WASHINGTON POST: LA AMENAZA FABRICADA POR TRUMP - Cuba Eterna

¿Podría ser esta la elección en la que los latinos le piden al presidente Trump que se auto deporte?

Él no lo cree. Está apostando a que hay un pequeño inconveniente para cerrar los exámenes parciales de 2018 en un estilo característico: dar la alarma sobre los inmigrantes de piel oscura que cruzan la frontera sur para matar a personas blancas.

Declaró una "emergencia" porque afirma (sin pruebas) que una procesión de migrantes a pie a 1.000 millas de territorio estadounidense supuestamente está infiltrada por "MS-13" y "Oriente Medio desconocidos". Llevó tropas a la frontera para evitar que los migrantes “Vertiendo”, aunque los pocos que completan el viaje no estarán aquí por semanas. Y ahora, la Casa Blanca está hablando de bloquear a todos los centroamericanos, incluso a los solicitantes de asilo, para que no crucen la frontera sur, para evitar que los "animales" y "algunas personas muy malas" sufran un "asalto a nuestro país".

Detrás de la amenaza fabricada por Trump hay un cálculo cínico. Si la campaña contra los inmigrantes provoca una reacción lo suficientemente fuerte entre los votantes hispanos, podrían fácilmente expulsar a los republicanos que están fuera del poder en la Cámara de Representantes, y en los asientos del Senado y del gobernador en algunas partes del país. Tienen el poder, teóricamente, para sofocar estos recursos nativistas de una vez por todas. Pero Trump espera movilizar a más blancos que hispanos con sus histriónicos.

Trump's America se ha convertido en un lugar sombrío para los latinos. Dos tercios dicen que las políticas de Trump han sido perjudiciales para los hispanos, según una encuesta realizada por el Pew Research Center el jueves. La mayoría dice que se ha vuelto más difícil ser hispano en Estados Unidos, y 4 de cada 10 han experimentado personalmente el acoso racial en el último año. Sólo el 22 por ciento aprueba la presidencia de Trump.

En conjunto, los 29 millones de votantes hispanos elegibles de la nación (aproximadamente la mitad de la población hispana) pueden hacer algo al respecto. En 2016, la participación hispana fue del 47.6 por ciento, detrás de los blancos (61.4 por ciento), los negros (59.6) y los estadounidenses de origen asiático (49.3). Investigadores de Brookings Institution y Center for American Progress calculan que si los votantes de todas las razas participaran en porcentajes iguales y los niveles de apoyo se mantuvieran constantes, los demócratas ganarían el voto popular por 4.5 puntos en 2020 (por encima del 2.1 por ciento del voto popular demócrata borde en 2016) y el Colegio Electoral de 288 a 250, ya que los estados de Florida, Wisconsin y Michigan serían Demócratas. Pennsylvania, Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Texas cambiarían a Demócrata en ciclos subsiguientes.

Tal igualación no es inminente. Los hispanos vienen de muchos países, algunos sin tradiciones democráticas. Las primeras generaciones, en particular, tienden a tener bajos niveles de educación. Las encuestas indican que los latinos siguen siendo los votantes menos probables este año.

Pero hay indicios de cambio tentativos. En esta encuesta de Pew de la semana pasada, el 52 por ciento de los votantes latinos registrados dice haber pensado mucho en las elecciones, 16 puntos más que en 2014 (cuando la participación fue solo del 27 por ciento). Eso está muy por debajo de los niveles del año presidencial (67 por ciento en 2016), pero el informe de Cook Political, Amy Walter, la semana pasada observó que las mejoras más importantes para los demócratas en los últimos días, cuando Trump intensificó sus ataques contra los inmigrantes, han sido en distritos latinos en california y florida.

El científico político de la UCLA, Matt Barreto , quien dirige la firma de consultoría política de decisiones latinas, dijo que la reticencia de los demócratas a involucrar a Trump en la inmigración como un tema de campaña significa que "los votantes latinos están esencialmente confundidos, no saben por quién votar". Pero Barreto espera que los últimos ataques de inmigración de Trump no funcionen tan bien con los votantes blancos como lo hicieron en 2016. "Las personas que se detuvieron y votaron por él están haciendo más preguntas ahora", dijo. “En 2016, fue solo retórica: 'Construye el muro'. . . . Ahora ha puesto a los niños menores de cinco años en la corte ".

No hay escasez de fealdad para ofender a muchos votantes suburbanos moderados: separación familiar, menosprecio del sufrimiento de los puertorriqueños después del huracán, no ayudar a los "soñadores", el perdón de Joe Arpaio , despojar a los latinos de Texas de sus pasaportes y largas series de comentarios despectivos (como maravillarse de que un guardia de fronteras latino "habla inglés perfecto"). Los candidatos y grupos republicanos, tomando la iniciativa del presidente, han publicado varios anuncios que juegan con temores raciales.

Tal vez lo vean como su única opción restante. El recorte de impuestos del Partido Republicano fue un fracaso con los votantes, tanto que Trump está promocionando un nuevo e inexistente recorte de impuestos. Los republicanos estaban tan preocupados por su desventaja en la atención médica que la Casa Blanca emitió un informe económico esta semana intentando vincular a los que promueven Medicare para todos con Lenin, Mao y las políticas que resultaron en “muertes [a través de] purgas, masacres, campos de concentración”. "La volatilidad del mercado de valores y el aumento de la inflación y las tasas de interés han aumentado los temores de recesión, y los salarios se niegan obstinadamente a seguir el ritmo del crecimiento económico.

Entonces es predecible que Trump volvería a la política de identidad blanca en los días finales. Pero los latinos no tienen que dejar que se salga con la suya. Tampoco el resto de nosotros.