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General: 3 manifestaciones, 2 vídeos virales: Una historia de odio en Estados Unidos
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From: cubanolibre  (Original message) Sent: 23/01/2019 16:25
Amenazas de muerte y protestas: la ciudad de Kentucky se tambalea por las consecuencias de un enfrentamiento del Lincoln Memorial. El enfrentamiento en Washington entre chicos católicos pro Trump, nativos americanos y un grupo supremacista se convierte en el símbolo de la fractura del país y el papel incendiario de las redes sociales
 

Un alumno del Covington Catholic High School ante el veterano de Vietnam Nathan Phillips en Washington, el pasado viernes
Tres manifestaciones, dos vídeos virales: una historia de odio en Estados Unidos
AMANDA MARS, WASHINGTON
El lugar no podía resultar más simbólico, el Monumento a Lincoln de Washington, y los protagonistas no podían proceder de galaxias más lejanas: un grupo de alumnos blancos de un instituto masculino católico que se manifestaba contra el aborto; otro de nativos americanos que marchaban contra las injusticias que sufre el pueblo indígena y varios miembros de los llamados Israelíes Negros Hebreos, registrado por la Southern Poverty Law Center como un movimiento de odio, supremacista y polígamo, que se considera elegido por Dios. Estos, según las crónicas de aquel día, estaban protestando por todo un poco.
 
 
Cuando las tres manifestaciones coincidieron el viernes en ese lugar santo de la historia americana —que homenajea al presidente que acabó con la esclavitud y donde Martin Luther King pronunció su famoso “Yo tengo un sueño”—, prendió un enfrentamiento que mostró con crudeza las tensiones raciales, religiosas y políticas que asolan el país. Como si de una bola de nieve se tratase, el suceso ha ido engordando con los días: ha sacado de quicio a medio país, agitado el debate sobre los vídeos virales y, cómo no, provocado la reacción de Donald Trump. El instituto de los jóvenes cerró este martes por las protestas y algunos han recibido amenazas de muerte.
 
Los chicos, estudiantes del Covington High School de Kentucky, se encontraban de visita en la capital para participar en la gran manifestación anual contra el aborto, la Marcha por la vida. Un primer vídeo mostró a decenas de ellos, todos blancos y muchos ataviados con las gorras trumpistas Make America Great Again, burlándose en círculo de Nathan Phillips, un anciano de la tribu de Omaha y veterano de la Guerra de Vietnam que se encontraba en la explanada con motivo de la Marcha del Pueblo Indígena. Phillips, un curtido activista, aparecía danzando y tocando un tambor rodeado de adolescentes que se mofaban, canturreaban y reían. En otro fragmento, uno solo de los adolescentes se encontraba cara a cara, a escasos centímetros de distancia y sonriendo con lo que parece suficiencia, con el nativo americano que cantaba y danzaba.
 
El anciano cuenta que los chicos habían estado gritando previamente: “Construye el muro” —el gran lema de Trump contra la inmigración irregular— y “vuelve a tu reserva”, algo que también mencionan unos testigos citados en un artículo de The Washington Post pero que los vídeos no recogen. Las imágenes de los menores, en cualquier caso, ya transpiraban de por sí puro racismo y las redes sociales, como suele decirse, se incendiaron. A lo largo del sábado, los grandes medios nacionales se hicieron eco y los organizadores de la Marcha por la Vida emitieron un comunicado condenando esas actitudes.
 
El domingo el relato se dio la vuelta. El chico que protagoniza uno de los dos vídeos más compartidos, Nick Sandmann, emitió un comunicado a través de un abogado y una agencia de relaciones públicas en el que aseguraba que los menores de edad había sido insultados previamente (“racistas”, maricones”, “ratas blancas”) por el grupo de Hebreos Negros y que los menores habían pedido a sus monitores poder responder con cánticos “en positivo”. Es entonces, dice el adolescente, cuando apareció Phillips, que avanzó hasta ellos y se quedó frente a frente de Sandmann. “Creí que permaneciendo quieto y tranquilo, ayudaría a suavizar la situación”, señaló.
 
