Con 300.000 venezolanos cuyas vidas están en peligro por falta de alimentos y medicinas, Luis Almagro es un hombre que no duda. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) sabe muy bien qué es lo que Venezuela necesita: elecciones limpias cuanto antes para sacar al país del abismo en el que lo ha hundido el chavismo. Almagro (Cerro Chato, Uruguay, 1963) lleva meses denunciando los abusos del régimen de Nicolás Maduro y no va a parar ahora. En esta entrevista, celebrada en la sede de la OEA en Washington, alude a la «responsabilidad de proteger», una doctrina de Naciones Unidas que insta a la comunidad internacional a tomar medidas colectivas para proteger a la población civil de genocidio, crímenes de guerra, depuración étnica y crímenes de lesa humanidad cuando los medios pacíficos demuestren ser inadecuados.
¿Cuál es en la actualidad la representación de Venezuela en la OEA?
Hemos recibido las notas de acreditación. Una del Gobierno ilegítimo acreditando a un encargado de negocios y otra del Gobierno del presidente encargado Guaidó designando un representante permanente. Hemos pasado ambas notas a la secretaría de asuntos legales para tener el aval técnico correspondiente. Pero tenemos un gobierno que ha sido declarado ilegítimo por la OEA y a Venezuela le corresponde un solo asiento. Estamos esperando el informe jurídico que corresponde.
¿Qué acreditación llegó antes?
Prácticamente a la vez, la del Gobierno ilegítimo creo que llegó uno o dos días después de la otra.
¿Qué opinión le merecen las conferencias paralelas que se han producido esta semana en Uruguay?
En realidad son dos, el mecanismo de Montevideo, que son aquellos países en el continente que no han reconocido a Guaidó como presidente encargado, entre ellos México y Uruguay. Ese mecanismo ha emitido un documento muy general y teniendo en cuenta las circunstancias que vive Venezuela hoy es un documento al que no le veo ninguna utilidad en términos prácticos, en términos políticos, ni en nada.
¿Y el grupo de contacto de la Unión Europea?
Nos pareció muy positivo que haya reafirmado la necesidad de que haya una elección a la mayor brevedad posible, libre justa y transparente. Ahora creo que el grupo debe avanzar más en la línea del proceso a la transición democrática.
¿Ha sido lo suficientemente contundente la UE?
La UE avanzó en un tema fundamental para nosotros, que es el reconocimiento al presidente encargado Juan Guaidó y ese es el punto de partida de la transición democrática en Venezuela. Creo que eso nos pone en la misma página.
¿Están ustedes dispuestos a supervisar esas elecciones presidenciales si se convocan en Venezuela?
Sí. Creo que un gobierno democrático nos llamaría para observar y para colaborar en la organización de un proceso electoral nuevo en Venezuela, eso queda claro. La OEA no ha sido invitada a observar elecciones en Venezuela desde 2006. El problema para ellos es que la OEA sabe de elecciones. Ese es el principal obstáculo que ha tenido la OEA para observar elecciones en Venezuela. Cuando se hacen elecciones al estilo de Maduro la OEA es muy clara en sus esquemas y en sus estándares como para certificar si existe fraude o no. Tenemos la certificación más alta a nivel mundial en la supervisión de elecciones.
¿Cuántos miembros de las fuerzas de seguridad cubanas se estima en este momento que hay en Venezuela?
Hay dos cifras. La primera cifra es de 46.000 cubanos que están en la nómina venezolana y han sido financiados por el lavado de dinero venezolano. Y hay otra cifra que también es muy fuerte, que son los 22.0000 cubanos que votaron en Venezuela en el referéndum constitucional cubano, lo que confirma que hay al menos esa cantidad de cubanos en Venezuela. Son dos cifras muy altas. El ejército de ocupación colonial español creo que tenía 21.000 efectivos. Están ahí en roles de cooperación deportiva, de salud, cooperación o educación y tienen más entrenamiento militar que el propio ejército venezolano. Y las tareas que hemos identificado que están haciendo son tareas de inteligencia, de documentación civil y represivas, como el control de manifestaciones y la tortura.
El secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo dijo que no sólo estaban en Venezuela agentes cubanos sino también Hezbolá e Irán.
Tenemos denuncias al respecto de que buena parte de la financiación de Hezbolá se estaría haciendo a partir del narcotráfico en Venezuela. Esos son también variables que han sido denunciadas aquí en la Organización, además de la actividad de cárteles mexicanos, las FARC y muchas organizaciones delictivas más. Queda claro que el régimen usurpador de Maduro perdió el control territorial del país en beneficio de estos grupos, que van desde el crimen organizado al narcotráfico o la minería ilegal, y ha convertido Venezuela en un centro de logística criminal que impide la estabilidad y la paz continental.
¿Por qué países como México y Uruguay están demorando tanto el reconocimiento del señor Guaidó?
Eso es una pregunta para hacerle a México y a Uruguay. Yo podría sacar conclusiones y lamentablemente ninguna es buena, así que mejor no las digo, pero sería bueno que ellos explicaran de una manera más concreta cuáles son las razones que les han llevado a ese camino. Y lo digo como ciudadano uruguayo que no entiende que no se condenen los crímenes de lesa humanidad, la violación de derechos humanos y las acusaciones de narcotráfico a los dictadores usurpadores en Venezuela.
En España hay partidos socios parlamentarios del actual Gobierno como Podemos que mantienen que lo que ha sucedido en Venezuela es un golpe de Estado…
Les diría que sí, que hubo un golpe de Estado: el 10 de enero. Maduro dio el golpe de Estado porque se juramentó fuera del espacio constitucional correspondiente, sin ninguna presencia de la Asamblea Nacional y en virtud de una elección que fue declarada ilegítima por una resolución del Sistema Interamericano y contestada por la oposición.
¿Qué le diría a quienes mantienen que Guaidó se autoproclamó?
Basta con abrir la Constitución de Venezuela. Llegas a la conclusión muy rápido en el artículo 233, que dice que si no hay un presidente electo asumirá el cargo el presidente de la Asamblea Nacional. Punto.
¿Qué cree usted que sucederá si Maduro persiste en no permitir que entre la ayuda humanitaria que tan desesperadamente necesitan los venezolanos?
La ayuda humanitaria en Venezuela es necesaria porque hay 300.000 venezolanos cuya vida está en riesgo por falta de alimentos y medicamentos.
¿Y cómo se podría distribuir?
La comunidad internacional se ha dado instrumentos para eso. Hay dos instrumentos que son muy consecuentes con el derecho internacional: la intervención humanitaria y la responsabilidad de proteger. Yo hoy hablaría ya de la responsabilidad de proteger.
¿Conoce usted al señor Guaidó?
Sí. Es un líder carismático. Es un político absolutamente creíble, con mucha fuerza. No la fuerza estentórea de algunos, sino una fuerza acumulada en el bagaje político que tiene encima por la certeza de sus convicciones.
¿Cuándo lo conoció?
En febrero del año pasado y lo volví a ver en diciembre aquí en la OEA. Creo que es la persona que precisaba Venezuela para este momento.
DAVID ALANDETE, WASHINGTON FEBRERO 2019