EDUCACIÓN SEXUAL
LO QUE TODOS DEBEMOS Y QUEREMOS SABER
Todo@s tenemos algún amigo, hermano, primo o incluso hijo gay. Y aunque, tristemente, aún hay países o zonas del mundo donde la homosexualidad no esta ampliamente aceptada ni es respetada, vamos avanzando paso a paso, hoy en día, cada vez somos más personas las que entendemos que el amor no debe ni tiene que tener barreras y que es tan normal que dos chicos se quieran como que lo haga un hombre y una mujer o dos mujeres.
¡QUE VIVA EL AMOR!
NO ME HACÍA SEXO ORAL, POR ESO LO DEJE
Personas nos cuentan por qué terminaron con sus exparejas
Por Diego Urdaneta | Vice
Quizás no hay nada más complicado en la Tierra que dos seres humanos teniendo una relación sentimental estable en la que no terminen odiándose o borrándose de redes sociales. Lograr una relación larga, duradera y segura cada vez se vuelve más difícil en estos tiempos de Instagram Stories, Tinder y mensajes directos. En serio, nunca había sido tan absurdamente fácil ligar a la chica o chico que siempre pensaste que estaba fuera de tu alcance. Hoy en día, estás a un mensaje directo o like de distancia. Mis relaciones han sido tormentosas, y cada vez que me han tronado, termina siendo una batalla de quién tuvo o no la razón. Es un eterno retorno, siempre me pasa lo mismo. Nietzsche estaría orgulloso.
Si tenemos suerte y nuestras exparejas no son culeras —terminándonos por whatsapp y bloqueándonos al instante—, nos dirán sus razones luego de un mar de lágrimas. Hay algo que quiero decir y necesito que lo entiendan. Ya sé que se van a enojar, pero siempre hay alguien más, siempre. Lamento decirles esto, queridos, pero es casi imposible pensar que tu ex te va a tronar, y no va a automáticamente a cogerse a alguien. Seguro se va a coger a personas que suben selfies con mensajes de superación. De verdad, la gente siempre termina cogiendo con ese tipo de personas y no sé por qué. ¿Hay algo que estoy haciendo mal? ¿Tengo que subir selfies con mensajes de este tipo? Avísenme.
No le iba a escribir a mi ex para preguntarle por qué me cortó. Nunca he tronado a alguien. Siempre me mandan a mí a volar. Pero sí encontré a cinco personas valientes dispuestas a contar por qué cortaron a sus exparejas.
Pepe, ex pareja: Sylvia
Cortamos por muchas razones que, viendo en retrospectiva, tenían mucho sentido. Empezamos a salir a los diecisiete años, estábamos súper jóvenes y obviamente fuimos cambiando mucho. Tres años después, cada quien empezó a pensar en las cosas que quería hacer más a futuro y nos fuimos alejando. Yo empecé a trabajar. Eso ocupaba casi todo mi tiempo y dejamos de vernos cada vez más. Me aburría un poco cuando salíamos, porque me di cuenta que tenía ganas de otras cosas y de estar con otras personas. Pasó lo inevitable; empecé a salir con otra chica y bueno, ella también —aunque cada uno lo hizo de formas muy distintas—. Después pasó lo de siempre: me enteré de que estaba con otra persona, me emputé, y le dije cosas horribles. Un par de días después de eso la volví a ver y le dije que habían sido tres años increíbles y que era una pendejada acabarlo así. Cada quién siguió su camino. No la amo en secreto, ni ella a mí.
Fabiana, ex pareja: Santiago
Nuestra relación fue muy relajada hasta que comenzó a desconfiar de mí por un mensaje que me mandó mi ex novia. Desde eso se volvió un poco psicótica al punto donde saludaba a mi ex y enseguida empezaba una pelea. Finalmente decidí terminar la relación porque honestamente no sentía que ambos tuviésemos algún tipo de cariño por el otro y la relación ya estaba muy tóxica. Así seguimos durante varios meses hasta que en una de nuestras peleas me lanzó un vaso en la cara, además de que me humilló con sus amigas cada vez que pudo.