Ese mismo día, en efecto, otro vídeo, de dos horas, publicado en Facebook por uno de los miembros de los Israelíes Negros, recogía insultos contra los chicos. Pero también contra los nativos americanos que protestaban. Los organizadores de la Marcha por la Vida difundieron un segundo comunicado en el que advertían de que los nuevos vídeos mostraban que la historia era más compleja de lo que parecía y se guardarían de opinar nada más. Un congresista de Kentucky, Thomas Massie, defendió que los chicos, asediados por los insultos, rechazaron responder y faltar el respeto a nadie.
 
En los medios de comunicación se produjo una reacción pendular. “Emerge una imagen más completa del vídeo viral del hombre nativo americano y los estudiantes católicos”, tituló The New York Times. “El plante viral entre un anciano de una tribu y un estudiante de bachillerato es más complicado de lo que parecía al principio”, señala The Washington Post. Meghan McCain, comentarista de la ABC, entonó el mea culpa en la televisión: “Yo, como muchos, reaccioné demasiado rápido”. Los medios conservadores, con la Fox a la cabeza, también salieron en defensa de los adolescentes.
 
En realidad, los vídeos posteriores y los insultos del grupo de Hebreos Negros al grupo de estudiantes no ayudan a explicar las burlas de los chicos contra Phillips. Pero el relato ya había cambiado. “Cómo destruimos vidas hoy en día”, escribía el columnista David Brooks en el Times, reflexionando sobre el daño a la imagen de los menores de edad. Phillips asegura que fue al encuentro de los chicos al oír sus ataques.
 
Todo el episodio resume la atmósfera polarizante de Estados Unidos, la tensión racial y lo maleable de las narrativas en la era de las redes sociales y la información al minuto. El chico, Sandmann, asegura que ha empezado a recibir amenazas de muerte. La escuela decidió cerrar el martes (el lunes era festivo) para evitar problemas por algunas protestas que se convocaron delante. Por la mañana Trump hizo su aparición en la historia: “Nick Sandmann y los estudiantes de Covington se han convertido en símbolos de los medios mentirosos y cuán ruines estos pueden ser. Han captado la atención del mundo y sé que aun así lo usarán para hacer el bien, quizá para unir a la gente. Empezó como algo desagradable, pero pueden acabar como un sueño”, escribió en su cuenta de Twitter, azuzando contra uno de sus enemigos predilectos.
 
AMANDA MARS, WASHINGTON, ENERO 2019


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From: cubanolibre Sent: 23/01/2019 16:30
 

Tres grupos y un presidente
Un incidente que evidencia la polarización en Estados Unidos
Agencias, Madrid | Cuba Encuentro
La controversia crece en torno al enfrentamiento el pasado viernes entre grupos de estudiantes, de indígenas y de afroamericanos en Washington, informa la BBC.
 
La imagen en la que un grupo de jóvenes de una escuela católica con gorras de apoyo al presidente Trump se mofa aparentemente del indígena Nathan Phillips se volvió viral y provocó numerosas críticas contra los estudiantes.
 
No obstante, nuevos videos publicados en redes sociales muestran otro protagonista de la historia: la participación de un tercer grupo formado por afroamericanos, que según medios locales, critican en ese momento a los jóvenes e indígenas.
 
A la polémica se sumó el mandatario estadounidense, con un mensaje de apoyo a los jóvenes que exhibían el lema que popularizó durante su campaña electoral (“Make America Great Again”)
 
Según Trump, los estudiantes fueron tratados “de manera injusta” por “juicios de valor que resultaron ser falsos” y que los convirtieron en “símbolos de las noticias falsas (fake news)”.
 
