Qué es la PrEP y quiénes deberían considerarla
Por Alberto Bustamante
Han pasado más de 35 años desde que inició la epidemia del VIH, un virus que ha terminado con las vidas de 39 millones de personas en todo el mundo. A pesar de que actualmente no hay ninguna vacuna que pueda prevenirlo, existe el PrEP, un medicamento con una eficacia de casi el 98% en la protección del contagio del virus. Su amplia aceptación ha cambiado de manera radical el panorama de la salud sexual en el mundo, particularmente dentro de la comunidad gay masculina, la población más afectada por el VIH en México, Estados Unidos y Canadá. En este primer episodio de nuestra serie Agenda Queer, VICE explora el futuro del PrEP, su impacto revolucionario en la eliminación del VIH /SIDA, y los tratamientos y métodos de prevención que deben considerarse antes de tomarlo.
La primera vez que escuché sobre la PrEP fue en Grindr. Me encontraba de tour fuera de México y quería saber más, porque, aunque llevamos la vida entera escuchando que el uso del condón es la única forma de protegernos del virus del VIH, la PrEP es una nueva opción.
La Profilaxis Pre-Exposición (PrEP) consiste en tomar una pastilla diaria que te protege ante un posible contagio de VIH. De acuerdo con investigaciones internacionales, este método reduce hasta en un 92, 96 o 99 por ciento las posibilidades de adquirir el virus.
Aunque en algunas partes de Europa, Estados Unidos o Brasil ya es una realidad, el acceso a la PrEP en México sigue siendo nuevo. Y es que hasta hace unas semanas su uso estaba restringido a un pequeño grupo de personas consideradas en situación de alto riesgo y algunos participantes en protocolos de investigación.
Al regresar de la gira me di a la tarea de conseguirlo, pero no lo logré. Después de un año sin ningún resultado, encontré un grupo en Facebook llamado “PrEP en México”, donde publiqué un mensaje:
“Llevo un año tratando de conseguir PrEP de manera legal/institucional... ya le pregunté a TODOS los que conozco que trabajan en salud sexual, foros, Condesa, amigos en el extranjero y nada... sólo se ha podido en mercado negro y por apps… ¿Saben de algún médico que al menos me ayude a hacerlo por mi cuenta?”
El administrador del grupo respondió y mi post desató un hilo de preguntas que eventualmente me llevaron al Protocolo de Investigación del Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas (CIENI) en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER). Inicialmente fui rechazado en la entrevista, hasta que hablé de mi estilo de vida y cómo estaba involucrado en la vida nocturna gay y el club. Supongo que la doctora se interesó al verme informado en un ambiente donde la PrEP era ya una realidad, sabía a lo que iba y me dio cita para cuando regresara del verano.
“Indetectable” no “transmite”
En términos de mensaje, Indetectable = Instransmisible (U=U) es probablemente una de las conversaciones más actuales a nivel global. Esto quiere decir que cuando el conteo de copias del VIH en tu sangre es tan bajo que es “indetectable”, no existe un riesgo de “transmitir” el virus, incluso si tienes sexo sin protección.
Esto es información directa contra el estigma y excelentes noticias para las parejas serodiscordantes, es decir, donde una de las partes es VIH positivo y la otra negativo. Pero es tan ‘reciente’, que incluso algunas personas que viven con VIH no lo saben. Toca actualizar al sector salud y al público en general para lograr una relación más pragmática con nuestro estatus.
Quienes deberían de considerar la PrEP:
· Las personas que no tienen VIH pero tienen una relación sexual continua con una pareja que sí.
· Los hombres homosexuales o bisexuales que que no tengan una relación monógama con una pareja VIH-negativa que se haya hecho la prueba en fecha reciente, y que 1) hayan tenido sexo anal sin condón en los últimos 6 meses o 2) hayan recibido un diagnóstico de una ETS en los últimos 6 meses.
· Los hombres o mujeres heterosexuales que no usen condones y que estén en alto riesgo de infección por el VIH (por ejemplo las personas que usan drogas inyectables o que tienen parejas masculinas bisexuales).
“Quieren coger a pelo en lugar de usar condón”
Recientemente las apps de ligue como Grindr o Scruff te dan la opción de completar tu perfil con Precauciones: ‘PrEP’ y ‘Tratamiento como prevención’. En teoría las dos opciones significan que el usuario está tomando algún tipo de antirretrovirales. La diferencia está en que uno lo toma siendo negativo como profilaxis y el otro siendo positivo —indetectable— ’como tratamiento’. Creo que opciones como esta facilitan romper con el estigma y fomentan una conversación más honesta al hablar de cómo tenemos sexo.
Cuando se habla de la PrEP, una de las reacciones más básicas que obtienes es el inmediato rechazo acompañado de su correspondiente condena moralina por: “querer coger a pelo en lugar de cuidarse utilizando un condón”. Es cierto que la introducción de la PrEP ha visto una reducción en el énfasis sobre el condón, pero también existe una generación que recibió su educación sexual y cosmovisión del sexo gay (básicamente en los 90 con el trauma post-epidemia), que muestra una evidente fatiga histórica ante el mensaje del uso del preservativo y el sexo sanitizado.