Vanessa, ex pareja: Andrés
Decidí terminar nuestra relación debido a la fobia tan absurda que mi ex le tenía al compromiso. Cada vez que le mencionaba la palabra matrimonio entraba en pánico, y siempre pedía cambiar el tema. En los dos años que duramos juntos nunca quiso conocer ni a mis amigos ni a mis padres. De hecho, el día que intenté llevarlo de sorpresa a mi casa armó un berrinche cuando se dio cuenta, y me dejó varada en plena calle.
Israel, ex pareja: Arturo
Bueno, no fuimos precisamente novios. Éramos amantes. Él tenía su novio que lo dejaba en mi casa para que "viera películas conmigo". Creo que en año y medio que duramos en eso sólo vimos tres películas porque lo que hacíamos era follar.
En medio de toda esa locura se formó una relación bastante extraña: me quedé a dormir en su casa varias veces a la semana, tenía mi cepillo de dientes y ropa interior ahí. Obviamente fue un pedo porque teníamos dramas, nos dejábamos de hablar por épocas, pero trabajábamos juntos y nos volvíamos a enredar. Lo que sí hubo fue sinceridad porque siempre se dejó claro que no iba a dejar a mi güey; que no tenía sentido empezar una relación que iba a estar cimentada en los cuernos, y los dos estuvimos de acuerdo en eso. Así que un día se nos rompió la cuerda y dejamos de vernos. Yo me fui a vivir con mi novio a otro país y él se fue a México. Hubiese sido bueno vernos una vez más, pero ya todo estaba tornándose muy doloroso.
Daniela, ex pareja: Rodrigo
En realidad no hay algo que haya hecho mal. Fue mi primera pareja y por obvias razones la más importante, pero éramos muy jóvenes. Mis planes cambiaron, me fui a vivir a otro continente. Era mi momento de explorar otros sabores y colores. La distancia fue el pretexto perfecto pero la verdad es que me faltaba experimentar, y con "experimentar" me refiero a que me quería coger a otras personas sin lastimar a nadie. Pero eso es casi imposible. Nunca dejé de quererlo, incluso ahora. Con él aprendí muchas cosas que nunca volverán a pasarme y definitivamente hasta ahora no encuentro ningún motivo por el que hubiera cortado si las circunstancias hubiesen sido diferentes. No cambiaría nada de lo que pasó entre nosotros porque eso es parte de las hermosas personas que somos ahora.
Claudia, ex pareja: Armando
El sexo es una parte importantísima para mí en las relaciones. Si no podemos coger muy bien, o al menos decentemente, en algún momento terminaré acabando la relación o acostándome con otra persona. Mi ex no era muy bueno en la cama, pero si le preguntas a él te dirá que es un "animal". Solo se preocupaba por su placer, por terminar él, y sentir que me estaba dando una lección sexual. Casi nunca me dio sexo oral, y ya luego que conocí a hombres que sí lo hacían y bastante bien; me di cuenta de que me estaba perdiendo de lo que más me gusta en el sexo. Así que, cada vez que me toca hablar de mi primer novio, digo lo mismo: Lo terminé porque no me hacía sexo oral.
Preservativo para el sexo oral
El sexo oral es más seguro si se utiliza preservativo, los preservativos no sirven solo para la penetración, sino que también el sexo oral es seguro si se utilizan condones específicos.
El sexo oral como toda práctica sexual, también tiene sus riesgos, por lo tanto el uso de un preservativo adecuado para ella será necesario en caso de que creas que puedes existir contagio de algún tipo.
Hay un tipo de condón especial para la práctica oral que no tiene lubricante y además existe una gran variedad de sabores para hacerlo más atractivo. Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) se pueden contagiar tanto por sexo oral, anal o vaginal, así que, si tienes dudas sobre si tu pareja tiene alguna, usa preservativo.
La principal enfermedad que se transmite por esta vía es el virus del papiloma humano (VPH). Visualmente, en el hombre, se manifiesta como unas verrugas que, si la mujer entra en contacto con su boca en la práctica oral sin usar condón hay una alta probabilidad de contagio.
Esta enfermedad, el virus del papiloma humano, se traslada al cuello del útero de la mujer y, si no es tratada convenientemente, puede derivar en un cáncer. Otras ETS que pueden contagiarse si no se tiene la debida protección son el VIH, gonorrea, sífilis o incluso un herpes.