Según Trump, los jóvenes que aparecen en el video simbolizan las “noticias falsas” propagadas por los medios de comunicación.
 
La escuela a la que acuden los jóvenes anunció que el martes suspendió las clases por precaución y por su preocupación ante la celebración de protestas en la zona.
 
El presidente del centro explicó en una carta reproducida por la cadena estadounidense CBS que cerró el centro para “garantizar la seguridad de sus estudiantes, el personal docente y el administrativo”.
 
Agregó que la escuela volverá a abrir sus puertas cuando las autoridades garanticen que es seguro hacerlo.
 
Tras las numerosas declaraciones de condena contra los estudiantes, el presidente estadounidense salió el lunes en defensa de este grupo y en concreto del adolescente que aparece en primer plano en el video que se volvió viral.
 
El joven, con la gorra roja de apoyo a Trump, aparece a poca distancia del indígena mientras este está tocando el tambor.
 
El estudiante, Nick Sandmann, parece esbozar una media sonrisa, mientras sus compañeros aparecen gritando o cantando mientras graban con sus celulares alrededor del hombre que continuaba tocando su instrumento.
 
“Nuevas imágenes muestran que los medios de comunicación estaban equivocados sobre el encuentro del adolescente con un indígena”, manifestó Trump el lunes.
 
Un día después, el presidente fue más allá y consideró que “Nick Sandmann y los estudiantes de Covington se han convertido en símbolos de las noticias falsas (fake news) y cómo de malas pueden ser”.
 
Sus comentarios avivaron la polémica en torno al incidente, que evidencia la polarización en el país.
 
En las grabaciones compartidas en redes se observa cómo al menos tres grupos estuvieron involucrados en el suceso.
 
Por un lado, los estudiantes de la escuela secundaria católica Covington de Kentucky, quienes habían terminado una marcha antiaborto y que se encontraban a los pies del Memorial de Lincoln.
 
El grupo estaba formado por adolescentes hombres, y muchos de ellos portaban la gorra con el lema más destacado de la campaña de Trump: “Make America Great Again”.
 
Por otro lado, se encontraba Nathan Phillips, un veterano de guerra de Vietnam originario de la tribu Omaha de Nebraska, y otros activistas que habían participado en una marcha en defensa de los pueblos indígenas.
 
Además, un grupo de afroamericanos, que se denominan a sí mismos hebreos israelitas, también se encontraba en el lugar. Imágenes difundidas por medios estadounidenses les muestran gritando insultos a otras personas, incluidos los indígenas y los estudiantes.
 
Cuando ese grupo gritó a los jóvenes, algunos de ellos comenzaron a cantar y uno de ellos se quitó la camiseta.
 
Entonces, Phillips se acercó a los estudiantes, cantando y tocando el tambor para calmar las tensiones, según explicó a la cadena CBS.
 
El indígena pasó a estar rodeado de los jóvenes, y algunos de éstos empezaron a cantar también, grabar videos o gritar.
 
Es en ese momento cuando se grabó el video que se volvió viral el fin de semana, en el que aparece el adolescente Nick Sandmann a poca distancia de Phillips, con un gesto que algunos consideraron irrespetuoso.
 
Phillips aseguró más tarde que escuchó a algunos estudiantes gritar: “¡Construyan ese muro, construyan ese muro!”.
 
El estudiante en el centro de la polémica negó que se estuviera burlando de Phillips.
 
“No hice gestos con las manos ni movimientos agresivos”, dijo. “Creía que al permanecer inmóvil y tranquilo, estaba ayudando a calmar la situación”.
 
La Diócesis Romana Católica de Covington pidió disculpas por el incidente y prometió una investigación de lo ocurrido.
 
Mientras tanto, el grupo en defensa de los pueblos indígenas de Estados Unidos consideró que lo sucedido es un recordatorio de lo que la presidencia de Trump “está haciendo” al país: en su opinión, “reavivar el odio”.
 
 


 
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