa, Asad está en terreno seguro, aunque sigue habiendo zonas insurgentes. Entonces la República Islámica puede darse el lujo de invertir menos contra los rebeldes y de enfocarse en Israel”, dijo Amir Toumaj, analista de investigación de la Fundación por la Defensa de las Democracias, grupo que tiene un enfoque duro hacia Irán.
La estrategia iraní, de acuerdo con el analista, es “volver a Siria un frente viable, como ya es el sur de Líbano, para propósitos tanto ofensivos como defensivos en caso de que surja una nueva gran guerra entre Hezbolá e Israel”.
¿Cómo ha respondido Israel?
Ha lanzado decenas de ataques aéreos en Siria con el argumento de que intenta prevenir el movimiento de armas avanzadas de Irán a Hezbolá, de acuerdo con Natan Sachs, director del Centro para Política de Medio Oriente del Instituto Brookings.
El gobierno israelí no tiende a confirmar que realizó ataques individuales, mientras que el gobierno sirio y Hezbolá no siempre reconocen que fueron atacados. Sin embargo, en agosto, el general mayor Amir Eshel, entonces comandante de la Fuerza Aérea Israelí, dijo que Israel había lanzado cerca de cien ataques contra convoys desde 2012. No obstante, a diferencia de otros actores en Siria, Sachs dijo que Israel no ha realizado estos ataques para incidir en el resultado del conflicto.
“No le tiene cariño alguno a Asad, pero teme el caos que podría resultar de su caída”, dijo el especialista. “Ahora, con la victoria del lado de Asad junto con Irán, Irán puede conseguir una presencia militar a largo plazo en Siria para atrincherarse en el país y vincularlo más directamente con Líbano. Eso es algo que Israel no va a aceptar; ahora teme la tendencia actual en Siria con una mayor presencia iraní, y es por eso que tiene un impulso de frenar esas cuestiones ahora, antes de que Irán se establezca más”.
¿Qué injerencia ha tenido el reciente anuncio de Trump?
El conflicto israelí-iraní creció días después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunciara el retiro de Estados unidos del acuerdo nuclear con Teherán, pactado en 2015 entre varias naciones. Israel ha criticado ese acuerdo desde antes de que fuera establecido y Trump hizo campaña con la promesa de salirse.
La preocupación es que esa batalla que Irán e Israel han librado de manera indirecta desde hace años pase a ser directa.
“Ya no es guerra vía terceros. Es directa y eso es lo que la vuelve particularmente peligrosa”, dijo Martin Indyk, exembajador estadounidense en Israel. “Israel e Irán llevan unos veinte años en guerra fría, pero ahora esta salió de entre las sombras: es un enfrentamiento directo y en movimiento entre las fuerzas, con cada vez más muertos iraníes. El potencial para que eso escale es mucho mayor que antes”.
Indyk opinó que es posible que el anuncio de Trump no haya ayudado, pero que el conflicto ya estaba cerca del punto de ebullición desde antes. A principios de este año, por ejemplo, Irán movilizó a las milicias chiitas hacia los Altos del Golán y desplazó a cohetes y herramientas para producir más cohetes hacia Siria, con el fin de suministrarlos más fácilmente a Hezbolá. Irán también instaló sistemas de defensa antiaérea que alcanzan a Israel.
¿Y ahora?
Sachs dijo que seguramente continuarán los embates entre Israel e Irán en territorio sirio.
“Este ir y venir del ataque iraní contra sitios israelíes en el Golán y una respuesta abarcadora de Israel contra varios blancos iraníes en Siria no fue cuestión de una sola vez, o de que prevaleciera un deseo incendiario”, dijo el especialista. “Esto es parte de un conflicto estructural entre Israel e Irán en Siria”.
Añadió que ambos bandos seguirán “poniendo a prueba los límites del otro”. Sachs indicó que los límites estrictos que quiere imponer Israel quedaron claros con el ataque y que “Irán ahora sentirá que debe responder. No es probable que ceda respecto a sus metas en Siria después de haberle dedicado tantos esfuerzos al conflicto civil allí. Es posible incluso que intenten involucrar a Hezbolá de Líbano en algún momento. E Israel definitivamente no se va a echar para atrás en cuanto a detener una incursión iraní”.
Indyk, el exembajador, dijo que las tensiones son como “un auto que solo tiene acelerador y no frenos”. Ante la pregunta de a dónde se dirige el conflicto, dijo: “Hacia algo malo”.