Casos de abuso sexual contra menores migrantes en EE. UU.
Dos trabajadores encargados de cuidar a menores en los refugios de Arizona han sido acusados de abusar sexualmente de adolescentes migrantes, según los registros de un tribunal. Se trata de las demandas más recientes por abuso en los refugios contratados por el gobierno de Donald Trump, los cuales tienen un papel crucial en las severas medidas migratorias implementadas en contra de la inmigración.
Según las autoridades, el 31 de julio, la policía de Phoenix arrestó a Fernando Magaz Negrete, de 32 años, por el delito de abuso sexual y tocamiento de menores, luego de que se le vio besando y acariciando a una niña de 14 años en junio. Su detención ocurrió un día después de que los fiscales federales detallaron un caso en contra de otro trabajador de esos centros, Levian D. Pacheco, de 25 años, quien es VIH positivo y está acusado de toquetear a seis adolescentes varones y practicarles sexo oral a dos más en un centro de detención desde finales de agosto de 2016 hasta julio de 2017.
Aunque ambos hombres trabajaban en instalaciones diferentes, esos centros son operados por Southwest Key Programs, una organización texana sin fines de lucro que ha recibido al menos 955 millones de dólares en contratos federales desde 2015 para proveer refugios y otros servicios a niños migrantes en custodia federal. Esa organización es una de las más grandes operadoras en la hermética industria multimillonaria encargada de albergar, transportar y vigilar a los niños migrantes en custodia federal en la frontera sur de Estados Unidos.
Las políticas migratorias de Trump —incluyendo la ahora extinta política de separación de familias— han proporcionado beneficios financieros a contratistas como Southwest Key Programs. Además, estos han estado bajo una supervisión cada vez más puntual por su trato a los inmigrantes, provocando que el 31 de julio un funcionario gubernamental de alto rango defendiera los centros de detención para familias afirmando que son “más parecidos a un campamento de verano”.
Pero en el caso formulado contra Pacheco, un fiscal federal en Arizona ofreció una descripción muy distinta del centro para migrantes adolescentes en el que trabajaba: “es un entorno carcelario”.
En enero, el fiscal le dijo al juez federal que los trabajadores vigilaban a los niños en sus habitaciones dentro de las instalaciones de Casa Kokopelli, una sede de Southwest Key en Mesa, Arizona, aproximadamente cada quince minutos.
“Se dice que durante esas revisiones y, en otros momentos, el acusado entraba y tocaba a estos niños”, afirmó Robert I. Brooks, asistente del fiscal de Estados Unidos, en una audiencia, según documentos del tribunal.
Funcionarios del departamento de policía de Mesa recibieron las primeras acusaciones en contra de Pacheco el 24 de julio del año pasado, según los registros del tribunal federal. Tres menores, todos de 17 años, le contaron a la policía historias similares sobre su interacción con él.
Un menor guatemalteco afirmó que ese mes Pacheco entró en su baño una mañana muy temprano y lo toqueteó mientras se lavaba las manos. Otro aseguró que el hombre lo acarició mientras se encontraba en su cama por la noche. Un tercero señaló que le agarró la entrepierna mientras limpiaba su habitación.
Pacheco fue imputado en agosto de 2017 y las autoridades lo arrestaron ese mismo mes en Miami, después de que regresó en un vuelo de Cuba, su país natal. A Pacheco se le otorgó el estatus de residente permanente en Estados Unidos luego de escapar de Cuba, según la autoridad federal.
En el transcurso del año pasado, el caso fue transferido a investigadores federales del Departamento de Salud y Servicios Sociales, y han surgido otras demandas. De acuerdo con documentos del tribunal, ahora Pacheco está acusado de abusar sexualmente de ocho menores cuyas edades oscilan entre los 15 y los 17 años.
“Todos estos niños son especialmente vulnerables. Son niños. Son menores”, dijo Brooks. “Están en Estados Unidos sin un estatus. No conocen la cultura ni las costumbres y desconocen su futuro”.
Pacheco, quien fue contratado el 23 de marzo de 2016, no entregó sus huellas digitales al Departamento de Seguridad Pública para que se le practicara una revisión de antecedentes sino hasta el 12 de septiembre de ese mismo año, según una agencia oficial, a pesar de que se le envió una misiva solicitándolas. Al final del mes aprobó la revisión de antecedentes y los registros del tribunal manifiestan que Pacheco no tenía antecedentes penales anteriores a su arresto en agosto de 2017.
En el caso en contra de Negrete, las autoridades afirman que una niña fue testigo de que él besó a su compañera de habitación, una menor de 14 años, en el centro Casa Campbell de Southwest Key en Phoenix. Otro testigo declaró a la policía que el hombre besó a la niña y le tocó el pecho y la vagina en un encuentro diferente.
La policía de Phoenix supo de las acusaciones en contra de Negrete por primera vez el 25 de julio, aproximadamente un mes después de la visita de la primera dama, Melania Trump, a ese mismo centro durante un recorrido por las instalaciones en Arizona. Fue arrestado el 31 de julio y se encuentra detenido en la cárcel del condado de Maricopa.
Un portavoz de Southwest Key Programs afirmó que Negrete fue despedido y que los trabajadores de la organización reportaron de inmediato las acusaciones por abuso o negligencia a las autoridades.