Aumenta porcentaje de venezolanos
que llegan a España a dedicarse a la prostitución
La situación política-económica que atraviesa Venezuela ha empujado a muchas personas a emigrar. Entre estos grupos que han optado por salir del país suramericano se encuentran jóvenes que ha decidido radicarse en España para dedicarse al trabajo sexual para hombres homosexuales, conocido también como chaperos.
El presidente de COLEGAS-Confederación LGBT Española, Paco Ramírez, ha informado que “el mercado de la prostitución masculina en Madrid, por ejemplo, ha sido invadido en los últimos dos años por chicos jóvenes venezolanos”. Cuando anteriormente el mercado era “copado”, principalmente, por hombres provenientes de Cuba, Brasil y Colombia.
“Ahora los más comunes son los venezolanos. Es difícil dar cifras, pero podemos estar cerca de 1 de cada 4, es decir el 25%”, ha asegurado Ramírez a Universo Gay.
Según ha contado en su gran mayoría estos jóvenes desempeñan su trabajo a voluntad ante la necesidad de sobrevivir en Europa. El perfil que maneja la asociación es de chicos entre los 20 y 35 años, con buena formación académica, algunos hasta universitarios, que tienen poco tiempo en España y que al no contar con los recursos económicos ni la residencia legal para poder establecerse y obtener un empleo legal bien remunerado, optan por este tipo de trabajos.
“La falta de ahorros y la imposibilidad de generar ingresos les lleva a caer en la prostitución que es una manera “rápida” de ganar dinero”, ha dicho Ramírez.
El presidente de COLEGAS también ha revelado una impactante cifra y es que “importantes entidades de tratamiento de VIH/ITS en Madrid estiman que alrededor de 60% de los nuevos positivos en VIH son de origen venezolano”, ha afirmado.
Además, ha declarado que “el estigma de ser seropositivo se incrementa al ser LGBTI+, muchos se encuentran en el armario ante familiares y amigos. El aumento significativo de los venezolanos migrantes irregulares y sin permiso de residencia, los empuja invariablemente a la economía sumergida y de explotación”.
Todas las formas de prostitución implican riesgos, tanto para quien la ejerce como para el/la cliente.
Riesgos relacionados con la salud, como contraer alguna de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS-VIH/Sida)
En ocasiones la prostitución masculina es utilizada como negocio para los narcóticos o mafias.
Posibilidad de abuso sexual y violencia física por parte de ambos.
Al ser una actividad prohibida acarrea problemas legales con las autoridades.
Estigma social: al conocerse la identidad del trabajador sexual esto puede ocasionarle inconvenientes para su futuro desempeño en la sociedad.
En muchos casos comienzan a vivir una doble vida, situación que puede desencadenar en problemas emocionales.
Pueden ser explotados o abusados, especialmente, cuando se trata de menores de edad. En el caso de los clientes pueden caer en la extorsión o pueden ser violentados y robados.