ORGANIZANDO EL ORGULLO HETERO
En las pancartas se leería: "¡Mi matrimonio ha sido legal toda la historia!", "¡Nadie me ha agredido nunca por mi orientación sexual!" No pasa ni una edición del Orgullo LGTB sin que broten los comentarios de los heteros más ruidosos de siempre, como un cometa que aparece dando vueltas cada cierto tiempo reclamando lo que es suyo.
Orgullo Gay en la ciudad de Nueva York, 1970
Orgullo Hetero. ¿Vosotros también queréis una fiesta? ¡Aquí la tenéis! Paula Cantó - El Confidencial “Que se haga ya el Día del Orgullo Hetero, que somos mayoría”. “Yo me siento orgulloso de ser heterosexual”. “¿Para cuándo una fiesta del Orgullo Hetero?” Y así podríamos seguir hasta la saciedad un año más. No pasa ni una edición del Orgullo LGTB sin que broten los comentarios de los heteros más ruidosos de siempre, como un cometa que aparece dando vueltas cada cierto tiempo reclamando lo que es suyo. ¡Queremos un Orgullo Hetero! Claro que sí, hombre, ¿por qué no? Acércate y aprende cómo organizarlo tres sencillos pasos.
Lo primero a tener en cuenta es que los días de fiesta del Orgullo LGTB descansan en una reivindicación histórica. El Orgullo nació como respuesta a una necesidad palpitante del derecho a existir sin persecuciones, sin ser blanco de la violencia y con los mismos derechos que las personas heterosexuales, no como una simple verbena para celebrar que hay mujeres que comen coños. De hecho, si se celebra siempre en junio es por algo, no porque nos apetezca montar orgías en piscinas hinchables llenas de vodka.
Haciendo un poco de repaso, este 2018 se cumple el cuarenta aniversario de la eliminación de la homosexualidad y transexualidad como delitos, medida aprobada por el Gobierno de Adolfo Suárez. Querer a alguien de tu mismo género estaba castigado por ley. Lo preocupante es que ya no hablamos de algo atrás en el tiempo: a fecha de hoy, mientras en Madrid celebramos el Orgullo LGTB, hay 72 países donde es ilegal ser homosexual y en ocho de ellos se castiga con la pena de muerte. No puedes casarte con tu pareja de tu mismo género y no puedes adoptar. Ahora mismo hay campos de concentración en Chechenia con personas homosexuales.
Hace unos días, un hombre agredía a una pareja de mujeres por darse un beso en la calle. Les golpeó en la cara, escupió e insultó y trató de justificar su acción ante la Policía con un “dos mujeres no se pueden besar en la calle”. Esto ocurrió en Valencia, por cierto. En la misma ciudad, otros dos chicos jóvenes fueron víctimas de la homofobia al besarse en público, cuando una mujer les gritó “Maricones de mierda” y “Arderéis en el infierno”. En Madrid, a una chica trans le dieron de puñetazos en pleno centro de la ciudad este mismo mes. Y así podría seguir, pero quiero pensar que la idea ha quedado clara.
Organizando el Orgullo Hetero Pero entremos en materia. ¿Cuál sería entonces el día del Orgullo (cis) Hetero? Os doy alguna pista. Que el 28 de junio las calles se tiñan de banderas arcoiris tiene su origen en los disturbios de Stonewall de 1969. Por entonces, la homosexualidad solo había sido despenalizada en el estado de Illinois y la comunidad LGTB sufría una discriminación similar a la de la comunidad negra. El 28 de junio de ese año, la Policía decidió hacer una redada en un bar del barrio de Greenwich Village, en Nueva York, cuya clientela era mayoritariamente no heterosexual. Muchos terminaron siendo detenidos y llevados a prisión y ese mismo día comenzaron las primeras protestas y manifestaciones.
Aquí nos encontramos con un pequeño problema a la hora de celebrar nuestro Orgullo Hetero, y es que ninguna persona heterosexual ha sido nunca reprimida por la autoridad y encarcelada por su orientación sexual. “El día que ese gay me miró” supongo que será la fecha elegida en el cónclave de heteros.
Pero sigamos, que todavía tenemos cosas que organizar. Ahora, visto por lo que nos manifestamos los LGTB, toca rellenar el apartado de las reivindicaciones. ¿Qué es lo que quieres reivindicar tú, amigo hetero? ¿Qué clase de discriminación has sufrido a lo largo de la historia por tu orientación sexual? Tiene que ser complicado encontrar algo que poner en las pancartas. Me encantaría ver un desfile del Orgullo Hetero con sus manifestantes levantando carteles ferozmente reivindicativos: “¡Mi matrimonio ha sido legal toda la historia!”, “¡Nadie me ha agredido nunca por mi orientación sexual!”, “¡En todas las películas todos los personajes son heterosexuales!”, “¡Estoy harto de que no me discriminen!”, gritarían muy enfadados y muy confusos a la vez.
El colectivo LGTB es un colectivo históricamente oprimido, desde la discriminación laboral o social hasta el asesinato y que, a pesar de todo, está orgulloso de ser como es, ha luchado por sus derechos y sigue -seguimos- haciéndolo para terminar con la discriminación que todavía apesta a rancio. Si, finalmente, alguien siente en su interior que necesita lanzarse a organizar su orgulloso Orgullo Hetero, que recuerde un último apunte: el año pasado, el Orgullo LGTB que se celebró en Madrid dejó 300 millones de euros de beneficio para la ciudad. Que no se os olvide que luego salgan las cuentas.
PAULA CANTÓ, 2018
NUEVA YORK LA CAPITAL DEL MUNDO, MANHATTAN LA GRAN MANZANA (BIG APPLE)
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