Las diez cosas que no debes decir nunca a tu amigo gay Cuando dices que eres gay y presentas a tu pareja, casi instantáneamente la pregunta que va a la mente de las personas es: “¿ Quién hace de mujer o de hombre?”. Claro, no te lo dicen directamente porque existe algo llamado ‘respeto a la intimidad’ que felizmente muchas personas tienen en cuenta, pero el cuestionamiento es latente, sobre todo si la pregunta es de un heterosexual que no entiende muy bien cómo va la cosa.
¿Quién hace de mujer en la pareja homosexual?
Gabriel J. Martín
En las parejas gays, ¿quién hace de mujer y quién de hombre? O, diciéndolo de otra forma, ¿quién es cuchillo y quién tenedor? Sorpréndete: la mitad de la población homosexual es versátil, es decir, practican los dos roles.
Se le atribuyen a Ellen DeGeneres la analogía según la cual “preguntar a una pareja gay quién hace de mujer es como preguntar a unos palillos chinos quién hace de tenedor”. Cuando se nos mira a los homosexuales a través de los ojos de la heterosexualidad, se dan este tipo de errores. Para los curiosos y para que mi comunidad se conozca mejor a sí misma, escribimos este artículo.
En estudios de 1987, ya se hablaba de tres modelos de parejas gays: el modelo griego, el latino y el igualitario. El primero se refería a parejas donde existía una notable diferencia de edad entre los novios mientras que el segundo hacía referencia a una pareja donde los miembros asumían roles de género diferentes. En efecto, era muy característico de nuestra cultura que hubiera parejas homosexuales donde uno de ellos tenía un rol más masculino y, el otro, más femenino y ello sucedía tanto en parejas de gais como de lesbianas. Sin embargo, y también ya desde ese texto de 1988, se precisaba que la tendencia mayoritaria (y en crecimiento) era la del modelo igualitario donde no existían este tipo de diferencias de rol de género entre los miembros de una pareja. Y ahí es donde nos encontramos en el presente: en que, en la mayoría de parejas gais, los dos somos palillo. Pero, ¿qué es esto de ser palillo?
Muchos siguen pensando en el rol anal como ejemplo de rol de género, donde el pasivo representa el aspecto femenino/receptivo de la relación mientras que el activo representaría el aspecto masculino/expansivo. ¿Tenedor y cuchillo? Pues tampoco. Primero porque el rol anal no implica ni masculinidad ni feminidad y, segundo, porque los gais, en general somos también palillo a la hora de follar. Vamos intercambiando y, ahora tú haces de tenedor, ahora tú haces de cuchillo (lo que viene siendo un polvo “flip-flop” de toda la vida). Tenemos cientos de estudios sobre el rol sexual y sabemos muy bien que, si algo somos los gays, es versátiles. Antes de seguir, dos aclaraciones. La primera: el rol anal está muy estudiado no por curiosidad morbosa sino porque es un factor importante en la transmisión de ITS. La segunda es para heterosexuales que no conozcan nuestro argot: pasivo es el penetrado, activo es el que penetra y versátil es el que mejor se lo pasa si está en el centro de un trenecito. Esos estudios a los que antes aludía* nos demuestran que la mitad de los gais son totalmente versátiles y que si no follan y son follados en el mismo encuentro, como que se quedan a medias. Hay un tercio de gais que son “versátiles más activos” o “versátiles más pasivos” terminología que viene a traducirse en que, aunque estos hombres tienen preferencia por penetrar o ser penetrados, también les divierte asumir el otro rol.
Por último, hay un 17% que se viene situando en ambos extremos de la distribución y son o bien exclusivamente activos o bien exclusivamente pasivos. Así que ya sabes: de cada diez gais que conozcas, habrá un tenedor, un cuchillo y ocho palillos chinos. Aunque, como dice mi amigo Ángel: “a mí lo del cubierto no me importa, yo lo que quiero es que me (la) coman bien y punto”.
Las diez cosas que no debes decir nunca a tu amigo gay Puede que por desconocimiento hayas preguntado a tu amigo gay alguna cosa con la que seguro ha alucinado y que incluso, puede haberle ofendido. Por eso, antes de hacerle una cuestión que pueda hacerle daño, documéntate. Aunque en la mayoría de los casos se trata de tener sentido común, internet pueden sacarte de dudas. Entendemos que tengas confianza con tu amigo y que por eso prefieras acudir directamente a la fuente, pero dependiendo de qué cuestiones realices y de cómo las digas, puedes llegar a molestarle. Ten en cuenta que los comentarios y juicios de valor también son otro punto con el que debes ser cauteloso para no incomodar a tu amigo. Repasamos las diez cosas que no debes decirle nunca.
No pareces gay ¿Y qué es parecer gay? Decir que alguien ”no parece gay” puede tener un significado que guarda relación con estereotipos rancios. Con frases como esta, en el fondo, estás poniendo de relieve la idea de que todos los chicos homosexuales tienen pluma. Cada gay es un mundo, no todos son amanerados y ninguno tiene que parecer nada en concreto. Recuerda que también hay heterosexuales con pluma que no son gays, así que mejor cambiar el chip y dejar a un lado los tópicos.