El preservativo ha de usarse de principio a fin ya que la enfermedad puede ser transmitida a través del líquido preseminal, el semen o por la sangre que pueda salir de alguna herida que tenga nuestra pareja. En el caso de que sea el hombre el que practica sexo oral con su pareja, el contagio irá a través de los fluidos vaginales.
Existen preservativos específicos para el sexo oral El sexo oral es una práctica que puede tener riesgos y, por ello, es necesario protegerse utilizando un condón. Para que sea algo placentero para el hombre, suelen ser más finos que los empleados para la penetración, además, para que sea agradable para la mujer, no tienen lubricante y hay una gran oferta de sabores para que pueda escoger el que más le gusta.
Lo idóneo será que te acerques a una farmacia o a un sex shop, veas la variedad que existe y elijas. Además podrán aconsejaros tanto a ti, como a tu pareja de cuál es el que más os conviene o cuál es aquel que tiene más éxito.
No debe verse el uso del condón para el sexo oral como algo que puede enfriar el momento o que haga que el hombre disfrute menos, hay que saber utilizarlo. Obviamente la principal función es la protección, pero puedes jugar con él.
En primer lugar puedes ir insinuándote mientras se lo colocas, no tienes que ir directamente al grano, eso sí que haría al momento frío. Juega con su colocación y luego ya, cuando llegue el momento, haz que tu pareja disfrute del sexo oral.
Consejos para practicar sexo
Lo principal es que ambos miembros de la pareja queráis llevarlo a cabo. Es posible que a alguno le pueda dar pudor o asco, así que una conversación a tiempo para aclararlo será perfecta para saber si dais el paso o no.
Cuida tu higiene. Es algo obvio, pero si encima vas a practicar sexo oral, tendrás que tener más cuidado. Se trata de una práctica íntima con tu pareja, así que, en caso de que no tengas la higiene adecuada, en cierta manera, puede considerarse un poco falta de respeto hacia la otra persona.
Pareja apasionada
Si tienes dudas sobre la otra persona u observas alguna herida en el pene que pueda ser sospechosa, mejor no lo hagas, a no ser que utilices protección ya que existe un alto riesgo de contagio. Lo primero es tu seguridad antes que el placer de la otra persona.
La eyaculación en tu boca no es una obligación. Hacer sexo oral a una persona no implica que quieras tragarte su semen, son cosas totalmente independientes y debes ser tú la que decida si quieres hacerlo o no. Tu pareja tendrá que aceptarlo ya que es una decisión tuya.
Controla el ritmo. Éste ha de ir acompasado al grado de excitación del momento. No sirve de nada que vayas muy rápido o muy lento si la otra persona no es lo que necesita. Empieza lento y vete dándole intensidad a medida que notes la reacción de tu pareja. Déjate llevar y verás que no tendrás que pensar porque te irás adaptando sin tener que pensarlo.
No te centres en usar solamente tu boca. El sexo oral combinado con tu mano, incluso con algún objeto hará que no sea algo rutinario. Vete innovando para ir sorprendiendo a tu pareja de manera que no se espere lo que le vas a hacer. Puedes usar a la vez tu boca y tu mano para estimularle, esta combinación le volverá loco.
El abc de las prácticas sexuales gayHoy en día la homosexualidad se ve como algo completamente normal en gran parte del mundo. Para ayudar a la causa, vamos a hablaros con total naturalidad algunas de las prácticas sexuales gays más comunes...
Todas tenemos algún amigo, hermano, primo o incluso hijo gay. Y aunque, tristemente, aún hay países o zonas del mundo donde la homosexualidad no esta ampliamente aceptada ni es respetada, vamos avanzando paso a paso. Hoy en día, cada vez somos más personas las que entendemos que el amor no debe ni tiene que tener barreras y que es tan normal que dos chicos se quieran como que lo haga un hombre y una mujer o dos mujeres. Las series, las películas y los medios, cada vez contribuyen más a dar visibilidad a algo tan habitual como el amor entre personas del mismo sexo y nos han dado a conocer en muchas ocasiones cuáles son las prácticas sexuales gays más habituales.
