Si los meses finales de 2018 y el primer trimestre de 2019 estuvieron marcados por la agudización del desabastecimiento en la isla, con la visible ausencia de productos alimenticios básicos y un déficit de ingresos de divisas por concepto de exportación de bienes, servicios y turismo de alrededor de los mil millones de dólares, se estima que para los meses de noviembre y diciembre del año en curso la situación alcance su peor momento, comparable con lo ocurrido durante los años 90 con la desaparición del socialismo en Europa del Este.
Funcionarios de los ministerios de Economía y Planificación, así como de Finanzas y Precios han asegurado que la economía cubana se encuentra en estos momentos casi al borde del colapso, de modo que para los meses de noviembre y diciembre, quizás mucho antes, se proceda al cierre total o parcial de más de trescientas empresas estatales vinculadas a la producción no solo debido a la falta del petróleo venezolano sino además a la suspensión de la importación de más del 60 por ciento de las materias primas empleadas en las industrias química y de medicamentos.
La entrega de crudo de Venezuela se ha reducido a apenas un cuarto de lo pactado, de acuerdo con un informe confidencial redactado esta semana por el Ministerio de Economía de Cuba para ser discutido en el Consejo de Estado, y al cual pudo acceder nuestro medio.
Según el documento, entre diciembre de 2018 y febrero de este año, el promedio de entregas ha estado sobre los 30 mil barriles diarios, así como buena parte de ese petróleo no ha llegado directamente de Venezuela sino de Rusia, China y de algunas compañías europeas que mantienen acuerdos con PDVSA, tal como ha venido ocurriendo desde hace algunos años.
“Se espera que en los próximos meses haya que acudir a otros proveedores en tanto Venezuela para el último trimestre de este año no podrá ni siquiera satisfacer su propia demanda y se verá imposibilitada de cumplir los compromisos con China, Rusia e Irán, ese será el momento más difícil para Cuba”, asegura uno de los funcionarios que además señaló varias de las estrategias que ensaya el régimen de La Habana para intentar paliar la crisis que se avecina, entre las que se encuentran desde la apertura al capital de cubanos residentes en el exterior, así como acelerar las investigaciones sobre las posibles reservas de petróleo en la Zona Económica Exclusiva de Cuba en el Golfo de México, algo previsto para 2021, fecha en que concluirán los acuerdos de intercambio de crudo por servicios con el gobierno de Argelia, una situación que pudiera cambiar en breve tras la sorpresiva renuncia de Abdelaziz Bouteflika.
“La situación se pudiera complicar más con lo de Argelia. En las reuniones periódicas del Consejo de Estado ya se analizan los posibles escenarios y no hay ninguno favorable. El gobierno cubano ha asumido lo de Venezuela como inevitable y todos los análisis se van centrando en esa variable y ahora toca eliminar a Argelia, aunque los compromisos están firmados y al parecer los acuerdos no se afectarán, pero solo hasta 2021 y eso está ahí mismo hay que tener en cuenta ese detalle si se pretende ser realista, así que va quedando hacer lo que no se quiso hacer en todo este tiempo por temores de todo tipo, pero las cosas han dado un vuelco que nadie imaginó, están trabajando de correcorre en una modificación a la ley de inversiones que permita a los cubanos que residan en el exterior participar como inversionistas en igualdad de condiciones ya sea en la administración hotelera como en otros sectores, a partir de la creación de empresas mixtas, es una modificación que aún se encuentra en debate y que ha tenido sus detractores sobre todo entre la vieja guardia (del Partido Comunista) pero que sin dudas resolvería el asunto de las inversiones y además recabaría el apoyo de una parte de la emigración cubana (el exilio), también se busca el modo de poder canalizar por nuestros bancos una buena parte del monto total de las remesas que para este año pudiera superar los 4 mil millones de dólares, una cantidad que pudiera cubrir los gastos por ejemplo en la compra de combustible si se le ofreciera a la gente algún tipo de interés por realizar las transacciones en la isla y no por otras vías, esa sería una forma de retener el capital que entra por ese concepto de ahí que ahora el discurso del gobierno se haya suavizado con respecto a los cubanos en el exterior, simplemente han sido identificados como una tabla de salvación en medio de ese huracán a punto de tocar tierra y después estaría el asunto de acelerar la búsqueda de petróleo pero aún en ese aspecto faltan inversiones y no las hay, así que es menos realista que apelar al capital de los cubanos que viven fuera, hoy estamos más de un 30 por ciento por debajo de lo necesario en cuanto a inversiones extranjeras, el año pasado estábamos un 15-20 por ciento por debajo, así que vamos en caída libre a pesar de lo que se diga públicamente, no hay inversiones de peso, esa es la dura realidad, incluso se puede hablar de un éxodo de inversionistas y de mucho temor por lo que puede pasar, la búsqueda de petróleo continúa y aún se mantienen empresas importantes, francesas, empresas rusas, chinas y en breve Reino Unido se sumará a los proyectos con Cupet para concluir la búsqueda y luego la perforación de más de una decena de pozos, igual es algo pensado para dos tres años, y la crisis ya está tocándonos y bien fuerte, no queda otra opción que echar mano a aquellos ingresos que sí han demostrado no solo estabilidad sino incremento año tras año, esas son las remesas y el capital real que existe en manos de cubanos que residen en el exterior”, afirma el alto funcionario consultado por nuestro medio.
De acuerdo con estas mismas fuentes estrechamente vinculadas al gobierno cubano, las metas de crecimiento económico, calculadas entre el 1 y el 1,5 por ciento para el presente año, ya no podrán ser alcanzadas, en gran medida debido a que los planes de inversiones extranjeras y las exportaciones quedarán muy por debajo de lo previsto por los organismos estatales de planificación, desde donde se augura el aplazamiento de cerca de un centenar de contratos importantes tan solo en el sector hotelero, así como en la minería, agricultura y la industria farmacéutica, además de continuar la caída en las importaciones de petróleo en más de un 90 por ciento, al persistir los incumplimientos de los compromisos de entrega por parte de PDVSA.