¿Quién hace de chica y quién de chico? En una pareja de chicos homosexuales ninguno hace de mujer porque los dos son hombres. Este es el principal motivo por el que no debes hacer esta pregunta a tu amigo gay acerca de su relación. En una pareja formada por dos personas del sexo masculino, ninguna de las dos tiene la obligación de desempeñar un papel femenino como si tuviesen que imitar un modelo heterosexual. En las relaciones sexuales ocurre lo mismo: dos hombres teniendo sexo entre sí son eso, dos hombres.
Claro, como los gays ligáis más… ¿Estás seguro de eso? Afirmar que los chicos gays ligan más que los heterosexuales sin apoyarte en estudios formales es aventurarte demasiado. ¿En qué te basas para pensar que esto es así? Al contrario de lo que puedas creer, decir algo así no es ningún halago. Una frase como esa puede tener implícito un trasfondo muy poco generoso con los hombres homosexuales.
Pero si no has probado nunca con una chica, ¿cómo sabes que no te gustan? Esta pregunta tiene un efecto boomerang, ya que a quien la realiza se le puede hacer a la inversa: ”¿y tú cómo sabes que no te gustan los chicos si nunca has tenido relaciones con uno?”. Los hombres homosexuales no necesitan acostarse con una mujer para saber que no se sienten sexualmente atraídos por el género femenino. Además, piensa la de veces que le habrán hecho esta pregunta a tu amigo y lo harto que tiene que estar de ello.
¿No es raro que te metan algo por ahí detrás? ¿De verdad eres su amigo? Pues ni se te ocurra hacerle una pregunta tan cavernícola. Para empezar, el sexo anal no es algo exclusivamente de los homosexuales, ya que también se da en parejas heterosexuales como alternativa al sexo vaginal. Puede que incluso tú lo hayas practicado con alguna chica. ¿Por qué para tu amigo la penetración anal va a ser algo raro pero no consideras que lo fuese para aquella novia que tuviste?
¿Y no te gustan las chicas ni siquiera un poquito? Si le gustasen también las chicas, seguramente tu amigo te lo hubiese dicho. Hay confianza. Además, en el que caso de que se sintiese sexualmente atraído por hombres y mujeres, sería bisexual y no gay. No le preguntes de forma insistente si las chicas no le gustan ”ni siquiera un poquito” como si necesariamente tuviese que ser así por su bien. Ni mucho ni poco, tu amigo gay no se siente atraído sexualmente por las mujeres y no es nada malo.
Es que los gays son muy promiscuos Esta es una de las frases que más escuchan los hombres gays referida a ellos y que poco tiene que ver con la realidad. Los homosexuales no son ni más ni menos promiscuos que los chicos heterosexuales. Decirle a tu amigo que los gays son muy promiscuos puede hacerle daño por la doble lectura que la frase puede tener, ya que en ocasiones se ha utilizado como ataque al colectivo homosexual. Tener relaciones sexuales con varias personas es algo que también hacen los heterosexuales y no por ellos se les etiqueta de esta forma.
¿Cuándo te volviste gay? Tu amigo no es un Pokémon, así que puede que no es que se haya transformado y se haya ”vuelto gay”, sino que seguramente descubriese durante su adolescencia o en su juventud cuál era su orientación sexual. Es verdad que algunas personas se dan cuenta en un momento diferente de su vida, o que su atracción sexual hacia un género u otro (o incluso hacia ambos) puede variar incluso habiendo pasado la adolescencia. Sin embargo, es mejor cambiar la pregunta ”¿Cuándo te volviste gay?” por otra del tipo ”¿En qué momento te diste cuenta de que te atraían los chicos?”. Quedará mucho mejor.
Eh, no te preocupes, que yo te respeto Decir esta frase sin venir a cuento, por muy buena intención que tengas, puede sonar condescendiente y transmitir cierto aire de superioridad. Tu amigo gay no necesita que le digas que le respetas, simplemente se conforma con que lo hagas y lo demuestres con tus actos. El respeto es algo que hay que tener hacia todo el mundo independientemente de su orientación sexual, así que seguro que tu amigo da por hecho de también se lo tienes a él. ¿Imaginas que él te dijese ”eh, que yo te respeto” por el simple hecho de que tú eres heterosexual?
Te voy a presentar a un amigo gay Está bien la intención, pero no es necesario que le presentes ningún amigo gay solamente por el hecho de que ambos comparten la misma orientación sexual. Hoy en día hay un montón de aplicaciones móviles a través de las cuales los chicos gays pueden conocer a otros con los que compartir sexo, amor, amistad o lo que surja. Piénsalo, tú también te sentirías extraño si alguien te dijera ”te voy a presentar a una persona heterosexual” como si fueses una especie exótica a la que hubiese que juntar con otra igual.
Después de repasar estas diez frases, te habrás dado cuenta de que lo mejor es la naturalidad. Tu amigo gay no es diferente a ti por tener otra orientación sexual. Simplemente trátale como a uno más. Lo que realmente él agradecerá es eso, además de que le respetes y apoyes en la defensa y reivindicación de sus derechos.
Nota:
Top - Activo: es el que ‘da’, es decir, el que penetra, mete, arremete. ¿Necesitamos más sinónimos?
Bottom - Pasivo: el que ‘recibe’, o sea, el que es penetrado.
Versatile- Versátiles: es aquel que tanto recibe como da. Se sienten cómodos en ambos roles sexuales y en general, alternan dependiendo de la pareja con la que estén o en la situación en la que se encuentren. No vamos a decir que son los más felices, pero sospechamos que se la pasan mejor, son los más modernos. Solo es una sospecha.
Gabriel J. Martín & F. Javier Patiño
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