Tanto si tienes otro tipo de mentalidad y quieres aprender a ver la homosexualidad con naturalidad, como si quieres aconsejar a algún amigo o familiar gay o incluso si quieres probar nuevas prácticas... vamos a hablarte de las prácticas sexuales gays más comunes pero seguro que no te llevas mucha sorpresa porque... ¡No hay tanta diferencia respecto a las heterosexuales. Puedes empezar viendo algunas películas LGTB que son un ejemplo de tolerancia y, a continuación, pasamos a hablar de algunas de las prácticas gays más comunes.
Las relaciones sexuales gays: ¡a por las zonas erógenas!Contrariamente a las ideas preconcebidas, las prácticas homosexuales no difieren tanto de las heterosexuales. Dado que el coito no es centro de la relación, la pareja gay da más importancia a las caricias y la estimulación mutua. El excelente conocimiento del cuerpo del compañero y de sus zonas erógenas, puede permitir caricias de una dulzura y una sensualidad que no siempre es tan intensa en las parejas heterosexuales.
De hecho, la felación es uno de los preliminares estrella, es mucho más habitual en las prácticas sexuales gays que en las heterosexuales. Otro punto positivo para ellos es que al conocer su propio cuerpo, suelen saber con más facilidad qué botones tocar en su pareja para excitarle. Por ejemplo, los pezones, las axilas, los testículos o las ingles son zonas que, por lo general, se estimulan mucho más en las relaciones gays.
PenetraciónEl sexo anal es a la homosexualidad lo que el coito vaginal a las relaciones heterosexuales. Al ser el ano un conducto más estrecho y menos preparado biológicamente para la penetración que la vagina, hay que proceder a introducir el pene después de haber dilatado perfectamente la zona. Esto se consigue, principalmente, a través de la saliva o el lubricante e introduciendo uno o dos dedos progresivamente. La excitación también es un factor clave para que la zona dilate de forma natural.
Una vez dilatado el ano, la penetración se puede hacer de múltiples formas diferentes. Según el tamaño del pene se recomiendan más unas posturas u otras. Para penes pequeños es más recomendable buscar posturas donde las piernas estén más abiertas y faciliten la entrada del miembro, mientras que para penes grandes, lo más aconsejable son posiciones donde haya más contacto físico entre los dos. En cualquier caso, sea como sea el pene, hay anos que dilatan más y otros menos, por lo que lo mejor es probar qué es más placentero en cada caso.
Felación, masturbación y annilingusComo decíamos, la felación es una de las prácticas sexuales más comunes entre hombres. Las posturas en este caso, son casi infinitas (desde la clásica postura de rodillas al 69, a hacerlo tumbados o de lado), y la forma del pene determinará qué postura se adapta mejor a la cavidad de la boca para que pueda haber mayor profundidad en la felación. Para un mayor placer, se puede jugar con la respiración y las caricias en la zona del pubis, las ingles o los testículos. Sobre el glande, eso sí, hay que tener algo más de cuidado, ya que es una zona extremadamente sensible.
Al sexo oral le acompaña en muchas ocasiones la masturbación, lo que hace aumentar aún más la excitación durante la felación. Lo cierto es que la masturbación es otra de las prácticas más comunes entre los gays por razones obvias. Uno puede masturbar al otro a su lado mientras se acarician con la otra mano, enfrente mientras se besan, o mientras uno practica al otro un annilingus.
Y es que aunque haya sido un tema tabú a lo largo de los años el annilingus es uno de los preliminares más practicados. Se trata de una práctica muy placentera si se practica bien y, por supuesto, con total higiene. Además, tanto para relaciones homosexuales como heterosexuales, se trata de un estupendo dilatador de la zona anal, perfecto para antes de practicar la penetración. Por cierto, para dilatar también y para disfrutar en otros muchos niveles, algunos de los mejores juguetes sexuales seguro que ayudan y mucho.