Gilead (como el Bio-régimen totalitario en el que se convierte Estados Unidos en The Handmaids Tale) es la farmacéutica detrás del Truvada, hasta la fecha, el fármaco más asociado a la PrEP. Aunque existen genéricos y recientemente la patente expiró en ciertos territorios, abriendo la posibilidad a una PrEP más barata, la pastilla azul con el 701 correspondiente a la terminación NDC (National Drug Code) 61959-701, sigue siendo el estándar.
Hay algo terriblemente decepcionante cuando reconoces que tu cuerpo y sexo están mediados por los intereses farmacéuticos, el PHARMA lobby y la voluntad política de gente que muchas veces te prefiere muerta. El cuerpo queer no sólo es el más regulado, cuando tienes que seguir peleando por los derechos que otros cuerpos poseen sólo por ser heterosexuales. También son los cuerpos sobre los que mayor violencia se ejerce.
Al mismo tiempo la medicina y la tecnología a nuestro alcance son grandes determinantes en la construcción de nuestra sexualidad. En mi experiencia, la liberación sexual que experimentas con la protección de la PrEP es mucho mayor a la derrotada de asumirte parte de la farmacopornografía. Es como desintalarse un plug-in, un miedo adquirido de asociar el sexo gay con la enfermedad. Por más libre de estigma que piensas estar, las cosas cambian, quizás a un nivel emocional o quizás es sólo una maroma de lenguaje.
El grupo en faceboook PrEP Facts: Re-thinking HIV Prevention and Sex es una buena fuente de recursos para unirse a esta discusión. Aunque existen opciones en el mercado negro para hacer PrEP por tu cuenta, es de suma importancia hacerlo con el debido acompañamiento médico, pruebas cada tres meses y un monitoreo serio sobre los posibles efectos secundarios, que incluyen el correcto funcionamiento hepático y la densidad ósea.
Estar en un protocolo de la PrEP además hace que visites al médico periódicamente y en tiempos de total precarización, acceder a los servicios de salud sigue siendo una de las luchas más politizadas. La epidemia del VIH no es algo que quedó en la historia, es parte de nosotros, nuestros espacios, cultura y realidad inmediata.
Las cosas han cambiado
Muchas veces he escuchado o leído algo como “las generaciones de ahora nunca podrán imaginar esa libertad de amar y de coger sin miedo antes de todo el horror del sida”. A finales de los 80, el gobierno de la ciudad de Nueva York cerró todos los saunas y clubes de encuentro por considerarlos un foco de peligro durante la crisis del SIDA. En el 2018, en la CDMX estamos teniendo un conversación sobre salud sexual al interior de uno de estos clubs: El Sodome. No sé si las generaciones nuevas sabrán lo que era ser libre y queer en los 80 y me queda claro la deuda histórica que tenemos con esta generación que literalmente mantuvo la cultura queer viva durante su etapa más dura, pero afortunadamente las cosas han cambiado, o al menos se han movido.
Y si bien es cierto que el público mainstream se ha dado cuenta de lo fabuloso que es la cultura queer, también estamos en un punto donde no todos quieren tener las conversaciones que realmente importan en nuestra cotidianidad, o peor aún, someterlas a sus propias agendas heterosexuales y religiosas.
Estas conversaciones no son siempre sobre matrimonio y marketing de arcoiris, son de límites corporales y violencia real, de la libertad de poder definirnos, nuestro deseo y todo lo que no se ve o representa en las narrativas oficiales. Aunque la autoría de gran parte de la cultura global es queer, rara vez pasa a la historia como referencia directa a su origen. Debería haber series de televisión, netlflix, libros para niños, historias y productos culturales ad infinitum, como los hay sobre la experiencia blanca heterosexual.
En el capítulo 4 de POSE, quizá el producto de entretenimiento más propositivo y fresco que hay en la televisión actual —por estar basado en la historia queer— ocurren las siguientes escenas: Un hombre gay acompaña a tres jóvenes (dos homosexuales y un heterosexual que se define como “equal oportunity lover”) a realizarse pruebas de VIH. Dos mujeres trans acuden a clínicas clandestinas a inyectarse silocona para modificar su cuerpo. Mientras una mujer trans habla de cómo le afecta su tratamiento de hormonas y pondera someterse a una cirugía de reasignación de sexo.
Para mí fue la primera vez que vi estos temas traducidos al lenguaje o formato de entretenimiento en una escala pop, literalmente una bocadanada de aire. La agenda queer es poner estos temas hasta adelante, porque son los temas que nos pueden hacer avanzar a todxs.
La Clínica Especializada Condesa en la Ciudad de México ha implementado un protocolo mucho más extenso, enfocado a hombres homosexuales, hombres que tienen sexo con hombres, personas transgénero y otras poblaciones vulnerables con prácticas de riesgo.
Un año después de haber escuchado sobre esto por primera vez, me encuentro de tour de nuevo, ahora protegido con la PrEP.
Quizá la PrEP es también para tí, empieza por conocer tu estatus.
ALBERTO BUSTAMANTE, MÉXICO 2018