Prácticas de riesgo en las relaciones gaysA lo largo de los años, y especialmente a raíz de la locura colectiva que desató el sida a finales del siglo XX, se ha asociado en numerosas ocasiones las prácticas gays con prácticas sexuales de riesgo. En cualquier caso, los homosexuales no tienen por qué tener más riesgo de contraer enfermedades de transmisión sexual que los heterosexuales. Es decir, hay prácticas que se asocian a los gays pero que también practican y pueden practicar heterosexuales y, por cierto, es algo que hace una minoría de personas.
Hacerlo "a pelo". Si en las relaciones heterosexuales puede suponer, además, de embarazos no deseados, la transmisión de ETS, en las relaciones gays hay mayor riesgo ya que la zona del ano puede albergar mayor número de bacterias por motivos obvios y, al haber mucha más fricción, se producen micro roturas en el durante la penetración que pueden ser la puerta de entrada de unas cuantas enfermedades. Por ello es siempre recomendable la utilización de preservativo para practicar sexo anal, a no ser que haya una total confianza en la pareja y la prueba mediante análisis de que todo esta perfectamente entre los dos.
Fisting o fist-fucking. Esto consiste en introducir gran parte de la mano o el puño en el ano del otro. Con mucha dilatación, es posible llegar a ponerla en práctica, pero no es demasiado recomendable: puede suponer numerosas lesiones de las mucosas del ano, desde una simple irritación o infección, hasta contusiones graves, como roturas musculares que pueden derivar en incontinencia fecal.
Beso blanco. Esta práctica consiste en eyacular en la boca de la pareja y besarse después con el semen en la boca. A no ser que sea una pareja de total y absoluta confianza, el beso blanco es una práctica de riesgo ya que todo contacto del semen con la sangre puede transmitir enfermedades, por lo que una llaga en la boca puede ser peligrosa.
En cualquier caso, hay que saber protegerse. Tanto si hay penetración o no, existe un riesgo de infección de enfermedades de transmisión sexual. Como medida de prevención, se aconseja utilizar un preservativo para los actos de penetración penetración o limpiar muy bien los juguetes sexuales antes de utilizarlos. Y es que los juguetes multiplican las formas de conseguir placer, pero también hay que extremar el cuidado con ellos.
Normalidad y naturalidad, imprescindiblesAunque afortunadamente nos sintamos libres para hablar con total naturalidad de las prácticas sexuales gays, no siempre ha sido así. En 1968, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud clasificaba la homosexualidad entre las enfermedades mentales y no fue hasta 1992 cuando se desclasificó como enfermedad. Las películas y series de temática gay o con personajes homosexuales, así como la aprobación del matrimonio gay en muchos países o la salida del armario de famosos influyentes ha contribuido a ver, por fin, la homosexualidad como algo totalmente normal.
Mito o realidad: ¿Los gays dan mejor sexo oral?Entre broma y broma hay quienes aseguran que los gays dan mejor sexo oral que las mujeres. No se necesita ser gay o bisexual para comprobarlo, hay heteros que simplemente para experimentar deciden tener encuentros sexuales con otros hombres y aunque todo depende del gusto de cada quién, la discusión sobre quién lo hace mejor siempre es todo un tema.
El mito ha sido alimentado por ‘razones’ como estas:Conocen el cuerpo del hombreLos hombres conocen muy bien lo que puede querer otro hombre, simplemente porque conocen a la perfección aquellas zonas erógenas que probablemente a las mujeres se les escapan.
No tienen miedo a experimentarEn el sexo oral hay mujeres que por pena o simplemente porque no lo desean, se niegan a hacer algunas cosas como por ejemplo aceptar que eyaculen en diversas zonas del cuerpo o incluso, a ‘tragárselos’.
Le echan más ganasDicen por ahí que para las mujeres el sexo oral es algo que se hace más por compromiso que por placer, contrario a los gays que realmente disfrutan el acto.
Sin embargo, el punto no es dividir ni generalizar. Dar un buen sexo oral no debe depender de si lo practica un hombre o lo hace una mujer, pues así como hay hombres que saben cómo y por dónde también hay mujeres con la experiencia suficiente son capaces de hacerte ver estrellitas.
Además, recuerda que la sexualidad no tiene por qué ser una competencia con que tú conozcas y continues experimentando para descubrir lo que a ti y a tu pareja, les gusta es más que suficiente.
Parte del artículo, el autor es Diego Urdaneta
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